Es importante que todos los aspectos relacionados a la nutrición, el manejo del padrillo y los procesos relacionados a la extracción, conservación y utilización del semen se realicen en buenas condiciones para garantizar que los padrillos alcancen su máximo potencial genético.
Aspectos relacionados a la nutrición del padrillo
Cuando pensamos en el macho como reproductor y transmisor de genes, debemos tener en cuenta varios aspectos relacionados a su crecimiento y desarrollo que influirán en el futuro desempeño reproductivo. Hasta hace unos años, era común que los productores de cerdos alimentaran a sus machos con dietas de gestación o lactancia, suponiendo que su eficiencia reproductiva no se vería afectada. Sin embargo, es importante establecer requerimientos nutricionales en sus diferentes etapas de desarrollo, atendiendo a las necesidades de mantenimiento, crecimiento y funciones reproductivas. Se necesitan fórmulas específicas que proporcionen proteínas, macrominerales, microminerales y energía de manera equilibrada que maximicen la producción de semen de buena calidad, sin comprometer la longevidad del futuro padrillo. Asimismo, se debe evitar la sobrealimentación y el exceso de peso, ya que contribuye a la mayor incidencia de problemas de patas y piernas, así como a la reducción de la libido o motivación sexual.
Tabla 1: Requerimientos de energía y alimento para padrillos sexualmente activos (adaptado de Close y Cole, 2000)
Necesidades de fibra, ácidos grasos, macro y microminerales
- La utilización de fibra en la dieta del padrillo contribuye a mejorar el tránsito intestinal, reduciendo los problemas de estreñimiento y la producción de toxinas. Además, reduce los problemas de úlceras y colitis inespecíficas, aumenta la producción de ácidos grasos volátiles, favoreciendo la proliferación de células epiteliales en el intestino. En general se recomienda incluir entre un 6-9% de fibra bruta, utilizando ingredientes altos en fibra, tales como afrecho de trigo, afrecho de arroz o pulpa de remolacha deshidratada.
- El ácido linoleico es el único ácido graso para el cual, el NRC ha establecido requerimiento para padrillos sexualmente activos. Sus funciones están relacionadas con el fenómeno de inmunidad. Son precursores de las prostaglandinas esenciales para la reproducción e intervienen e, la permeabilidad y funcionamiento celular. Actualmente, se recomienda añadir un 1% de ácido linoleico y un 3% de aceite de soja.
- En lo que respecta a los macrominerales, el calcio y el fósforo son los más importantes, ya que intervienen en la mineralización de los huesos. Niveles de calcio del 0,80-0,95 % y de 0,64 % de fósforo total, deberían ser suficientes para lograr un adecuado desarrollo óseo.
- En los últimos años se ha incrementado el interés en el efecto de algunos microminerales en la calidad del semen del padrillo sometido al estrés del sistema de inseminación artificial. El zinc está involucrado tanto en el proceso de la espermatogénesis y el progreso de la maduración de las células de Leydig. Es aconsejable complementar la dieta con 100-120 mg de zinc /kg, y, de acuerdo con algunos informes de investigación, parte de ella en forma de quelato con el fin de evitar cualquier interacción con otros minerales, y al mismo tiempo, mejorar su digestibilidad y utilización.
Efecto de la nutrición sobre la libido y producción espermática
Normalmente cubriendo los requerimientos nutricionales de los machos la libido no se ve afectada. Sin embargo, la restricción nutricional prolongada, baja cantidad de aminoácidos y energía pueden disminuir la capacidad de monta y volumen de eyaculación. Al igual que una dieta desbalanceada con exceso de energía puede reducir la capacidad de monta por exceso de peso y dolores en el aparato locomotor.
La nutrición influirá en la producción de semen. Varios estudios sugieren la importancia de la proteína en la dieta de los machos, específicamente referidos a lisina, metionina y cistina. Asimismo, los bajos niveles de proteína y energía reducirán el volumen de esperma producido.
Micotoxicosis reproductiva
Las principales micotoxinas que causan problemas en la reproducción son la zearalenona y los tricotecenos, representados principalmente por T-2.
La zearalenona (ZEA) producida por Fusarium spp. se desarrolla principalmente en cultivos de maíz y trigo, en condiciones de alta humedad durante su almacenamiento. La ZEA tiene una estructura similar a la de los esteroides, compitiendo eficazmente con el 17B-estradiol por los sitios específicos de unión en los receptores de estrógenos. De esta manera, es capaz de “imitar” los efectos del estrógeno (hiperestrogenismo), afectando los niveles hormonales, especialmente la testosterona. La exposición a la ZEA interfiere con la espermatogénesis, disminuye la capacidad de fertilización de los espermatozoides e induce a la feminización del macho, suprimiendo, además, la libido.
T-2 es el principal tricoteceno que impacta en la reproducción del padrillo. T-2 causa inmunosupresión y múltiples hemorragias en diferentes serosas, incluyendo el hígado, estómago y esófago. A continuación, presentamos un resumen de las principales micotoxinas y los niveles de tolerancia en machos reproductores.
Tabla 2: Efecto de las micotoxinas sobre la reproducción del macho y niveles de tolerancia (fuente: Universidad de Minnesota Extension, 2018)
Conclusiones
Cada vez más se comprende la importancia de la alimentación del padrillo, como pilar fundamental en el éxito del sistema productivo. El padrillo tiene requerimientos específicos que responden a sus necesidades de crecimiento y desarrollo corporal, así como para el desarrollo de su sistema reproductivo. Sumado a esto, la nutrición del padrillo influye directamente sobre su capacidad reproductiva, la calidad del semen y fertilidad. Es importante, por lo tanto, diseñar las dietas de los padrillos de manera que estén equilibradas y puedan aportar los nutrientes necesarios para garantizar su mejor desempeño.
*Referencias disponibles a su solicitud
Por: M.V. Federico Vienny – Técnico Comercial Nutrifarms