Este fasto fue buen motivo para una Jornada de Actualización donde se expuso sobre “Los Escenarios del Futuro Porcino”, y en ese contexto expuso el médico veterinario Horacio Baldovino sobre bioseguridad en el criadero de cerdos.
La bioseguridad es la aplicación de prácticas y procedimientos para minimizar el riesgo biológico inherente a la manipulación de microorganismos real o potencialmente infecciosos. La bioseguridad se fundamenta en la estimación de bio-riesgo generado por algunos factores que es menester reducir al máximo, y uno de ellos es el ingreso de enfermedades en la granja porcina.
-¿Cómo ingresan estos patógenos a nuestras instalaciones? –inquirió retóricamente Baldovino, y se respondió: “A través de cuatro patas, a partir del ingreso de reproductores y animales de engorde”.
El 90% de las enfermedades que ingresan desde el exterior a los establecimientos porcinos vienen montadas en animales que provienen desde otras granjas o criaderos, y el otro 10% lo hace a partir de personas o unidades de transporte. Camioneros, camiones, veterinarios, proveedores, operarios, botas, vestimenta y herramientas, entre otras son vehículos para el ingreso de cepas promotoras de enfermedades. Otra de las fuentes que es necesario evitar tiene que ver con la cercanía a basurales y espacios de deshechos que incuban agentes nocivos para la granja.
“Para el ingreso de animales hay que destinar espacios para la cuarentena de los ejemplares que se integrarán al criadero, y respetar las distancias que debe mantener antes de integrar esos animales a la estructura productiva de la granja”, recomendó.
Baldovino expuso sobre una cantidad de amenazas a partir de virus, intoxicaciones y parásitos y si bien en nuestro país no se registran impactos del porte que exhiben algunos países europeos, es necesario tomar todas las prevenciones posibles. “El PRRS es una enfermedad preocupante, y hay cierta difusión de cepas europeas que, aunque son más benignas que las cepas americanas, hay que tomar recaudos para impedir su difusión”, aconsejó el profesional.
Respecto a intoxicaciones puede haber presencia de micotoxinas y metales pesados, como el plomo, u otros que ingresan con el óxido de zinc, por ejemplo.
Entre las cuestiones a tener en cuenta, el especialista señaló que uno de los más importantes construir un mapa con los puntos críticos de una granja. Por supuesto que cuando de diseña un establecimiento para criar cerdos estos son aspectos esenciales en la asignación de espacios y distancias para cada área.
La granja debe estar lejos de otros criaderos y alejados de rutas y caminos, y en el manejo de la alimentación se deben vigilar la presencia de pájaros y aves, evitando que por su presencia y sus deposiciones ingresen enemigos.
Los galpones deben estar separados del resto del establecimiento por un cerco perimetral interno y es aconsejable la plantación de árboles alineados forma una barrera vegetal para disminuir el efecto del viento y el transporte de agentes patógenos.
Vestuarios y movimientos del personal
En una granja en producción es necesario delimitar zonas, establecer reglas claras y estrictas para el personal, confeccionar una cartelería con mensajes breves y claros, establecer normas sencillas y sin espacio para su violación. Desde la dirección de la granja se debe predicar con el ejemplo y establecer como práctica no negociable el flujo del personal y los animales. Los vestuarios y las oficinas deben estar situados dentro del área limpia, es decir, por dentro de la cerca perimetral. Las duchas y áreas intermedias deben demarcar el área limpia del área de vestuario en donde permanecerá la ropa de la calle. La oficina debe estar situada en el área limpia y contar con una comunicación con el exterior que permita el intercambio de documentos, equipos, etcétera. El intercambio se debe realizar por medio de una cabina sanitaria y no por los vestuarios y oficinas.
Para las empresas de genética o los grandes criaderos comerciales es fundamental la ducha obligatoria al entrar y al salir del sitio donde se alojan animales, y dejar todo fuera del sitio (anillos, ropa interior, celulares, etcétera). Para el resto de los establecimientos es primordial el cambio de ropa y calzado, ya que esto se puede cumplir en cualquier tipo de sistema.
Carga y descarga
Un aspecto importante está referido al momento de la carga y descarga, sea de animales o de mercaderías. Es necesario construir un arco de desinfección con el objetivo de fumigar vehículos de carga, e impedir el descenso de personas que conducen y visitantes.
Asimismo, los dispositivos para envíos o recepción de animales debe ser una estructura que posibilite estas acciones de movimiento de cerdos, e involucrando a la menor cantidad de personas. “Cerdo que sale del galpón, no regresa”, apuntó Baldovino.
Tratamiento de efluentes y cadáveres
Se debe contar con sistemas apropiados para la recolección y el tratamiento de efluentes y para la eliminación adecuada de animales muertos, ambos acordes a la regulación local, regional y nacional. Los desagües con residuos líquidos no deben estar abiertos y deben drenar en fosas o lagunas ubicadas fuera del perímetro de la granja.
Debe considerarse la implementación de tratamiento de efluentes, desde separadores de sólidos hasta biodigestores, pasando por las lagunas y el compostaje. La eliminación de cadáveres puede realizarse por incineración, enterramiento o composta, aunque los productores en cada caso deben ajustarse a lo establecido por las normas locales, regionales o nacionales.
Los incineradores, fosas o puntos para recolección de los cadáveres deben estar ubicados fuera del perímetro de la granja y cercados, a fin de evitar el acceso de animales domésticos y silvestres.