La erosión y ulceración de la mucosa del estómago es una afección muy común en la especie porcina. Afecta principalmente a los animales en la categoría de engorde y cerdas adultas, los signos varían de acuerdo con la severidad de las lesiones desde disminución del consumo, palidez, retraso del crecimiento y desarrollo impactando sobre los parámetros productivos, hasta incluso la muerte. Como veremos a continuación, se trata de un cuadro multifactorial donde confluyen varias situaciones comúnmente encontradas en las granjas de nuestro país.
Ulcera gástrica se refiere a la destrucción parcial o total de la mucosa del estómago. Debido a características anatómicas, la porción afectada corresponde a la pars esofágica. La lesión comienza con una paraqueratosis de la mucosa, seguido de la formación de la úlcera y finalmente con la estenosis esofageal.
Fisiopatología de la ulceración gástrica
Para entender el proceso de formación de úlceras, debemos conocer el funcionamiento del estómago del cerdo. La región esofágica (llamada así precisamente porque es la zona de inserción del esófago al estómago) es una zona aglandular con un pH de 4,9 donde no se producen ácidos o enzimas y cuyo epitelio no cuenta con mucus como barrera de protección. Estas características la hacen sensible a las condiciones del estómago ventral, donde se concentran los ácidos y enzimas responsables de la digestión y cuyo pH es inferior a 3,5.
En condiciones normales el contenido sólido pastoso del estómago no afecta la zona esofágica, pero ante determinadas condiciones que veremos a continuación, el contenido se vuelve más fluido llegando a tomar contacto con la región esofágica y produciendo la irritación del misma. El grado de lesión dependerá de las características del fluido y del tiempo que éste tome contacto.
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La mayor prevalencia se da en las categorías de engorde (alrededor del 35%) y en cerdas adultas (20-24%), alrededor del 6% de los casos de muerte súbita que se reportan en cerdas se deben a úlceras gástricas.
¿Qué factores favorecen la ulceración gástrica?
Si bien en la bibliografía se observan diversas clasificaciones de las causas de úlceras gástricas, en este artículo abordaremos aquellas relacionadas con las características del alimento y con las medidas de manejo diario. Como punto de partida debemos pensar que, si bien la mayor casuística de las úlceras gástricas se da en las categorías mayores y adultas, la mucosa del estómago está constantemente expuesta desde que el animal inicia con su desarrollo, por lo tanto, su cuidado debe comenzar desde las etapas tempranas de la recría, más aún pensado en las futuras madres de nuestro sistema productivo.
Características de la molienda del alimento
Aquí intervienen dos conceptos muy conocidos en producción porcina: granulometría (diámetro geométrico promedio de las partículas) y desviación estándar (distribución de las partículas). En general, deberíamos trabajar con una granulometría no menor a 700 micras para cerdas adultas y no menor a 500 micras para animales en engorde.
Los alimentos con una granulometría menor pueden provocar un aumento de la fluidez del contenido gástrico y permitir que las secreciones ácidas entren en contacto con la parte esofágica. En cuanto al desvío estándar se sugiere trabajar con valores no mayores a 1,2 evitando la presencia de partículas muy finas y/o muy groseras.
Dietas altas en energía y bajas en fibra
Dietas con alta inclusión de trigo o cebada, niveles superiores al 50% de inclusión resultan en un factor agravante en la aparición de úlceras, más aún si su inclusión no va acompañada del uso de enzimas.
Micotoxinas
Las micotoxinas suprimen el sistema inmunológico aumentando la susceptibilidad a enfermedades. Además, causan daño hepático y úlceras per se. En este sentido, la familia de las Fumonisinas es la más comúnmente implicada en esta patología.
Estrés
Cualquier situación que genere estrés se acompaña generalmente de periodos de ayuno, lo cual puede aumentar la fluidez del contenido gástrico. Algunas de las situaciones que causan estrés en el cerdo incluye enfermedades infecciosas, cambios repentinos de rutinas, alta densidad animal durante largos periodos de tiempo, mal manejo del ambiente (ventilación y temperatura), espacio de comedero inadecuado y escasas fuentes de agua y/o caudal de la misma.
Cambios en la rutina de alimentación
El cerdo es una especie que se acostumbra a las rutinas, por eso cuando se disminuyen o modifican los horarios de alimentación de manera brusca, podemos provocar periodos de ayuno prolongados y repetidos lo cual favorece la irritación y posterior ulceración gástrica. Lo mismo sucede cuando los comederos de recría o engorde se quedan sin comida o cuando alimentamos a las cerdas en gestación 1 vez al día.
Síntomas de la ulceración gástrica y prevención
La sintomatología en los animales afectados dependerá del grado de afección de la mucosa gástrica, tal como puede observarse a continuación.
Por lo general comienza con apatía, decaimiento, disminución del consumo y desmedro. En animales con úlceras sangrantes se observa palidez y presencia de heces oscuras. Ya cuando se produce la perforación de la úlcera, generalmente ocurre la muerte de los animales. Sin embargo, en la mayoría de los casos es subclínica, afectando negativamente la ganancia de peso y la conversión alimentaria y aumentando los días necesarios para llegar al peso de faena. Así, en animales de engorde con ulceración gástrica se ha reportado una disminución de la ganancia diaria de hasta 200 gramos.
Entre las medidas preventivas es fundamental contemplar el control de los factores de riesgo. Sabiendo la importancia que tiene la fluidez del contenido gástrico como factor causal se debe controlar la granulometría del alimento, que la misma sea acorde a la categoría.
-Prevenir los ayunos prolongados y/o repetitivos, controlar las rutinas de alimentación que sean en tiempo y forma, si se van a hacer cambios controlar el comportamiento de los animales. Controlar el estado de los comederos, líneas de alimentación y stock de alimento en silos.
-Verificar el espacio de comedero, cantidad de fuentes de agua y caudal de la misma, que sea acorde a cada categoría. En el caso de las cerdas verificar el consumo de los primeros días post parto y post tratamientos y/o vacunaciones.
-Prevenir y/o tratar la ocurrencia de enfermedades, las cuales generalmente cursan con fiebre y disminución de consumo.
-Realizar un uso racional de medicamentos, teniendo en cuenta el efecto que pueden tener sobre el tracto gastrointestinal e hígado.
Conclusiones
La irritación y ulceración gástrica es una patología frecuente en las granjas porcinas, generalmente asociada a factores nutricionales, estrés y manejo de los animales. El control de los factores de riesgo es esencial para minimizar su incidencia y disminuir el impacto sobre el rendimiento productivo y económico.
Por: Victoria Cicarelli
victoria.cicarelli@nutrifarms.com.ar