Por telemedicina atienden una intoxicación por cobre

Autora: MV Milagros Lostaunau Jáuregui
Atención de un caso clínico aplicando la Telemedicina

Notificación inicial:
Se recibe la llamada de un porcicultor, refiriendo que sus lechones que cría en cama profunda y que tiene 31 días de edad en promedio, se están muriendo. Me envía fotos y videos de los animales en el corral, brindando un detalle la calidad de heces en cama y de las necropsias realizadas. El día de la llamada habían muerto 15 lechones. En días previos habían muerto 5 y 8 lechones, respectivamente. También había procedido a separar a 12 animales por corral que estaban decaídos, con diarrea y con signos nerviosos.

Anamnesis:
La mortalidad solo se observa en el lote de 290 lechones de una semana posterior al destete, que están distribuidos en dos corrales de cama profunda. 90% de los lechones que han muerto son los más grandes, pero también hay lechones de otros pesos. El alimento es mezclado en planta propia. Indica que siempre en el alimento de fase 1, las heces son plomas oscuro y que luego en fase 2 cambian al color del alimento que es tipo caqui.

Con respecto a los signos clínicos, el porcicultor indica que observa a los animales deprimidos. Ha tomado temperatura y se encuentran en el rango normal (37 a 38.5°C). Las heces son lo que más le llama la atención, por la consistencia, más que por el cambio de color. Indica que al menos el 20% de los animales está con diarrea.
Procedo a revisar las imágenes y videos recibidos.

Lechones con depresión evidente en corrales destete venta con cama profunda de cascarilla de arroz.

Diarrea y heces sólidas de color plomo oscuro.
 

Lechones separados están deprimidos, con dolor abdominal, chillidos, signos nerviosos (posiciones anormales, paresia).

Mucosa gástrica enrojecida con abundante alimento. En la segunda foto la mucosa gástrica presenta múltiples lesiones.

Mucosa del intestino delgado enrojecida y la mucosa cecal hemorrágica en uno de los lechones.

Medidas inmediatas
Teniendo como presunción que la fuente de contaminación es el alimento; por la epidemiología observada, los signos clínicos, calidad de heces y las lesiones evidenciadas en las ayudas visuales recibidas.
1.    Se recomienda retirar el alimento de forma inmediata, limpieza y lavado de comederos.
2.    Cambiar el alimento por uno comercial para la misma etapa.
3.    Brindarle caolín pectina.
4.    Rehidratar a todos los lechones, soluciones que contengan complejo B.
5.    A todos los que están separados en enfermería aplicar un fármaco hepato -protector y penicilamina.

Investigación de la causa
Como diagnóstico presuntivo, barajaba tres opciones: intoxicación por cobre, intoxicación por sal o enfermedad del edema.

1.    Intoxicación por cobre (el cobre pigmenta las heces de un tono plomo): heces oscuras, diarrea, dolor abdominal, lesiones en mucosa gástrica y en intestino delgado, ciego hemorrágico. Signos nerviosos. Mueren súbitamente, los animales que más comen.

2.    Intoxicación por sal: parálisis parcial, animales que caminan sin rumbo, incoordinación, diarrea. Animales que se crían en grandes grupos y posiblemente no tengan suficiente cantidad de agua. Descarté este diferencial porque no había ceguera, sordera, si respondían a estímulos y no presentaban convulsiones. Asimismo, no había falta de agua en los corrales.

3.    Enfermedad del edema: mortalidad súbita en primera semana post destete, signos nerviosos que preceden a la muerte, diarrea. Descarté este diferencial porque no se encontró el principal signo de la enfermedad que es el edema generalizado.

Se recomienda tomar las siguientes muestras
Para confirmar la intoxicación por cobre: Toma de muestra de sangre y pedir un análisis completo para ver si hay anemia macrocítica. Analizar contenido intestinal y pedir concentración de cobre. Pedir muestra de alimento y verificar la concentración de cobre. Hacer una inspección a la planta de alimento y verificar la fuente de sulfato de cobre que se incluye en el alimento, observar características macro como granulometría y solubilidad.

Línea del tiempo
23/11: 5 lechones muertos
24/11: 8 lechones muertos
25/11: Se recibe el caso clínico en consulta. 15 lechones muertos. Se procede a retirar el alimento problema y se siguen las recomendaciones brindadas. Paralelamente se recomienda el inicio de la búsqueda de la causa, para las correcciones respectivas.
26/11: El porcicultor indica que ha cambiado el alimento a fase 2. Se recibe el reporte e imágenes. El porcicultor indica que han tenido dos decesos. Los animales están alertas. Las heces aún siguen oscuras.
27/11 Los animales recuperados, cambio de color de heces y consistencia. No hay muertos. Continuarán por una semana con un producto al agua a base de extracto de alcachofa, cloruro de colina y factor antitóxico.

Revisión Bibliográfica
En el año 1928 se demostró que el cobre era un mineral esencial en la dieta de los porcinos. Este mineral, en su forma orgánica, es necesario para la actividad de las enzimas relacionadas con el metabolismo del hierro, la formación del colágeno, producción de melanina, la integridad del sistema nervioso central, así como también para el funcionamiento normal de enzimas necesarias para prevenir la oxidación celular.

En su forma inorgánica se incluye en las dietas, como sulfato de cobre pentahidratado de grado alimenticio, y su función es la de control de bacterias patógenas en el lumen intestinal. Un punto por considerar es el porcentaje de absorción intestinal del cobre inorgánico en los cerdos según la edad; en los cerdos jóvenes solo se absorbe entre el 15 a 30% y los cerdos adultos entre 5 a 10%. El sulfato de cobre pentahidratado de grado alimenticio se agrega rutinariamente en las raciones de las fases de alimentación, entre los 21 y 70 días de edad de edad.

Su objetivo de uso, es ser un promotor de crecimiento a niveles entre 50 a 175 ppm. A niveles superiores a los 250 ppm suele interferir con el desarrollo de los lechones, sobre todo cuando los niveles de zinc y hierro son bajos. El sulfato de cobre pentahidratado de grado alimenticio a 500 ppm es tóxico, pudiendo generar muerte súbita en los lechones de mayor peso, pues son los que consumen más alimento. Además, se pueden observar otros signos clínicos de intoxicación como: signos nerviosos diversos, diarrea, falla respiratoria.
 

Sulfato de cobre pentahidratado de grado alimenticio. Tres características: < 0,4 micras, libre de dioxinas y metales pesados.
 

Sulfato de cobre pentahidratado (sin calificación de grado alimenticio). No se considera de grado alimenticio porque tiene granos > 4 micras y no hay uniformidad, suele aglutinarse, no se analizan dioxinas ni metales pesados. Son características comunes que encontramos en el mercado peruano.
 

Sulfato de cobre pentahidratado para trabajo de minería. Tamaño del grano entre 1 mm y 6 mm. Es el producto de mayor disponibilidad en el mercado peruano, porque tiene demanda en minería. Eventualmente es comprado por algunas granjas y luego molido para incluirlo en las mezclas.

Conclusión y Recomendaciones

Las medidas correctivas inmediatas fueron efectivas; en dos días ya no se tuvieron más decesos, los lechones recuperaron la vitalidad y calidad de heces. Definitivamente el factor alimento era el origen del problema clínico observado. Las intoxicaciones alimenticias tienen ese comportamiento epidemiológico, verificando que los cerdos más grandes son los que mueren primero pues son los que consumen mayor cantidad de alimento problema.

Adicionalmente quedaron puntos sin investigar como la concentración de cobre en sangre o contenido alimenticio. También la inspección de la calidad del insumo observado, sulfato de cobre pentahidratado, que estaban incluyendo en la fase de alimento problema. Información importante que nos ayudaría a tener un diagnóstico definitivo.

Se recomienda utilizar para la alimentación porcina, fuentes de cobre alternativas a las inorgánicas para mayor seguridad. Existen en el mercado local alternativas como los hidroxi minerales. Estos poseen mayor digestibilidad y biodisponibilidad, menor dosificación por tonelada de alimento balanceado, menor excreción e impacto al medio ambiente, menores decomisos por presencia de residuos de minerales pesados y dioxinas, aportes de diferentes nutrientes en sus moléculas, menores interacciones con otros nutrientes y anti nutrientes.

Bibliografía consultada:
•    Espinosa, C.D., Stein, H.H. Digestibility and metabolism of copper in diets for pigs and influence of dietary copper on growth performance, intestinal health, and overall immune status: a review. J Animal Sci Biotechnol 12, 13 (2021). https://doi.org/10.1186/s40104-020-00533-3
•    D.C. Church, 2002. Fundamentos de nutrición y alimentación de animales. México. Editorial Uteha Wiley. 635 páginas.
Michael R. Muirhead, 2001. Manejo sanitario y tratamiento de las enfermedades del cerdo. Argentina. Editorial Intermédica. 666 páginas.