El Colegio de Licenciados y Técnicos en Química e Industrias de la Alimentación advierte que sólo cinco municipios cordobeses hacen esa exigencia, en una provincia donde hay triquinosis, síndrome urémico hemolítico, salmonelosis y botulismo
“El alimento que se produce puede tener una contaminación física, química o biológica y uno se lo come. También tenemos enfermedades transmitidas por los alimentos; las que más sufre Córdoba son la triquinosis -por faena clandestina-, síndrome urémico hemolítico, salmonelosis y el botulismo.
Esto es algo muy fuerte que tiene que ver con lo social y con la salud, por eso queremos generar la gestión con los municipios, para poder hacer legal el ejercicio de la dirección técnica en los productores de alimentos”. Así define uno de los objetivos principales que se trazó para 2019 el nuevo presidente del Colegio de Licenciados y Técnicos en Química e Industrias de la Alimentación, Eduardo Aprile. “Como colegio profesional -agregó- queremos abordar la problemática de los que consumimos y puede enfermarnos”.
En diálogo con Comercio y Justicia, el dirigente recientemente asumido advirtió que hoy sólo cinco municipios tienen esa exigencia por medio de normativas: Córdoba, Carlos Paz, Villa María, Río Cuarto y San Francisco. Incluso graficó que en la localidad serrana costó que la norma prosperara por la fuerte resistencia del sector gastronómico.
“Queremos llegar a toda la provincia porque hay muchos entornos gubernamentales que no saben ni quiénes somos ni que existimos, y la gente come todos los días y no está regulada en todos los municipios la obligatoriedad de un director técnico bromatológico. Eso a nivel social es importante porque habría control, paralelamente con el gobierno, incluso no todos los municipios tienen un área de bromatología, entonces la gente productora de alimentos se inscribe como un comercio pero no hay control. ¿Quién hace la vigilancia de cómo se producen todos los alimentos?”, interpela Aprile.
El colegio profesional que dirige cumplió 10 años, cuenta con 658 matriculados de 26 titulaciones diferentes entre tecnicaturas universitarias y terciarios; 70% de ellos está vinculados a la alimentación. “Queremos generar conciencia porque socialmente somos una obligación y no una necesidad. El comercio nos llama porque el gobierno obliga, pero no se lo entiende como necesidad”, distinguió al referirse a restaurantes, hoteles y ferias.
Además, agregó que “se necesita que los municipios generen su departamento de bromatología con un personal del municipio pero que sea matriculado. Puede ser un licenciado en Tecnología de los Alimentos, un técnico superior en Industria Alimentaria, un técnico superior en Bromatología, un licenciado en Química”, enumeró. Aprile insistió en que, además, los municipios deben solicitar, con carácter obligatorio, que cada productor de alimentos cuente con control bromatológico privado. Sobre las cinco ciudades que ya cuentan con el requisito, también marcó una problemática. “En estos municipios que están obligados no se sale a exigir en todos lados.
Generalmente se solicita cuando existe una clausura, cuando alguien se intoxica, que ya es tarde, porque lo que queremos es evitar las enfermedades transmitidas por los alimentos. Por todo ello es que la idea es comenzar con la Secretaría de Alimentos de la provincia para poder ir desde ahí a los municipios”.
Matriculación y nueva carrera
Aprile, quien asumió tras la primera elección con voto directo de los matriculados, señaló que en el país solo hay dos colegios en esta disciplina: Córdoba -pionera-, y Catamarca. “Somos referentes a escala nacional, tan es así que tenemos gente que trabaja con nuestra matrícula en Río Negro, La Pampa, San Luis, Santa Fe, Mendoza, Formosa, Chubut y Santiago del Estero.
La industria y el mismo gobierno les pide a los profesionales que se matriculen, y cuando dicen que hay colegio en Córdoba le indican que se matricule aquí. Hay necesidad de generar colegios profesionales, por eso queremos ser federación y crear colegios en las otras provincias donde ya hay profesionales trabajando con nuestra matrícula y la empresa y el gobierno se la acepta”.
Finalmente, expresó que este año que inicia el colegio impulsará la creación de la licenciatura en Alimentos y Bromatología en una universidad pública. Advirtió que ni Córdoba ni la vecina Santa Fe cuentan con una carrera de grado del tipo.
Por Carolina Klepp
Fuente: Comercio y Justicia