Un equipo de la Facultad de Medicina Veterinaria y del Centro Biotecnológico de la Universidad de Gante ha desarrollado una nueva tecnología que combina los beneficios de los tratamientos basados en anticuerpos con la facilidad de la ingesta oral de medicamentos.
Los anticuerpos terapéuticos se utilizan cada vez más para tratar diversas afecciones, sin embargo, administrar anticuerpos por vía oral para llegar al estómago o al tejido intestinal sigue siendo un desafío, ya que no sobreviven a la digestión.
Según explican los investigadores, es posible que esta tecnología de anticuerpos se pueda usar en diversas áreas, desde combatir infecciones intestinales en animales y humanos, hasta tratar trastornos inflamatorios y metabólicos, además de para el desarrollo de complementos alimenticios que afecten a la flora intestinal.
Los anticuerpos terapéuticos convencionales se inyectan en el torrente sanguíneo para tratar o prevenir muchas enfermedades, como infecciones, cáncer e inflamaciones. Aunque son ampliamente aplicables, estas terapias basadas en anticuerpos no están diseñadas para que la ingesta oral llegue al tracto intestinal, debido a que los anticuerpos pueden degradarse durante su paso al tracto gastrointestinal.
Además de evitar las agujas, puede preferirse la administración local de anticuerpos, en lugar de la administración sistémica, para minimizar o incluso evitar los efectos secundarios sistémicos. Es por eso por lo que los científicos están buscando tecnologías que protejan los anticuerpos durante su viaje a través del sistema digestivo hasta su objetivo en los intestinos.
Ahora, esta investigación ha hecho posible la administración oral de anticuerpos a los intestinos. Los científicos diseñaron un anticuerpo que es lo suficientemente simple y robusto para sobrevivir en el ambiente hostil del sistema digestivo. Además, el equipo también desarrolló un método de producción para estos anticuerpos que utiliza semillas de soja o células de levadura.
Al utilizar los métodos existentes de la industria alimentaria, pudieron eliminar la necesidad de utilizar costosos procesos de purificación. El resultado es un polvo fácil de fabricar con anticuerpos que se pueden agregar a los alimentos y tomar por vía oral sin necesidad de encapsulación, aseguran los expertos.
Una esperanza para las infecciones gástricas en lechones
Los científicos demostraron la efectividad de la tecnología en lechones jóvenes propensos a la diarrea post-destete, causada por la Escherichia coli enterotoxigénica (ETEC, por sus siglas en inglés), una enfermedad económicamente de gran importancia en el sector porcino.
Actualmente, la administración de antibióticos es la única solución para esta infección, pero esto supone un factor de riesgo para los problemas conocidos de resistencia a los antibióticos y la posible transferencia de bacterias resistentes entre animales y humanos. Este es uno de los grandes problemas para los productores de cerdos: cómo superar las crisis de la ETEC frente a las estrictas restricciones legales sobre el uso de antibióticos en el ganado.
Sin embargo, el nuevo enfoque basado en anticuerpos demostró ser una alternativa eficiente y segura. "Los lechones que fueron alimentados con alimentos enriquecidos con los nuevos anticuerpos parecen estar protegidos contra la infección por ETEC", asegura Vikram Virdi, uno de los responsables de la investigación.
Así, tras obtener buenos resultados, el equipo desea desarrollar los anticuerpos para fabricar un producto que se aplique en medicina veterinaria.
Este trabajo fue publicado en Nature Biotechnology y es el resultado de una colaboración entre el Prof. Nico Callewaert (VIB-UGent Center for Medical Biotechnology), la Prof. Ann Depicker (VIB-UGent Center for Plant Systems Biology), el Prof. Henri De Greve (VIB-VUB Centro de Biología Estructural) y el profesor Eric Cox (Facultad de Medicina Veterinaria de UGent).
Fuente: www.diarioveterinario.com