El secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Jorge Neme, sostuvo que en este momento están esperando la respuesta del ministerio de Agricultura de China a una serie de “condicionamientos” que quiere imponer la Argentina al proyecto de radicación de grandes granjas de porcinos para exportar la carne directamente desde la Argentina.
El polémico proyecto de inversiones masivas se da en un momento en que China tiene un enorme déficit de proteína animal a partir de la irrupción de la peste porcina africana. Según Neme, una de las condiciones es que las nuevas plantas tengan en todos los casos un socio argentino, ya sea una empresa, una cooperativa o directamente productores.
Desarrollo en el norte
En diálogo con Radio Colonia, adelantó que el gobierno argentino también demandó al gobierno de China que las nuevas granjas porcinas no se instalen en zonas centrales de la Argentina sino que el lugar de radicación se defina de común acuerdo en las provincias más postergadas del norte y el litoral. Citó varias, como Salta, Corrientes, Formosa, Chaco, entre otras.
“Estamos hablando de que estas granjas deberán tener frigoríficos, biodigestores (para convertir la materia fecal y la orina de los cerdos en biogás), tecnología de punta”, señaló.Neme defendió el proyecto en un contexto económico muy crítico que se agudizó por la pandemia. “Estamos en un país con 15 millones de personas bajo la línea de pobreza”, enfatizó.
“Exportar 10 toneladas de maíz permite obtener hoy unos US$ 2.000 en divisas. Pero esas 10 toneladas permiten producir 3 toneladas de carne porcina, que podrían exportarse a entre US$ 10.000 o US$ 12.000. “Yo entiendo las prácticas de la agricultura orgánica. Pero no hay mercado para colocar todo eso en el mundo”, concluyó.
Fuente: El economista