El 2025 arrancó con números históricos para el sector porcino. Según los últimos datos: se produjeron 117.892 toneladas de carne porcina en el primer trimestre, un 3,7% más que en el mismo período del año pasado. A su vez, el consumo per cápita llegó a los 17,48 kg en febrero, el valor más alto para ese mes en la historia argentina.
Brunori recordó cómo el cerdo pasó de ser un producto de consumo estacional a tener carnicerías exclusivas: “Nosotros comíamos 6 kilos de carne de cerdo por año, casi todo fiambre. Hoy en Marcos Juárez ya hay casi 10 carnicerías dedicadas sólo al cerdo”.
El alerta: importaciones en alza y el rol de Brasil
A pesar del panorama alentador, el especialista lanzó una advertencia: el ingreso de carne porcina importada creció exponencialmente, principalmente desde Brasil.
¿Por qué? El tipo de cambio juega un rol clave:
“Hoy el precio en dólares en Argentina es de 1,80 y en Brasil de 1,40. Eso hace que a la industria le convenga más comprar en el exterior”.
Actualmente, las importaciones representan el 8% del consumo interno, pero el especialista recordó lo ocurrido durante la convertibilidad: “En los años 90 importábamos 50.000 toneladas y producíamos 150.000. El productor argentino se quedó sin mercado y desapareció el 50% del stock”.
Brunori explicó cómo el tipo de cambio actual afecta la competitividad local: “Tener un dólar planchado favorece la importación y complica a los productores argentinos. Si sube el dólar, mejora la exportación, pero también aumenta la inflación y se cae el poder adquisitivo”.
Esa tensión se vuelve crítica para el cerdo, cuya venta depende casi exclusivamente del mercado interno:“La actividad porcina destina casi el 99% al consumo local. Nuestro consumidor es el ciudadano argentino y si pierde poder adquisitivo, nos afecta directo”.
Otro fenómeno que atraviesa el sector es el reordenamiento estructural. La tendencia es clara: desaparecen los pequeños productores y crecen las grandes granjas.
“Hoy el pequeño productor tiene entre 150 y 400 madres. Muchas granjas chicas cerraron. En Monte Buey hay establecimientos que ya manejan más de 17.000 madres”.
El cambio no solo es económico sino también socioproductivo, y requiere repensar las políticas públicas y el formato de eventos tradicionales del sector.
¿Qué pasa con Fericerdo?
El clásico evento de la producción porcina argentina, Fericerdo, no se realizará en 2025. Desde el INTA explicaron que se debe a la inestabilidad institucional y presupuestaria, además de los cambios en la estructura del sector.
“Hoy hay menos productores, pero más grandes. Necesitamos analizar qué tipo de evento necesita el sector. Estamos pensando en retomar recién en 2026”.
Un sector resiliente, con desafíos por delante
La entrevista dejó claro que el sector porcino argentino está en expansión, pero enfrenta riesgos estructurales: tipo de cambio, importaciones, concentración productiva y pérdida del poder adquisitivo en su principal mercado: el consumidor local.
Brunori cerró con un mensaje esperanzador pero con los pies en la tierra:“Todavía no estamos como en los 90, y no creo que lleguemos a eso. Pero hay que estar atentos. El cerdo es hoy una historia de crecimiento, pero no se puede descuidar”.
Fuente: www.cadenasudeste.com