Un comedero adecuado es uno de los elementos de la granja que más rápidamente devuelven la inversión que se pagó por ellos, ya que el alimento significa alrededor del 70% del costo de producción de un cerdo enviado a faena, y en la etapa de recría y terminación ese porcentaje llega hasta un 90 % del costo.
La compra de comederos nuevos no debería hacerse únicamente cuando ya no funcionan los que se tienen, porque mantener comederos ineficientes en una granja significa tener un gasto extra considerable.
Quizás usted tenga buenos comederos en su granja, pero si están mal manejados esto los hace ineficientes. Un comedero no estará jamás exento de atención, deberán regularse varias veces durante la etapa de crecimiento y engorde de los cerdos (la sugerencia es que diariamente se los debe revisar); principalmente cuando se cambia de alimento pelletizado a un alimento en harina o cuando se cambia de fase de alimentos, la textura y las materias primas usadas son diferentes, pudiendo tener diferente granulometrías y por lo tanto favorecer o no la caída y acceso de alimento.
Conforme los animales crecen, se debe observar el desempeño del comedero para asegurar su buena regulación y funcionamiento, para que no les falte alimento ni que lo desperdicien.
Los diseños de los comederos han evolucionado, lo que permite encontrar modelos que cumplen con uno o varios objetivos a la vez.
Algunas cuestiones que debemos considerar son: la capacidad de almacenar la cantidad de alimento para el consumo diario; el mecanismo de regulación para dosificar la oferta de alimento y evitar el desperdicio; si tiene combinación con chupetes para formar una sopa que estimule la ingesta del alimento; y la necesidad de mantenimiento frecuente o no de los mismos.
También, con el desarrollo del sistema “Wean To Finish”, los diseños han encontrado la manera de que el mismo comedero tenga la versatilidad suficiente para adecuarse a las diferentes edades de los animales durante su crecimiento y a los diferentes tipos de alimentos a suministrarles.
La calidad y el tipo de los materiales utilizados es otro punto a considerar: pasamos de aquellos comederos de madera o cemento a los metálicos de acero inoxidable, plásticos e incluso combinaciones de ambos materiales, que nos permiten tener mejor regulación, limpieza y durabilidad de los mismos.
¿Qué se busca al momento de adquirir un comedero?
a) Mejorar la eficiencia de Conversión Alimenticia, no sólo favoreciendo que los animales tengan mayor disponibilidad de alimento para consumir, sino que también podamos disminuir al máximo posible el desperdicio del alimento.
b) Sistema de regulación práctico, sencillo y por sobre todo eficaz, que demande el menor trabajo posible por parte de los operarios, pero teniendo la plena seguridad de que no vamos a tener desperdicio ni que vamos a terminar restringiendo el consumo por parte de los cerdos. Para este punto es muy importante contar con un sistema robusto y bien diseñado de regulación por parte del fabricante.
c) Durabilidad, pues los comederos son equipos que están en constante interacción, no sólo con los cerdos, sino también con las condiciones ambientales del edificio (humedad, gases como el amoníaco o incluso los detergentes y desinfectantes que se utilizan en los períodos de vacíos sanitarios).
d) Fácil limpieza y desinfección.
e) Bajo mantenimiento.
f) Mejor relación costo-beneficio.
El tamaño del comedero debe ser adecuado para cada etapa de producción y evitar que los lechones muy pequeños se metan dentro del lugar de oferta de alimento y se encajen, o que cuando crezcan no puedan comer porque los separadores determinen un espacio inadecuado (tener en cuenta en base a la proyección y tamaño de los animales a la venta).
Los comederos tipo seco-húmedo deberán instalarse con un sistema de agua que cuente con regulador de presión y filtro de partículas, para que funcionen de manera correcta. Si sus corrales de engorda no tienen pisos de rejilla, deberán instalarse en un lugar correcto del corral, ya que si tiran agua los cerdos perderán la identidad de área seca y área húmeda y los corrales serán más sucios, lo que incrementará los tiempos y las labores de limpieza.
Los comederos se deberán instalar en el área seca del corral, buscando la facilidad del llenado, ya sea manual o automático, y el fácil acceso para los cerdos, procurando que no haya elementos que dificulten al cerdo comer.
Los comederos deben ser fijados firmemente de manera que no permitan que los animales, en la medida que van creciendo, puedan moverlos. Por un lado, porque puede generar desperdicio de alimento y, por otro, porque lo utilizan como un “juguete” no permitiéndole a los demás animales acceder a comer, además de provocar el pronto deterioro de los mismos.
En caso de roturas, deberán repararse a la brevedad, debido a que con el tiempo los animales continuarán deteriorándolos y quitándoles funcionalidad. Se debe evitar, además, que los animales defequen u orinen en el plato porque esto va a impedir el buen consumo del alimento.
El número de bocas del comedero debe ser adecuado a la cantidad de cerdos alojados en el corral y deben respetarse las recomendaciones del fabricante, ya sea del número de animales por boca como del ancho de las bocas de acuerdo con el peso máximo de los animales alojados.
En resumen, las cuestiones que debemos tener en cuenta a la hora de elegir comederos para la etapa de crecimiento y terminación de los cerdos son:
• Fácil acceso con separadores de acuerdo con las diferentes edades o categorías.
• Disponibilidad de bocas acorde a la cantidad de animales que vamos a alojar en el corral.
• Seco-húmedo estimula un mayor consumo de alimento y por consiguiente mejora el peso de salida, pero puede empeorar la conversión alimenticia, el rendimiento de carcasa y magro; por eso debemos tener en cuenta también qué estamos buscando como objetivo para el negocio.
• Que el sistema de regulación sea práctico y fácil para poder realizar los ajustes y regulaciones necesarios.
• Que posea una reserva de almacenamiento que permita, ante algún evento inesperado (ej. corte de luz), abastecer de alimento por un tiempo más.
• Que no tenga bordes salientes o filosos que puedan lastimar a los animales cuando consumen o cuando interactúan con el mismo.
• Que tenga buena calidad de material que permita una máxima durabilidad para evitar rápidos reemplazos y gastos excesivos en mantenimiento.
• Costo aceptable versus la recuperación de la inversión, considerando la cantidad de kilos que pasa por cada uno de ellos en términos de dinero y la producción de kilos de carne porcina vendidos.
Por lo enunciado anteriormente, creemos que resulta sumamente interesante revisar cómo funcionan nuestros comederos; si tienen desperdicios; qué cantidad y qué posibilidad tenemos de mejorar esto, cuál será el impacto, para que veamos qué tan costosa resulta la inversión en comederos o cuán pronto recuperaremos lo invertido.
Eso requiere que se mida, para poder tomar decisiones con datos verdaderos que nos permitan comparar nuestra realidad con el potencial que las nuevas condiciones de producción están logrando.
MV Sergio Ferrero
Dpto. Técnico Cerdos Provimi
Cargill Nutrición Animal
MV Luciano Eduardo Palestro
Coordinador Técnico Cerdos Provimi
Cargill Nutrición Animal