El cambio repentino en los regímenes y el manejo de la dieta al destete supone una gran carga para el sistema digestivo inmaduro del animal. Esto conduce a un sistema inmune alterado y microbiota, y una mayor susceptibilidad a las enfermedades.
El estrés ya comienza al nacer, un período crucial lleno de riesgos: los lechones deben nacer fuertes y sanos y permanecer así. Una vez nacidos, los lechones encuentran varios obstáculos: los lechones sufren todo tipo de desafíos patógenos con un sistema inmune inmaduro. Hay una demanda significativa e inmediata en el intestino para digerir y absorber nutrientes de manera eficiente para mantener una alta tasa de crecimiento.
La integridad de las células epiteliales intestinales es de suma importancia teniendo en cuenta que este epitelio es responsable de la absorción de agua, electrolitos y nutrientes. Sin olvidar el microbioma beneficioso que debe establecerse lo antes posible para garantizar un tracto intestinal en pleno funcionamiento. Una vez que el lechón pudo manejar estos obstáculos, se produce otro evento, considerado como un estresante importante: el destete. Aunque las mejoras tecnológicas en vivienda, nutrición y manejo están disponibles para minimizar el estrés, los lechones son destetados a edades no fisiológicas tempranas.
El cambio repentino en los regímenes dietéticos al destete supone una gran carga para el sistema digestivo inmaduro del lechón. El tracto gastrointestinal se ve afectado por un cambio en el microbioma, el daño mecánico y la inflamación como reacción al estrés (social, nutricional, manejo) del destete. Los efectos se ven agravados por el sistema inmune inmaduro que no ha desarrollado una respuesta completa para hacer frente a los patógenos, lo que resulta en una enfermedad. Es un claro deterioro del intestino normal y la función inmune, lo que lleva a la diarrea e incluso a la muerte, lo que debe evitarse.
Comience con la cerda
No es una sorpresa que una cerda sana tenga una mejor oportunidad de criar lechones sanos. Además, los lechones nacen con un sistema inmune inmaduro que carece de inmunoglobulinas protectoras (Ig), ya que la placenta es impermeable para esas proteínas. La Ig materna debe administrarse a través del calostro, producido durante las primeras 24 horas después del parto, y a través de la leche (Tabla 2) al lechón.
La barrera intestinal del lechón es permeable a esas sustancias inmunes protectoras durante las primeras 24-36 horas de vida, permitiendo el paso de IgG al torrente sanguíneo. En consecuencia, la Ig predominante en el calostro es IgG, principalmente activa en el suero, pero en la leche, la concentración de IgA es predominante, protegiendo la mucosa intestinal del lechón. Está claro que el calostro y la calidad de la leche son importantes para la supervivencia neonatal.
Al mejorar el estado inmune de la cerda, se mejora la calidad del calostro, ya que la transferencia de células inmunes productoras de anticuerpos desde la circulación sanguínea a la leche es común en las cerdas. La aplicación del programa de vacunación correcto contra las enfermedades circulantes durante el embarazo y la lactancia es un comienzo. Además, el sistema inmune de la cerda se puede optimizar utilizando soluciones de alimentación.
El efecto beneficioso de los beta-glucanos en las dietas para cerdas ya se conoce desde hace mucho tiempo. Pero recientemente se descubrió una fuente nueva y efectiva de beta-glucanos: una alga, llamada Euglena gracilis, que proporciona un beta- (1,3) -glucano lineal, que ha demostrado mejorar la calidad del calostro en las cerdas.
En segundo lugar, el tracto gastrointestinal de un lechón solo comienza a establecer una microbiota propia después del nacimiento. La colonización primaria proviene de las secreciones de la cerda, las heces y el medio ambiente. La cerda no tiene influencia sobre qué parte de su microbiota pasa al lechón. Una cerda sana con un microbioma equilibrado puede suministrar grandes cantidades de microbiota positiva a su camada.
La clave aquí es manejar la flora intestinal de la cerda, principalmente para la supervivencia neonatal. Para establecer y mantener un microbioma positivo lo antes posible en la vida de un lechón, no suministre un probiótico (por ejemplo, Clostat) al destete, comience a suministrarlo a la cerda.
Proceder con el lechón después del destete
Está claro, los destetados sufren de disfunciones intestinales e inmunes que pueden conducir a una salud y rendimiento reducidos, aumentando el consumo de antibióticos en la granja. Identificar las causas y el enfoque dirigido (nutricional) es de gran importancia para criar cerdos con un rendimiento saludable. Una gran ventaja del destete: los lechones reciben alimento sólido, que puede complementarse con ingredientes que mejoran la salud.
La integridad intestinal se ve gravemente afectada por el destete. Por lo tanto, debe considerarse la suplementación con ingredientes que apoyen el revestimiento intestinal, como el ácido butírico (por ejemplo, Butipearl). Los destetados tienen una capacidad limitada para digerir proteínas en dietas sólidas, ya que aún no tienen la capacidad de secretar suficiente cloruro de hidrógeno (HCl) para obtener un pH gástrico de 3 que se requiere para la conversión de los zimógenos gástricos inactivos en enzimas digestivas de proteínas activas. .
La proteína no digerida en el intestino podría conducir al crecimiento microbiano y, posteriormente, a la diarrea. La reducción de la capacidad de amortiguación del alimento con niveles bajos de proteína y fuentes de calcio no amortiguadoras (por ejemplo, Formyl) y ácidos libres adicionales (por ejemplo, Acid Lac), puede ayudar a asegurar una digestión óptima de las proteínas. El uso de multienzimas (por ejemplo, Kemzyme) ayudará al lechón a digerir nutrientes y proteínas libres al nivel de un animal más maduro.
Cerrar la brecha de inmunidad, cuando la inmunidad materna pasiva se ha ido y el sistema inmune del lechón aún no está bien desarrollado, es crucial para prevenir enfermedades. Proporcionar a esos animales jóvenes un ingrediente inmunizador, puede ayudarlos a desarrollar su inmunidad y ser más resistentes a las enfermedades.
Para criar lechones sanos, un buen comienzo es realmente la mitad de la batalla: comenzar con un manejo adecuado de la cerda y continuar con una estrategia de apoyo en el lechón, anticipando todos los eventos estresantes en la vida de un cerdo.
Por Valentine Van Hamme, Kemin, Bélgica
Foto: Shutterstock