En la cadena de valor porcina este proceso empieza por una primer baja al productor que se encuentra presionado por sacar los animales del criadero y posteriormente se traslada al consumidor, con una demora mayor a lo deseado.
Si se repasan los números de los últimos meses, se verifica una tranquilidad en los precios del cerdo en pie y un aumento constante en los precios al consumidor. Tampoco es algo exclusivo de la carne porcina, sucede con una cantidad importante de productos alimenticios de origen agropecuario.
“Algunos desconocedores de la realidad relacionaron la baja en las cotizaciones, con la importación, pero la misma es muy inferior a la del año pasado y no tiene incidencia en las cotizaciones del cerdo en pié”, destacaron en el reporte desde el Información generada por el staff técnico de la Asociación Argentina de Productores Porcinos
Hay una mayor oferta de carne local, debido a las inversiones realizadas el año pasado, y que se estima entre un 15 y un 20%.
Calidad y cantidad
Dentro de la baja la más pronunciada es de los animales que no poseen mejoramiento genético y al momento de la decisión son los primeros en no recibirse. Por lo general hay una baja más pronunciada en los pequeños productores que dependen de un solo comprador. En los casos en que la falta de calidad y cantidad se suman, son las caídas más importantes en las cotizaciones que en algunos casos pueden llegar has los $3 de diferencia con las cotizaciones normales.
Para solucionar esto es importante que la mejora genética llegue a todos los productores para tener un producto de mejor calidad y por otro lado es imperioso que los pequeños productores comiencen a trabajar de forma integrada para obtener mejores condiciones al momento de la venta de su producción.
¿Cómo sigue el negocio?
Cuando uno analiza un negocio, no puede tomar en cuenta lo que sucede en un mes determinado, sino lo que ha sucedido en los últimos doce meses y eso es lo que sugerimos que los productores realicen. En un análisis de los últimos doce meses el resultado es positivo.
La situación se mantendrá tranquila durante junio y parte de julio, ayudado por la posible sobreoferta de carne vacuna por la crecida del Paraná, pero luego comenzará un repunte similar al sucedido en los últimos 4 años, terminando el año con precios más que interesantes. Con respecto al consumo, a pesar de los cambios puntuales relacionados con los precios, el mercado sigue demandante de carne porcina y estamos aún lejos del techo.