La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha publicado un documento con una serie de pautas titulado ?Cómo utilizar antibióticos de forma eficaz y responsable en la producción porcina, por el bien de la salud humana y animal?.
Los antibióticos son un descubrimiento revolucionario para curar infecciones en animales y humanos. Sin embargo, durante las últimas décadas cada vez más antibióticos no funcionan como se esperaba: no curan al paciente ni al animal de la enfermedad; no matan las bacterias que la causan.
"Esto se debe a que la bacteria en particular se ha vuelto resistente al antibiótico. La resistencia a los antibióticos es una amenaza cada vez mayor para la salud humana y animal en todo el mundo", destacan desde la FAO.
Asimismo, indican que se estima que en las próximas décadas se producirán varios millones de muertes anuales y una caída significativa de la producción ganadera atribuible a infecciones por bacterias resistentes. "Para proteger la eficacia de los antibióticos, es fundamental reducir su uso general y restringir su uso cuando realmente se necesitan", apuntan.
Esto se aplica tanto al sector de la salud humana como a la producción ganadera. "También debe tenerse en cuenta que puede haber una propagación de bacterias resistentes del ganado a los humanos y que se considera que los agricultores tienen el mayor riesgo de infección. Por tanto, el uso de antibióticos en la producción ganadera también puede influir en la aparición de bacterias resistentes a los antibióticos en los seres humanos", explican en el documento.
"A nivel mundial, se utilizan más antibióticos para el ganado que para los seres humanos. El gran uso en el ganado se debe principalmente a la utilización regular para la prevención de enfermedades y para hacer que los animales crezcan más rápido mediante la mezcla de antibióticos en los piensos, especialmente en la producción porcina y avícola", indican.
Estas prácticas no se ven en la medicina humana. Sin embargo, en muchos países, como los de la Unión Europea, se ha prohibido el uso de antibióticos para promover el crecimiento, y en varios países está restringido el uso regular de antibióticos para la prevención de enfermedades. Sin embargo, estas restricciones no han reducido la productividad animal.
Por lo tanto, según se señala en el documento de la FAO, existen opciones para que los agricultores contribuyan a reducir la cantidad de antibióticos utilizados en el mundo y así atenuar el desarrollo de resistencia a los antibióticos. Al mismo tiempo, estas opciones pueden proteger la eficacia de los antibióticos en la producción ganadera.
Por todo ello, la FAO brinda en su documento una serie de consejos para reducir la necesidad de antibióticos y cómo usarlos de manera responsable y eficiente cuando sea necesario. El enfoque que proporciona la guía de la FAO ha sido seguido por ganaderos de porcino de varios países del mundo y, según señalan, "ha demostrado su éxito sin obstaculizar la productividad".
Entre los consejos que da la FAO para reducir la necesidad de utilización de antibióticos en porcino se encuentran, por ejemplo, implementar mejores medidas de bioseguridad y seguir unas buenas pautas de vacunación.
Fuente: Animal´s Health