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Manejo de la cachorra en pequeña escala

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El peso y la edad son importantes en el primer servicio, que deberá ser de unos 130 kilos y alrededor de unos 8 meses de edad. Hay que comenzar bien.


En cuanto a las pautas de manejo de la cachorra de reposición, se deben tener en cuenta aspectos referidos fundamentalmente a su edad y peso al primer servicio. Este deberá ser de 130 kg y de alrededor de 8 meses de edad, lo cual permitirá que el animal desarrolle un nivel adecuado de grasa dorsal (22 mm, pudiéndose evaluar in vivo con un ecógrafo) como reserva energética para la producción de leche y coincide con el tercer ciclo estral posterior a la pubertad, considerado como el adecuado para comenzar con su vida reproductiva.

Otro aspecto de suma importancia es el período de aclimatación y adaptación de la cachorra, dada la importante función inmunológica que el calostro tiene en esta especie. El manejo de contagio dirigido, la aplicación de un estricto plan sanitario pre servicio y la observación de síntomas de enfermedad, deben ser realizados durante este período que no debe ser inferior a los dos meses. Esta estrategia de manejo sanitario muchas veces no es realizada en forma correcta en los sistemas de producción a campo, conllevando a posibles problemas sanitario futuros tanto en la parte reproductiva como así también en la cadena de engorde.

El alto patrón sanitario de la reposición se torna vital para evitar la introducción y diseminación de enfermedades en nuestros rodeos. Este aspecto es un pilar fundamental de la Bioseguridad del establecimiento, tema del cual se desarrollará en el capítulo de Aspectos Sanitarios.

Sistema de parición en banda
Este sistema reproductivo en banda no es más que una filosofía de trabajo que nos va a permitir: obtener la mayor rentabilidad del sistema, logrando así un máximo aprovechamiento de las instalaciones para alcanzar una producción con partos, destetes y ventas de forma estable durante todo el año; organizar el trabajo interno de la granja; mejorar los resultados productivos; aumentar el control reproductivo de las madres; comercializar lotes homogéneos y disminuir el costo de flete a la hora de la venta, entre otros. Es por éstos motivos que la “planificación integral” del criadero se gestará desde un planteo reproductivo correcto, que debe ser evaluado y aprobado ante de la construcción de la granja y el ingreso de los reproductores.

El manejo en banda es una técnica mediante la cual dividimos el número de cerdas madres totales en grupos y establecemos un intervalo de servicio fijo, dependiendo de la estrategia reproductiva del tamaño de la granja.
Los criaderos donde el número de madres se encuentra entre 100 y 150, el planteo reproductivo clásico es dividir el rodeo en 7 grupos con un intervalo de servicio cada 21 días; el planteo de 4 grupos con servicio cada 35 días quedaría para aquellos criaderos que van desde la 60 madres hasta las 100, mientras que la división en 3 grupos con servicios cada 49 días sería el planteo reproductivo correcto para los criadero que contengan menos de 60 madres en total. Para aquellos criaderos que tengan menos de 8 a 10 madres se podría plantear realizar 2 grupos o 1 grupo (Tabla 6.3).

Es importante mencionar que a la hora de ajustar el planteo reproductivo es necesario evaluar cada caso particular con el técnico a cargo. Para una mejor explicación podríamos dividir la estrategia de manejo en banda por estrato de la siguiente manera: para criaderos que tengan más de 150 madres el planteo utilizado es dividir el rodeo en 21 grupos de 7 hembras cada uno con un intervalo de servicio semanal (7 días), lo que resultaría en una tasa de servicio semanal de 7 hembras con una tasa de parto semanal entre 5 a 6 hembras (contemplando un 80% de preñez). Para estos casos, el destete se realiza todos los jueves, el servicio todo los martes y miércoles mientras que los partos quedarían de jueves a sábado sistemáticamente.

Tabla 6.3. Sistema de manejo en banda según el tamaño de la granja.
Manejo del servicio
En lo referido al manejo del servicio, se deben tener en cuenta las pautas referidas a la sincronización de los celos y al tipo de servicio que realizaremos.
En lo que respecta a la sincronización de los celos, en esta especie se logra con total perfección aplicando normas de manejo como: destete simultáneo de todas las cerdas lactantes, traslado de las cerdas del área de paridera a la de servicio, ubicación en grupos, homogéneos por tamaño (no mayores a
10 cerdas para evitar pérdidas de gestación por competencia y golpes entre madres), suministrar comederos con alimento a voluntad, realizar en forma diaria estímulo y detección de celo introduciendo un padrillo en dicho grupo.
Estas simples técnicas de manejo permiten en los sistemas a campo alcanzar una perfecta sincronización de los celos, fundamental en la organización del sistema ya que nos permite: concentrar todas las etapas productivas (parto, destete, recría, terminación), adecuar las instalaciones al número de cerdas a parir, hacer un uso intensivo de las mismas, realizar reposo sanitario, planificar las épocas del año de mayor demanda de mano de obra (partos, destetes), tener continuidad en las ventas de animales, no alterar los grupos de cerdas formados (orden social).

Estas técnicas de sincronización tienen como requisitos para su implementación: poseer un adecuado número de padrillos (10% de padrillos sobre rodeo de hembras en servicio natural y un 1 a 2% bajo inseminación artificial), realizar un correcto manejo de sincronización del celo de las cachorras primerizas con el grupo de adultas, más la capacitación, constancia del operario encargado del manejo de esta etapa.

Por último debemos considerar la implementación de las técnicas de manejo individual de los servicios En el sistema individual o dirigido, la cerda que se detecta en celo es trasladada a la zona de padrilleras en donde se realiza el servicio; estas dos etapas (detección de celo y servicio) son supervisadas por el operario. Se aconseja realizar dos servicios por cerda con un intervalo de 10 a 12 horas, dependiendo de la época del año.

Los requisitos para su correcta implementación son: personal capacitado en el manejo integral del aspecto reproductivo de la granja, adecuada relación padrillo/hembra en servicio (1 padrillo cada tres hembras en servicio; esto se logra manteniendo un 10 % de padrillos sobre rodeo de hembra), adecuado diseño de las instalaciones para servicio y ladrilleras.

Las ventajas de este sistema son: estricto control y supervisión del servicio que nos permite contar con datos para detectar problemas reproductivos y realizar un estricto control en esta etapa tan vital para el éxito de nuestra gestión. No debemos dejar de mencionar la importancia de poder aplicar masivamente, en estos tipos de sistemas y fundamentalmente en los estratos de pequeños y medianos productores, como técnica de servicio la inseminación artificial. Las principales ventajas que este método aporta son:
• Menor número de padrillos (1% al 2% sobre el rodeo)
• Aumento de progreso genético
• Control de calidad de semen
• Ahorro de tiempo
• Cruzamientos de animales de diferente peso
• Menor transmisión de enfermedades venéreas
• Menor desgaste del padrillo
• Costo.

Esta técnica resulta de 3 a 4 veces más económica que el servicio natural, ya que con un salto en el potro se podría servir hasta 10 madres, mientras que en el servicio natural con un salto no se alcanzaría a servir una, ya que deberíamos repetir el salto a las 12 hs.

También es importante destacar la sencillez que en esta especie tiene la ejecución de la técnica. Una vez detectado el celo con el reflejo de inmovilización entre el operario y un padrillo (Foto 6.2), se procede a la higienización de la vulva con elementos descartables de forma centrípeta. Se coloca vaselina en la punta de la pajuela de inseminación y se introduce en la vulva, girando hacia la izquierda y desplazándola contra el techo de la vagina para evitar entrar en el orificio uretral que se encuentra en el piso de ésta. Luego de enhebrado el cérvix se coloca la dosis inseminante con una leve presión sobre ésta, evitando el reflujo de semen por la vulva. Una vez finalizado se retira la pipeta suavemente con giros hacia la derecha.

(Foto6.3). El número de dosis recomendado por servicio es de tres, con intervalos entre éstos de 12 hs desde el momento de la detección del celo (Tabla 6.4). Es importante destacar que la ovulación en la cerda se presenta en el último tercio del celo, que dura en promedio entre 36 y 45 hs en multíparas y entre 20 y 28 hs en primíparas. Por tal motivo, si se realiza una detección de celo diaria, el planteo de inseminación anteriormente propuesto aseguraría el encuentro entre el espermatozoide y el óvulo.

Por todas las ventajas expuestas es de suma importancia que en un futuro mediato existan mayor cantidad de técnicos especializados, agrupamiento de pequeños productores con un centro de inseminación común, o bien centros privados encargados de proveer semen a la región, lo que facilitaría la adopción de esta práctica en los productores de cerdos a campo.
Dentro de los factores que afectan la fertilidad del rodeo se encuentran las enfermedades reproductivas (Brucelosis, Parvo virus, Aujesky, Leptospirosis) y las micotoxinas (zearolonona), que entre sus principales efectos presentan repeticiones irregulares de celos, abortos, aumento de lechones nacidos muertos, nacimientos de camadas pequeños y débiles.

Aspectos Sanitarios
Un aspecto de fundamental importancia que se ha detectado en los últimos años en nuestro país y que afecta a los sistemas de producción a campo es el efecto que sobre la gestación temprana tiene la incidencia de los rayos solares sobre la cerda. Estos producen un proceso inflamatorio que conlleva la liberación de prostaglandina, la que por su acción luteolítica, produce disminución de progesterona, con la consiguiente interrupción de la preñez.
Para evitar este efecto que imposibilita lograr adecuados porcentajes de preñez y por lo tanto impide alcanzar la sustentabilidad del sistema, se han implementado instalaciones que permiten confinar a las cerdas en algunos casos solamente durante las horas del día y en otros totalmente.

En ambas situaciones esto debe realizarse hasta los 60 días de gestación ya que a partir de este punto los efectos lutelíticos no alcanzan para interferir en la gestación. Varios son los diseños utilizados: entre los que permiten el confinamiento total de hembras podemos mencionar a los galpones de gestación de cemento o madera. Para el confinamiento de hembras durante las horas del día con liberación a piquetes empastados durante la noche se diseñaron sombreaderos con piso de losetas de cemento, cuyos laterales se cierran con alambres tipo chanchero para impedir la salida de las cerdas.
También se debe proteger a los padrillos de los efectos que las altas temperatura tienen sobre la reproducción.

Es por esto que se recomienda, en los casos de implementar galpones para alojar las cerdas, que éstos en sus diseños tengan también boxes para alojar a los padrillos. En el caso de que no se utilicen estas instalaciones, se recomienda colocar en las padrilleras piletas media caña para bovinos enterradas en el suelo que durante el verano se llenan de agua y sirven de refrescaderos. También es recomendable en esta área implementar árboles y/o sombras con las dimensiones adecuadas para esta categoría.

Entre las malas prácticas de manejo que repercuten negativamente en el índice de fertilidad debemos mencionar la inadecuada proporción de machos para poder responder a la catarata de celos que se producen cuando aplicamos correctas técnicas de sincronización de celos. Reiteramos como adecuado contar con el 10% de padrillos sobre el rodeo de hembras. Esto conlleva a otro aspecto que muchas veces se descuida en este tipo de sistema que es el incorrecto manejo en la frecuencia de uso de los machos.

La recomendación es utilizar a los machos adultos con no más de dos saltos por día y en cortos períodos de tiempo (3 a 5 días). La sobreutilización de los mismos conduce a la disminución de la calidad espermática de los machos con la consecuente disminución de la fertilidad y de los lechones nacidos por camada.

Otro aspecto de fundamental importancia para el éxito en el manejo de los servicios es la supervisión de esta etapa por el operario capacitado en los aspectos esenciales en el manejo del servicio. La presencia y la capacitación del personal significan un compromiso con una etapa vital para el sistema productivo.

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Actualizado a: 14/11/2024

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Fuente: Federación de Productores Porcinos | Los precios no incluyen IVA
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