Hace unos años descubrimos que en Estados Unidos ya se elaboraba y vendía jamón ibérico made in USA. Nada impide que alguien se lleve unos cerdos de esta raza a otro país, comience a criarlos allí y acabe vendiendo jamones que, efectivamente, serán ibéricos. No hay que olvidar que el concepto se refiere exclusivamente a la raza del animal y, por lo visto, no tiene nada que ver con el país de origen o, como defienden algunos con razón, con su vinculación a un ecosistema como la dehesa.
Ahora resulta que en Argentina también quieren jugar a esto del jamón ibérico hecho en casa, aunque aquí el asunto tiene algo más de truco. De hecho, la clave de lo que produce y vende la compañía Cerdo Negro en la provincia de Salta es la cría en libertad y la alimentación de los cerdos a base de bellota, inspirándose -cuentan- en cómo se hace en Andalucía.
«Cerdo Negro nace por una pasión, una tradición familiar que se remonta a los orígenes de la familia “Fernández García” en Andalucía, España. Hoy somos los descendientes argentinos los que mantenemos esta tradición gastronómica que llevamos en la sangre», explica Quico Fernández, responsable del proyecto.
A partir de esta idea y tradición, la verdad es que se juega un poco con conceptos que, si pensamos mal, parecen más querer liar al consumidor que explicar exactamente cómo son sus jamones. Hablan, por ejemplo de «Jamón de Andalucía, ibérico o serrano» como referente gastronómico de España, pero dando a entender que las tres cosas son la misma.
De hecho, cuesta bastante entender si esos «cerdos negros» de los que hablan y que se ven en las imágenes son realmente cerdos de raza ibérica y, en todo caso, con qué porcentaje. Pero revisando sus redes sociales aparece una pista interesante: se habla de «jamón tipo ibérico» y, leyendo la historia del proyecto, se menciona el cruce de varias razas hasta dar con una adaptada a las condiciones de la zona.
Vaya, que se trata básicamente de jamón de cerdos alimentados con bellota que, eso es verdad, en las fotos tiene una pinta estupenda y con esa grasa infiltrada tan típica de los ibéricos. Los 100 gramos, por cierto, cuestan unos 7.000 pesos, lo que ahora mismo al cambio son casi 50 euros. Vaya, que no es ibérico bellota, pero a 500 euros el kilo lo parece.
¿Están jugando al despiste con lo de cerdo negro para que pensemos en lo de pata negra? Seguramente. ¿Queda poco claro que no es ibérico? Sin duda. ¿Habría que ponerse dignos con Argentina por intentar imitar un producto como el jamón español? La verdad es que sería bastante absurdo teniendo en cuenta que, como decíamos, está permitido llevarse y criar cerdos realmente ibéricos fuera y, sobre todo, que si alguien sabe liar al consumidor con el jamón, son las propias empresas españolas.
Por Iker Moràn / https://blogs.20minutos.es/