Hubo varios viajes de funcionarios de alto rango para negociaciones de apertura de distintos productos que la Argentina le quiere vender a China y la carne de cerdo estuvo en todas las conversaciones, pero más allá de la promesa que se firmaba durante el G20 en Buenos Aires y luego en la tapa de diarios nacionales que se firmaba el 19 de diciembre pasado, la realidad es que los chinos tienen su tiempo, algo que si saben los funcionarios de carrera, pero desconocen las autoridades más importantes de los organismos nacionales.
China es el principal país consumidor de carne porcina del mundo y está pasando por dos problemas insalvables. El primero la pelea comercial con EE.UU al cual castigó con aranceles el ingreso de la carne porcina de dicho país. El segundo de carácter sanitario, la aparición y rápida propagación de la Peste Porcina Africana, con futuro incierto. Estas dos situaciones generaron un aumento de la carne porcina en el mercado Chino y la pronta apertura de países proveedores.
Argentina puede aprovechar esta situación y lograr adelantar tiempos, que en el caso de China son muy largos. Esto significa que el mercado chino se abrirá para la exportación de carne porcina argentina, pero era sabido que no sería ni en el G20, ni el 19 de diciembre, ni a mediados de enero como dicen las autoridades (recordar que a principios de febrero comienza el año nuevo Chino y desde mediados de enero a fines de febrero se frena la actividad estatal).
Una frase para el “pequeño saltamontes” sería, más vale ir bien y seguro que rápido y mal. Algunos funcionarios deberían ver o volver a ver, la serie Kung Fu.
Y para ir bien y seguro es necesario no solo la apertura de mercados, sino fundamentalmente la habilitación de plantas y en esto, salvo la reciente experiencia con Rusia, al sector porcino le falta prepararse. Sería una excelente idea comenzar hoy mismo y esto no es un simple Cuento Chino.
Sus Scofra – Redacción TodoCerdos –
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