La necrosis de orejas es una patología bastante común y enigmática que se produce en granjas porcinas de todo el mundo. Las supuestas causas de la necrosis de orejas son múltiples y suelen ser especulativas; de hecho, hay muchos factores de riesgo asociados a la necrosis de orejas incluyendo traumatismos producidos por otros cerdos o por las instalaciones, sobredensidad, mezclas, humedad elevada, espacio limitado en los comederos o bebederos, piensos mal formulados, micotoxinas, enfermedades víricas o bacterianas, según publica el portal español 3tres3.
Los mecanismos reales y la patogenia de la necrosis de orejas todavía no han sido descritos, probablemente debido a que esta patología no está causada por un único organismo o mecanismo. En perros hay una patología análoga, con una presentación macroscópica indistinguible, que suele asociarse con vasculopatías, particularmente vasculitis inmuno-mediadas asociadas con infecciones, vacunaciones y erupciones producidas por fármacos.
La necrosis de orejas se caracteriza por una necrosis bilateral o, menos frecuentemente, unilateral de la punta y del borde posterior del pabellón auricular. Las lesiones varían desde una erosión superficial leve a una inflamación más severa con exudación, ulceración y necrosis. Esto compromete a la epidermis y permite el acceso a la vascularización de la dermis, lo que permite la propagación sistémica de bacterias piogénicas secundarias que acaban produciendo artritis, neumonía embólica, abscesos y decomisos en el matadero.
Casos llegados al laboratorio de diagnóstico veterinario de la universidad estatal de Iowa sugieren que la mayoría de granjas de Estados Unidos han tenido casos esporádicos e impredecibles, que tienen una gran variación en la frecuencia, morbilidad, severidad de las lesiones e impacto global en la población.
Resultados recientes
Recientemente se llevó a cabo una investigación sobre la necrosis de orejas en granjas de la región del medio-oeste de EEUU con el objetivo de caracterizar la progresión de las lesiones y detectar la presencia de patógenos potenciales. En todos los casos se tomaron muestras para histopatología y diagnóstico molecular y metagenómico en una única investigación.
Los estudios revelaron inflamación perivascular de la capa profunda de la dermis con cambios mínimos en la epidermis. Los cambios en los cerdos afectados crónicamente incluyeron ulceración, acantosis irregular, formación de tejido de granulación y trombosis en las capas profundas de la dermis.
La presencia de inflamación dérmica con pocos cambios epidérmicos sugiere un proceso "de dentro hacia fuera" más que un proceso "de fuera hacia dentro" y podría sugerir un compromiso vascular que permite la colonización y una progresión de la lesión debido a bacterias oportunistas. El análisis metagenómico reveló que las comunidades bacterianas cambiaban significativamente a medida que las lesiones progresan; debe investigarse más para determinar si los géneros Actinobacillus y Haemophilus actúan como etiologías primarias o son invasores secundarios debido al compromiso vascular.
La necrosis de la oreja sigue siendo un enigma. El uso coordinado de distintas técnicas podría dilucidar los mecanismos y/o etiologías que permitan la implementación de medidas preventivas y de tratamientos dirigidos.