Durante la 87ª Sesión General de la OIE, realizada del 26 al 31 de mayo de 2019, se presentó a la Asamblea un informe acerca de la situación de la PPA en el mundo. Durante el segundo semestre de 2018, 25 países de Europa, África y Asia señalaron a la OIE focos de PPA en su territorio.
Habida cuenta de la gravedad de la situación ante la ausencia de una vacuna contra la enfermedad, y a solicitud de sus Países Miembros que le han conferido el mandato, la OIE lanza una iniciativa mundial para el control de la PPA utilizando el mecanismo del GF-TADs (marco mundial para el control de las enfermedades animales transfronterizas) con vistas a desarrollar, mejorar y armonizar las asociaciones y la coordinación a nivel nacional, regional y mundial.
El objetivo es controlar la enfermedad, reforzar la prevención y la preparación de los países, así como minimizar los efectos nefastos sobre la sanidad animal, su bienestar y el comercio internacional.
Iniciado en 2004 por la OIE y la FAO, el GF-TADs busca prevenir, detectar y controlar las enfermedades animales transfronterizas y tomar en cuenta sobre todo sus dimensiones regionales. De esta manera, ya se han formado grupos regionales de expertos sobre la PPA bajo los auspicios de esta plataforma en Europa en 2014 y, en 2019, está sucediendo lo mismo en Asia y en las Américas.
En los próximos meses, la OIE establecerá un programa de trabajo en colaboración con la FAO, tomando en consideración las iniciativas regionales ya existentes.
En complemento del enfoque armonizado entre los países, es esencial la transparencia en cuanto a la aparición y evolución de los focos para una comprensión de la epidemiología de la enfermedad orientada a su control y prevención. La OIE recordó a sus Países Miembros la importancia de notificar la presencia de la enfermedad para lograr una comprensión completa de su evolución a través del Sistema Mundial de Información Sanitaria, WAHIS. Entre el 26 de abril y el 9 de mayo de 2019, 1322 focos estaban en curso y se habían señalado 157 nuevas notificaciones a la OIE a través de esta plataforma.
A la luz de las repercusiones socio-económicas mundiales de esta enfermedad, el control de la PPA reviste una alta prioridad mundial, tanto para los países afectados como para los libres de enfermedad. Con esta perspectiva, la OIE hace un llamamiento a sus Países Miembros para que implementen sus normas y prácticas pertinentes para controlar eficazmente la PPA, en especial a través de:
-programas de prevención, detección temprana, intervención y políticas compensatorias,
-medidas de bioseguridad,
-trazabilidad de los cerdos y control de sus desplazamientos,
-controles oficiales eficaces,
-gestión de poblaciones de cerdos silvestres,
-sacrificio de animales según las reglas de bienestar animal y eliminación sin peligro de sus productos contaminados,
-mejora de la colaboración entre las partes interesadas y entre países,
-programas de formación continua y de sensibilización.
En razón de su epidemiología compleja, el control de la PPA no se puede afrontar sin una respuesta coordinada de los diferentes sectores implicados. Se trata en particular de las autoridades aduaneras y de control fronterizo, la industria de producción porcina, las universidades, los organismos de gestión forestal, las asociaciones de cazadores, las entidades de turismo y de transporte de animales, además de los servicios veterinarios.
La instauración de una comunicación clara y transparente es esencial para que todos los actores comprendan las tareas y responsabilidades que les incumben a la hora de aplicar las medidas requeridas.Para tal fin y con la voluntad de respaldar a los Países Miembros, la OIE inició a principios de 2019, una campaña de sensibilización mundial que incluye múltiples herramientas específicas.
Desarrollada en principio en cinco idiomas (francés, inglés, español, mandarín y ruso), esta campaña conoce un verdadero éxito y se puede adaptar a otros idiomas, si los países así lo solicitan.
Para responder a los desafíos mundiales complejos que representa la enfermedad, en los países afectados e indemnes, se necesita la atención y la acción de todos. Si bien la PPA es una enfermedad sin riesgo para el hombre, sigue siendo devastadora para la economía de las producciones porcinas y los intercambios comerciales, con repercusiones sobre los medios de subsistencia de los agricultores y la seguridad alimentaria. Por consiguiente, su control mundial contribuirá al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular, el Objetivo 1 (fin de la pobreza) y 2 (hambre cero).