Mientras Chacabuco ya piensa en las ventajas que podría traerle a su distrito la puesta en marcha de granjas porcinas chinas, en Junín aún no hay novedades ni acercamientos con las organizaciones.
Esta semana, la prensa de la vecina ciudad informó que Julián Ramundo, secretario de Producción chacabuquense, junto al intendente municipal, Dr. Víctor Aiola, mantuvieron una reunión con Javier Rodríguez, ministro de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires. en la que también estuvo presente el jefe de Gabinete de la dependencia, Nerón Chari.
Junto a las autoridades provinciales plantearon su interés sobre las oportunidades, estrategias y la implementación de políticas para atender las demandas de inversión del sector agropecuario, focalizados en tres principales ejes: incremento de la cadena de valor de la carne de cerdos, desarrollo y promoción de la carne ovina, así como el acompañamiento al sector frigorífico, clave para favorecer el incremento de producción de las carnes mencionadas.
En ese aspecto, Ramundo se refirió a la posibilidad de inversiones chinas para la producción de carne de cerdo y señaló: “necesitamos amplificar las ventajas comparativas que tiene Chacabuco respecto a uno u otro sector. Tenemos que ser parte. Chacabuco tiene ventajas estratégicas para atender esta producción”.
Consultado por Semanario, el presidente de la Sociedad Rural de Junín, Gustavo Frederking, respecto a si se estaban llevando a cabo reuniones con el municipio para evaluar la alternativa productiva de cerdos chinos en Junín, sostuvo que no tenían ninguna noticia de que desde el plano local se estuviera gestionando a favor del proyecto nacional, al que consideró importante aunque controvertido por lo ventajoso que sería desde el punto de vista de la inversión, pero “hay un fuerte cuestionamiento ambiental”, dijo el dirigente.
Producir cerdos para China
El acuerdo con China para producir cerdos en Argentina ya sería un hecho, lo que importa ahora es saber quién o quiénes lo manejarán y en qué circunstancias, tanto productivas como comerciales, ambientales y demás.
Ahora se van conociendo algunas novedades como que los funcionarios de Chacabuco con proactividad ya están adelantándose a otros distritos, mientras que a nivel nacional se “filtran” algunos datos de cómo se plantea el desembarco del negocio.
De hecho, el periodista Patricio Eleisegui escribió un artículo para un portal económico indicando que “el objetivo de fondo es blindar de cualquier forma una inversión que podría totalizar los casi 4.000 millones de dólares en alrededor de 6 años, según las estimaciones que se barajan en torno al Ejecutivo nacional”.
Números en danza
Según el diario iProfesional: “las negociaciones entre países comenzaron a ganar tono oficial a partir de marzo de este año. Si bien las tratativas entre actores privados tuvieron su primer capítulo en enero -siempre de 2020-, lo cierto es que el diálogo de gobiernos se activó recién dos meses después”.
El proyecto procura garantizarle a China hasta 900.000 toneladas anuales de carne de cerdo y contempla el desarrollo de mega granjas con capacidad para albergar a 300.000 hembras.
Aunque puertas hacia afuera el Gobierno continúa esquivando los pronunciamientos, muy cerca de la cartera de Agricultura reconocen que Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe son las provincias que marchan al frente en términos de eventuales primeros destinos de inversión.
La intención del Gobierno, de acuerdo al documento al que accedió iProfesional, es impulsar granjas de 12.000 "madres" dotadas con plantas de prensado de soja y maíz transgénicos -para la alimentación del ganado porcino-, instalaciones de balanceado, frigoríficos para la exportación de lo faenado y áreas de empaque.
“Los módulos en cuestión se instalarán en zonas dotadas con establecimientos agropecuarios de, como mínimo, 100 hectáreas. Y en puntos del país que garanticen la disponibilidad de al menos 17.000 hectáreas de maíz y soja”, afirma el periodista.
Según la hoja de ruta oficial, las granjas se levantarán en áreas que puedan aportar un flujo de agua del orden de los 1,5 millones de litros diarios. Otra pauta establecida en el proyecto: la producción intensiva se llevará a cabo en "terreno consolidado no inundable en los últimos 50 años".
Hay más: las provincias que procuren ofrecer su territorio para la radicación de estos complejos deberán contar con una buena infraestructura en términos de caminos, disponer de conexión ferroviaria y, además, garantizar mano de obra.
La postura oficial, de acuerdo al proyecto, comprende el "aprovechamiento de los recursos presentes en la locación, como así también de los productos secundarios que se generen de la industrialización in situ de los diferentes procesos.
"Se trata de una propuesta a desarrollar en el lapso de 6 años mediante la cual China apunta a recuperar el stock de carne que perdió a partir de la matanza de cerdos que llevó a cabo el año pasado tras un brote de peste africana. Las autoridades sanitarias de ese país aniquilaron al 40 por ciento del ganado porcino y la posterior escasez de productos derivó en la decisión de salir a buscar superficies en el mundo para criar los animales que necesita la potencia asiática”, indica Eleisegui .
Y añade: “Si bien Brasil es el socio comercial predilecto en esta región, las sucesivas devaluaciones argentinas redireccionaron el interés de los chinos, que en Asia producen un kilo de carne de cerdo a razón de los 2 dólares de inversión mientras que aquí podrían generarlo por apenas 70 centavos de la misma moneda”.
Si bien muchos son los que parecen anotarse en el tren productiva de los “proyectos chanchos” queda todavía evaluar el impacto ambiental.
Justamente la UNNOBA publicó recientemente un estudio sobre tratamiento de residuos generados por las producciones de cerdos, lo cual será una de las claves para que este proyecto sea beneficioso para el interior y no termine convirtiéndose en un grave contaminante como ocurre con la matriz productiva agrícola desembarcada en los años ’90.
Redacción Semanario