Desde la Facultad de Agronomía y Veterinaria (FAV) instan a realizar los estudios para evitar brotes de la enfermedad. El servicio se presta a vecinos y cazadores que hacen chacinados para consumo propio en la ciudad y región.
La Facultad de Agronomía y Veterinaria (FAV), de la Universidad Nacional de Río Cuarto, realiza análisis gratuitos para prevenir casos de triquinosis en la ciudad y la región.
Según se informó, el servicio se presta a vecinos y cazadores que hacen chacinados para consumo propio. La iniciativa surgió hace un año y procura prevenir cualquier complicación por este parásito que se encuentra en carne de cerdos, pumas y jabalíes.
Las personas que quieran realizar el análisis pueden acercar sus muestras al Laboratorio de Patología Animal, ubicado en la Facultad de Agronomía y Veterinaria, en el campus de la UNRC.
El estudio de la muestra se hace durante el día y al final de la jornada puede estar el resultado. A más tardar a primera hora del día siguiente.
“Pedimos que los productores que hacen carneadas nos acerquen una muestra de la carne para estudiar. El objetivo es que no contenga triquinosis y que las personas puedan consumir carne en buen estado”, explican desde la Facultad.
Cómo evitar la triquinosis y otras recomendaciones
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) emitió una serie de pautas generales para prevenir y controlar la triquinosis. Ésta es una enfermedad zoonótica que se puede transmitir de los animales a las personas, quienes se pueden enferman al consumir carne insuficientemente cocida o productos elaborados con carne de cerdo o de animales silvestres -como jabalíes o pumas-, que contienen en sus músculos larvas del parásito, informó el organismo a través de un comunicado.
La principal fuente de infección de esta enfermedad para las personas son los cerdos domésticos, aunque también puede producirse por consumo de otras especies como el jabalí, el puma u otros animales silvestres.
Un aspecto clave para la prevención de esta zoonosis es la realización de la prueba de digestión artificial, ya que la enfermedad sólo puede diagnosticarse luego de la faena.
Este método permite detectar la presencia de trichinella en una muestra de carne, analizada en un laboratorio autorizado, para saber si la carne que se produce es apta para el consumo.
A su vez, esta prueba diagnóstica es también una pauta para quienes se dedican a actividades de caza, ya que detecta la presencia del parásito.
En cuanto a la población en general, recomendaron adquirir los productos únicamente en aquellos establecimientos que se encuentren certificados y habilitados para la elaboración de estos alimentos, y tener en cuenta la identificación de los productos a través de la etiqueta que certifique su origen.
Finalmente, recordaron la importancia de cocinar correctamente la carne hasta que su interior pierda el color rosado, lo cual indica que se alcanzó una temperatura que mata las larvas que transmiten la enfermedad, mayor a 70 grados centígrados.
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