Las cotizaciones de las últimas semanas de las tres especies de las cuales nos alimentamos los argentinos muestran un gran desconcierto. Por un lado el precio del pollo se volvió a desplomar y llegar a valores inferiores a los que tenía en enero. Los vacunos en el serrucho constante semana a semana, subiendo y bajando, están con una calma demasiado preocupante. El único que escapa a esto es el precio del capón con la complicación que se apartó mucho del pollo y se acerca peligrosamente al vacuno.
A esto debemos sumarle la decisión política-electoral de tranquilizar el dólar y bajarlo con la idea de frenar la inflación, sin el resultado deseado hasta el momento y teniendo en cuenta los flacos bolsillos de la gente. No hay una ahora 12 para comprar carne!!!.
El dólar también pega en la exportación ya que encarece los cortes porcinos que queremos exportar y hoy hay que pensar que exportar una media res a Rusia da un valor equivalente en capón vivo de $42.- el kilo, valor muy similar a un costo competitivo de producción.
Pero la situación del dólar además nos pega favoreciendo las importaciones, hoy muy competitivas que hace un mes atrás. No es de extrañar un aumento en las importaciones durante el mes de julio.
Más presión al mercado local
Por otro lado en un año de cosecha record de maíz y con el dólar tranquilo como dijimos, el precio sube a paso firme, igual que la mayoría de los costos de producción.
Por último ha comenzado un fuerte rumor en el sector de los inconvenientes serios financieros de dos importantes frigoríficos de chacinados. Volvemos a la triste época de las convocatorias?
Está nublado, no hay luz y además la brújula no funciona.
Sus Scofra / Especial para TodoCerdos