Los resultados fueron positivos, confirmándose que sus procesos integrados, desde la genética, reproducción, alimentación y cría de los animales hasta la faena, desposte, envasado y distribución final, aseguran la máxima calidad e inocuidad de sus productos. Con esta nueva habilitación, podrán comenzar a exportar a corto plazo a nuevos clientes de Filipinas.
Desde hace casi 4 décadas que se dedican a la producción y procesamiento de carne porcina, destacándose por su excelencia genética. Cuentan con áreas de producción primaria, playa de faena de última generación y laboratorio propio.
La responsable del Departamento de Control de Calidad del frigorífico, María Natalí Braida, y el responsable de Producción del frigorífico, Ignacio Álvarez compartieron su experiencia en la empresa y el reciente éxito de la inspección. Explicaron que la misma fue realizada por veterinarios representantes del Gobierno filipino, y solo tuvieron una corrección, «todo lo otro fue un resultado de aprobado».
«Estuvimos un mes preparándonos para esta visita; y la verdad que el equipo tuvo un resultado muy satisfactorio, se vio el esfuerzo que hizo toda la planta para lograr el éxito«, destacaron.
En total, la empresa tiene 280 empleados, y recientemente también recibió la habilitación para comenzar a exportar carne de cerdo a la República Oriental del Uruguay, y de hecho que ya ha completado su primer envío a este país y hay otros en camino.
Ignacio Álvarez tiene 28 años y es ingeniero en alimentos. Está a cargo de coordinar la producción, planificarla y programarla con base en los pedidos que van surgiendo de los clientes.
María Natalí Braida es técnica en Industrias Alimenticias y ya lleva 10 años de experiencia en la industria frigorífica. Su departamento tiene la responsabilidad de cumplir con las normas vigentes, bajo la regulación de Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria), el organismo contralor para la empresa: velar por cada buena práctica que maneja el operario en la manipulación de la carne, y la inocuidad.
«Acá hay un trabajo en equipo. Todos los sectores suman y acá no es que se limitan a la tarea, todos aportamos y somos un gran equipo, más una familia que nos apoyamos mutuamente y en esto querer destacar del apoyo y la confianza, desde los dueños hasta la ingeniera María Eugenia, que deposita nosotros para que nos desenvolvamos con naturaleza y con nuestro criterio en el trabajo«, remarcó ella, refiriéndose a la familia dueña del frigorífico Gonzalo Davis.
«La empresa nos brindó, tanto a Nati como a mí, la oportunidad de aprender y de equivocarnos, y en ese error fuimos aprendiendo y creciendo, así que la verdad que fue muy muy positivo todo el aprendizaje práctico«, añadió Ignacio.
Tomado de ReconquistaHOY