Una investigación llevada a cabo por la Universidad de Aahrus (Dinamarca), descubrió que alimentando la cerdas con una ración que vaya variando de acuerdo con sus necesidades individuales minimiza la pérdida de peso, mejora el rendimiento lácteo de la hembra y aumenta la tasa de crecimiento del lechón.
De esta manera, los requerimientos nutricionales de la cerda van variando desde el parto y según avanza el período de lactación. Por ejemplo, los requerimientos de lisina aumentan más que los de proteína y energía. Según los investigadores, estas necesidades no pueden satisfacerse dando a los animales una alimentación con un ratio fijo de nutrientes.
Los investigadores, según publicó Agrodigital, proponen una nueva estrategia de alimentación de manera que se proporcione una ración más dinámica, que esté formulada según los requerimientos diarios de lisina y energía durante el período de lactación. De esta forma, las cerdas recibirían más alimentación en la primera mitad del período de cría y menos en la segunda mitad en comparación con la estrategia tradicional.
En la investigación se comparó la dieta standard con un dieta con dos raciones diferentes a lo largo del período de cría. Se comprobó que las cerdas que recibían esta segunda alimentación no perdían peso al inicio de la lactación, mientras que lo perdían en las semanas 3 y 4 porque producían más leche de lo esperado. En consecuencia, los lechones destetados con esta dieta pesaban 700 gr más que los otros.