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"Los jabalíes causan daño a la flora y fauna autóctona"

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Así lo consignó Gustavo Aparicio, director de la Fundación Hábitat y Desarrollo. Son una preocupación para productores rurales, generan pérdidas en los cultivos y destruyen alambradas.


Los jabalíes forman parte del paisaje rural, están involucrados de muchas maneras. El rol más grave que les cabe se da cuando cruzan las rutas y provocan accidentes viales, muchas veces mortales. Pero también se los combate porque son destructores de alambrados, pueden acabar con un lote sembrado con maíz en un rato o transmitir triquinosis debido a su condición salvaje, aunque en este último caso la culpa es de los cazadores desaprensivos, que no hacen analizar la carne antes de consumirla o hacer chacinados. Su trabajo consiste en ayudar a proteger 24 reservas naturales privadas distribuidas en cinco provincias y una de las amenazas son justamente estos chanchos salvajes. Sobre su comportamiento y lo que significan para la producción habló con el sitio web Bichos de Campo. “Hay muchos jabalíes, sobre todo en el centro este y en la región andino-patagónica. Los cerdos no son otra cosa que jabalíes domesticados. Es notable ver cómo las poblaciones de cerdos que se vuelven silvestres, pronto comienzan a adquirir los rasgos típicos de lo que conocemos como jabalíes”, reflexiona. Aparicio enumera los problemas que les traen a los productores: “Rompen silobolsas para comer, transmiten enfermedades al ganado, dañan infraestructura y hasta remueven el suelo de las pistas de aterrizajes necesarias para el combate de incendios. También conozco productores en Corrientes que encierran a las vacas preñadas para evitar que los cerdos cimarrones ataquen a terneritos recién nacidos”. No son fáciles de combatir, ni todos los medios son legales. “Los criadores de ovejas a veces colocan cebos envenenados para matarlos, pero son animales muy inteligentes que difícilmente caigan dos veces en la misma trampa. Además es un procedimiento fuera de la ley, que termina afectando a los carroñeros como jotes, caranchos, chimangos, zorros, zorrinos y armadillos, que mueren de a cientos. Tampoco sirven las trampas-jaula, son desconfiados y aprenden rápidamente. En nuestro país es común el uso de perros entrenados para capturar jabalíes. El dogo argentino es muy utilizado, ya que es una raza creada en nuestro país para caza mayor”, informa. La Fundación Hábitat y Desarrollo tiene un proyecto para controlar a los cerdos cimarrones en un establecimiento ubicado en la localidad correntina de La Cruz, y otro que incluye también a los ciervos axis en el Área de Amortiguación del Parque Nacional El Palmar, en Entre Ríos. “En Corrientes dispusimos de cinco mangrullos distantes entre sí y se ceban los alrededores con maíz podrido. En cada apostadero hay dos cazadores habilitados por la Fundación y por el propietario, que además adquieren los permisos que otorga la provincia. Al apuntar desde un sitio elevado, los disparos se producen en diagonal hacia abajo. Atraer los jabalíes al área de tiro es menos eficiente que recorrer el predio con un arma al hombro, pero es más seguro, ya que no hay balas perdidas. Tras la caza, llevamos los animales hasta un galpón donde se los faena, se analiza que no tengan triquinosis y se seleccionan los cuartos traseros que se llevarán los cazadores o serán donados a un colegio rural”, cuenta Aparicio. Según una encuesta de Senasa, en La Pampa los ven beneficiosos porque atraen cazadores, lo que genera recursos económicos. El especialista reconoce que “no es lindo matar animales…”, ya que no tienen la culpa del impacto que producen, “por eso es necesario dar la mayor utilidad posible a su sacrificio. Pero hay que controlar su población para que no dañen seriamente a la vida silvestre ni a la producción agropecuaria, siempre siendo respetuosos, sin causarles estrés ni sufrimiento”. Lo que rechaza es la crítica que se basa en creer que si el animal se encuentra viviendo en la Naturaleza, no hay que entrometerse porque sola encontrará el equilibrio. “Esta creencia omite que el tiempo para que ese ‘equilibrio’ se produzca puede requerir miles de años; e ignora el daño irreparable que mientras tanto causan a las especies autóctonas y a los procesos ecológicos”. Para el especialista, hay que dar un fin útil a la eliminación de estas especies dañinas. “La mejor carne debe llegar a los comedores populares, escuelas, cárceles y hospitales tras los controles bromatológicos indispensables. El cuero se usa para forrar calzado y hacer billeteras, que al igual que la industria de embutidos se abastece de pieles de cerdos de criadero. Es clave adaptar procesos para que la materia prima llegue a estas industrias, para eso contamos con el INTI y con escuelas agrotécnicas en todo el país”, analiza. El jabalí rompe silobolsas, transmite enfermedades al ganado, le hace un daño a los suelos y destruye la infraestructura rural. Claro que no todas las provincias están con el arma lista para dispararle a un jabalí. Si bien una encuesta del Senasa arrojó que los productores rurales están preocupados por las pérdidas que sufren, los de La Pampa consideraron al jabalí como beneficioso porque atrae cazadores que generan recursos económicos. “Quizá sea una buena forma de solventar el control de la especie, si es que no terminamos protegiéndola para seguir con el negocio. Igual es casi imposible erradicar una especie como el jabalí, si se tomaran las medidas necesarias solamente podría mantenerse controlada la población y apenas a nivel local”, asegura el ambientalista. El problema es el daño irreparable a la flora y la fauna autóctona. “Los chanchos cimarrones hacen estragos en toda la fauna que vive o anida en el suelo, como aves de pastizal, tortugas, yacarés, anfibios y pequeños mamíferos. También afectan el suelo y la vegetación, ya que escarban con el hocico y las patas buscando semillas, raíces e insectos. Pueden comer de todo y son muy voraces, convirtiéndose en el máximo predador de los sitios que colonizan. Impresiona la velocidad con la que ocupan un territorio. En 5 o 6 años puede pasar de no haber chanchos hasta estar plagado de ellos, como está ocurriendo en varios departamentos de Corrientes y de la provincia de Buenos Aires”, cierra Aparicio. Por Marcelo Dettoni

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Actualizado a: 14/11/2024

Precios capones y chanchas
Cantidad total: 74.074 cab.
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Plazo de pago promedio 15 16 19
Peso promedio ponderado 114 115 220
Porcentaje de Magro 57% 57% 57%
Cantidad 58.692 15.382 1.299
Índice PorMag: $1600,00 Alza
Precio del Maíz $185.900
Fuente: Federación de Productores Porcinos | Los precios no incluyen IVA
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