En economía y en el análisis de los mercados, hay un punto fundamental que es la elasticidad de la demanda y que se define como la capacidad del comprador de un bien de reaccionar ante los cambios del precio de éste, variando la cantidad que se adquiere.
La importante devaluación en la que estamos pos-PASO ha cambiado muchos costos, en especial los dolarizados y esto ha generado un reacomodamiento de precios, desde el propio capón, hasta los cortes que llegan al consumidor. Todo aumentó, menos una variable más que importante, el sueldo de los consumidores.
Los anuncios de aumentos a los consumidores están previstos para cobrar con los sueldos de septiembre y octubre, o sea a principios de octubre y noviembre. Mientras tanto la gente tiene el mismo ingreso que antes de las PASO y decidirá qué deja de comprar o qué compra menos.
El dólar tuvo una variación superior al 26%. El capón, tomando los precios de las dos semanas y los comentarios de muchos productores, sería superior al 16%. El vacuno está mostrando valores similares y desde mucho más lejos el pollo acompaña dichos porcentajes.
¿Cuál es la elasticidad de la demanda de la carne de cerdo en nuestro mercado? Lo sabremos en el transcurrir las próximas semanas. Si es elástico el consumo, no bajará mucho la cantidad que se compra. Si no es elástico, la cantidad bajará fuertemente.
Si vemos los distintos eslabones de la cadena porcina y pensando en la situación de la inelasticidad, los carniceros ante la baja de compra, pedirán menos carne porcina para la próxima semana, lo mismo harán los cortadores, comprando menos animales y por lo tanto podría bajar la faena y llegar al eslabón más complicado que son los propios productores, que podrán detener un poco la entrega, pero se verán forzados a sacar animales de cualquier forma y esto sería un fuerte golpe.
Otra vez nos encontramos que siempre en esta situación, el productor que espera más de tres meses de preñes a la cerda y luego necesita más de cinco meses para engordar el capón, puede sentir de forma directa la inelasticidad del consumidor que no tiene plata.
El mercado decidirá, será la reflexión muchos economistas, pero los que pagarán las consecuencias, serán el productor y el consumidor.
Sus Scofra / Redacción TodoCerdos