Una arrecifeña al frente de un espacio federal de producción porcina

Elizabeth nació en Merlo, en el Conurbano, en un hogar de gente de trabajo y con una franca relación con el campo, y eso la orientó a estudiar agronomía en la Universidad de Luján. Un tiempo después pudo darse cuenta de que su verdadera vocación era la docencia y en unos pocos años egresó de un instituto de Haedo como profe de Física y Ciencias naturales.

Si bien vivía en Capital, con su esposo Miguel siempre planeaban “vivir en el campo”, no solo por los beneficios de una vida con otros conceptos humanos, sino también dedicarse a producir alimentos. “Hasta que llegó el momento y nos vinimos a Arrecifes, a un campo, en 2013, con nuestros hijos. Nuestra hija Marita, la más grande, tenía 8 años”, cuenta.

La estructura productiva
“Nuestra primera idea era hacer un galpón y criar pollos y así nos pusimos a averiguar las posibilidades de ese negocio y fue en el Inta que nos propusieron la idea de la cría de cerdos, una producción que tenía mucho para crecer en nuestro país”, describe Eli da Silva. Dice que varios productores les abrieron las puertas para contarles sobre la nobleza del porcino y las estrategias de producción.

“Allí confirmamos la elección y comenzamos a construir las estructuras en cama profunda. Comenzamos con 30 madres y hoy se triplicaron en una producción de ciclo completo. La maternidad es en un galpón de confinamiento, y la cría y engorde en cama profunda”, comparte Da Silva a TodoCerdos.

Al principio las parideras eran a campo pero la imposibilidad de control mostraba una mortandad  alta y allí fue que decidieron hacer un galpón para esa etapa clave del ciclo, con 20 plazas.
“Siempre estamos trabajando para mejorar los números de nuestra estadística. Hoy estamos en un promedio de 11 cachorros destetados por madre, con un promedio de 14 nacimientos. Producimos unos 2600 kilos por madre/año”, dice la productora arrecifeña.

-Contanos de la dieta. ¿Cómo está integrada?
-La dieta se arma allí a partir de contar con maíz de producción propia. Para la etapa de engorde integramos 250 grs de expeller, 25 de núcleo y el resto de maíz hasta completar el kilo de alimento.

-¿Qué estrategia tienen para la gestión de los desechos de la granja?
– La verdad es que nosotros los pensamos como insumos de un proceso que continúa. Cuando termina la etapa de engorde y los capones van al frigorífico, se retira la cama que acompañó este proceso, compuesto por paja y las heces de los lechones. Esto es un abono muy rico, que se dispone en un área donde se estaciona para que la aireación libere los patógenos. Apenas retiramos esa tierra, paja y deposiciones está a una temperatura alta, en torno a los 50 grados.
Da Silva cuenta que hay un grupo de productores de la región que está trabajando junto al Inta en el proceso de reutilización como abono de los residuos de las explotaciones ganaderas.

-¿Por dónde pasa el crecimiento de San Cipriano?
-Pensamos crecer en escala, ir sumando madres. Por ahora toda la producción va a frigorífico pero pensamos también en armar bocas de comercialización pero eso es eslabón que hay que estudiarlo más.
 
De la granja a la presidenta de CaPeMPPor
“Decidí participar activamente y defender lo que hacemos. El mundo demanda alimentos y nosotros somos capaces de asistir esa demanda. Creo firmemente en los vínculos y la construcción de redes de integración y trabajo”, comparte.

Elizabeth da Silva dice que la creación de la Cámara le dio un impulso muy fuerte a la integración de un segmento de la producción que no estaba siendo escuchado. “Todos los días recibimos llamados y mensajes de productores de todos las regiones del país solicitando integrarse a esta nueva herramienta que interprete y represente sus voces y sus intereses. Seamos claros: los productores que tienen 500 madres o más se representan solos, tienen fuerza propia suficiente”, reflexiona la titular de la Cámara de productores porcinos más federal.

Para ordenar la tarea, en CaPeMPPor se han creado comisiones de trabajo que toman temas diversos. Una de las primeras es la de Censo, y por supuesto tiene la faena de ir construyendo el mapa de las regiones que tienen a más de 15 mil pequeños y medianos porcicultores. Se registra lugar de producción, cantidad de madres y otros datos.

La Comisión de Prensa y difusión esta semana trabaja en la campaña de consumo de carne de cerdo, los beneficios y por supuesto la difusión de la Cámara. Hay también una Comisión técnica que integran asesores en áreas diversas.

Por Osvaldo iachetta / Redacción TodoCerdos