La aparición de nuevas genéticas, junto con la necesidad de sacrificar cerdos más pesados, con tiempos de desarrollo más cortos y mejor calidad, ha desafiado a los nutricionistas a diseñar dietas más precisas en términos de requerimientos nutricionales y menos costosos para el productor. Sobre este central tema expondrá David Fernández Gavioli, consultor técnico de Provimi
En este sentido, debido a un margen cada vez más estrecho entre los gastos generados con la producción de cerdos y su retorno financiero para el productor, necesitamos unir la capacidad de los animales para aumentar de peso con una buena eficiencia de convertir nutrientes en carne, especialmente en cerdos terminando. Por lo tanto, conocer algunos puntos que pueden maximizar la producción y hacerla más eficiente puede ayudar a rentabilizar el negocio.
Sabemos que los costos de nutrición para los cerdos no son bajos, y entre todos los ingredientes comúnmente utilizados en el alimento, lo que merece ser destacado es el maíz, ya que es la principal fuente de energía del alimento y contribuye con alrededor del 80% en las formulaciones de alimento para cerdos, haciendo evidente su importancia en el costo final y, en consecuencia, en el retorno económico de la producción.
Por lo tanto, conocer las materias primas que tenemos disponibles y su potencial nutricional, nos ayuda como nutricionistas a proporcionar un alimento más equilibrado y ajustado para cada etapa de producción. Cuando abordamos el tema de la nutrición para los cerdos, también debemos cuidar la calidad de estas materias primas.
Otro punto importante es entender cómo este alimento llegará al animal, desde el alimento en sí mismo, así como el tipo de comedeiro disponible en la granja, y cuáles son los impactos en la eficiencia alimenticia y el uso de esta materia prima con el mínimo posible desperdicio. Algunos estudios indican que, con la reducción de la partícula de maíz, podemos mejorar la digestibilidad de la energía cruda y reducir la excreción de materia seca y nitrógeno, lo que se convierte en una gran ventaja cuando pensamos en la sostenibilidad de la producción.
Y hoy, para reducir el gasto en nutrición animal, se buscan cada vez más tecnologías nuevas que puedan reducir los costos de producción, y uno de los puntos principales discutidos por los nutricionistas en el área porcina es el uso de aminoácidos cristalinos y aditivos en formulaciones para engorde, con ajustes más precisos de fórmula y mejorando el rendimiento de los animales.
A su turno, el médico veterinario Javier Sarradell abordará un tema que se ha instalado en las granjas a partir de los cuidados que se debe tener en los establecimientos porcinos, de diversos tamaños. El año 2019 fue un año que diferentes virus azotaron la producción porcina en todo el mundo, con daños de consideración en China, donde la PPA obligó a sacrificar la mitad de su rodeo. Será buen momento a su vez para dar dimensión a nuevas cepas que comienzan a manifestar su virulencia en granjas de Oriente.
Una razón adicional la constituye la preocupación creciente de los consumidores sobre las condiciones en que se produce en nuestros establecimientos porcinos.
Por último, Sarradell expondrá sobre la capacitación del personal en momentos de pandemia y cuando la falta de vigilancia de los protocolos obligó a cerrar granjas y frigoríficos en Estados Unidos.