Las inundaciones que ocurrieron en el sur de Brasil generaron una oportunidad de negocios para el cerdo argentino, afectado en el país por una delicada coyuntura de precios y de caída en la rentabilidad.
Uruguay, un mercado que tradicionalmente se abastece de carne de cerdo brasileña, autorizó la compra del alimento desde Argentina, y será la primera vez que el país exporte carne de cerdo (pulpa) enfriada y sin hueso al vecino país.
En la lista de frigoríficos habilitados por el servicio sanitario uruguayo incluye a cuatro frigoríficos argentinos, de los cuales uno es de Córdoba: La Piamontesa, ubicado en Brinkmann (departamento San Justo).
“Argentina venía solicitando la apertura del mercado uruguayo para el cerdo argentino, pero las inconvenientes de Brasil para proveer el alimento, en especial desde el sur de ese país, precipitó la habilitación”, aseguró a La Voz, Daniel Giacosa, vicepresidente de La Piamontesa.
Por su condición sanitaria y sus antecedentes de exportación a China, entre los años 2020 y 2021, el frigorífico cordobés accedió a ser abastecedor del mercado uruguayo sin ninguna inspección sanitaria.
La aprobación comercial también incluye a las empresas La Pompeya, ubicada en la provincia de Buenos Aires; y a las santafesinas Paladini (Villa Gobernador Galvez) y Tutto Porkys (Reconquista).
La nómina de plantas autorizadas, no obstante, podría crecer, en función de las necesidades del cliente.
Desde la Secretaría de Bieconomía de la Nación informaron que aquellos frigoríficos que se consideren aptos para poder exportar podrán sumarse cumpliendo con la requisitoria de Senasa Uruguay, organismo que depositó en su par argentino (Senasa) las tareas de habilitación.
Con un consumo que ronda los 20 kilos por habitante por año, Uruguay importa alrededor de 51 mil toneladas de cerdo por año, de las cuales 96% son provistas por Brasil, por un valor total que supera los U$S 100 millones.
Su integración es: a partir de la compra de cortes sin hueso (pulpas), industrializarlos en su territorio.
Se estima que los embarques tendrán un valor aproximado de U$S 2.500 la tonelada.
Por el momento, según aseguró Giacosa, no se han producido operaciones hacia Uruguay, debido a que aún faltan complementar trámites de etiquetado, entre otros requisitos.
La Piamontesa junto con Campo Austral, el otro frigorífico perteneciente a la empresa familiar del este cordobés, constituyen el segundo productor de carne de cerdo del país, luego de La Pompeya.
En los primeros cuatro meses del año, la faena nacional apenas creció 0,2% en términos interanuales, hasta reunir 2,57 millones de cabezas; mientras que la producción de carne alcanzó un volumen de 242 mil toneladas, 1,6% más que en el primer cuatrimestre del año anterior.
“Se percibe un aumento en el consumo de carne fresca de cerdo, a partir de sus valores en góndola, pero una caída en el consumo de embutidos”, describió el empresario cordobés.
En este escenario, el consumo interno por habitante durante abril se ubicó en 16,6 kilos, 1% menos que en igual mes del año pasado.
El contexto doméstico hizo que la balanza del comercio exterior de la carne de cerdo tuviera cambios. En los primeros cuatro meses del año, las importaciones de cerdo cayeron 48,2%.
No obstante, entre marzo y abril las compras al exterior de carne porcina crecieron 16%, a partir de la decisión del Gobierno nacional de incluir a la carne porcina dentro de una lista con preferencias impositivas para su ingreso al país.
Según Giacosa, la demanda que va a generar las ventas a Uruguay permitirá mejorar los números del cerdo en el país.
Más allá de las vicisitudes económicas que suele tener como negocio la carne de cerdo argentina, en materia sanitaria su competitividad se destaca respecto a otros orígenes. A diferencia de Brasil, por ejemplo, en Argentina no se utiliza ractopamina como anabólico, lo que le otorga un diferencial.
En el marco del acuerdo comercial con Uruguay, la Federación Porcina Argentina y la Sociedad Uruguaya Criadores de Cerdos firmarán un acuerdo de cooperación mutua para trabajar en mejoras para la producción porcina entre ambos países.
Alejandro Rollán / La Voz del Interior