El gobierno nacional tiene bajo estudio un proyecto para reducir a la mitad -del actual 21 al 10,5%-, el IVA a la carne de pollo y de cerdo. La decisión todavía no está tomada, pero apunta hacia varios frentes en simultáneo: combatir la evasión, facilitar una recuperación de la ganadería bovina y, especialmente, posibilitar una rebaja de los precios que pagan los consumidores.
La iniciativa fue confirmada a Clarín por tres fuentes. Desde el Ministerio de Agroindustria se explicó que "el análisis comenzó y se está haciendo con los eslabones de esas cadenas, producción e industria, pero aún no hay conclusión". Uno de los problemas es que no todos los sectores involucrados están a favor de la rebaja del IVA. Mientras que las empresas del rubro avícola nuecleadas en CEPA se mostraron a favor, la Asociación Argentina de Productores de Porcinos considera que hay alternativas superadoras.
Las llamadas carnes "sustitutas" tributan, como la mayoría de los alimentos, 21% de IVA. La idea bajo análisis implicaría reducir ese impuesto a la mitad, como ya se hizo a fines de los noventa con la carne vacuna. En aquel momento se impuso un IVA del 10,5% a los bifes para quitar incentivos a la evasión.
Los productores de pollos, un negocio donde la informalidad ha crecido hasta niveles preocupantes, ya han manifestado su respaldo a esta iniciativa, aunque reconocen que la misma provocaría una acumulación de créditos fiscales a su favor, porque por muchos de sus insumos seguirán pagando un 21% yque no podrían descargar pagando la mitad de IVA.
Los productores de cerdos se opusieron desde el vamos, porque suponen que ese crédito fiscal -de 3 a 5 puntos-, se volverá "irrecuperable" para las empresas de carne porcina. Sus directivos tampoco creen que la rebaja del IVA vaya a impactar favorablemente en los precios al consumidor o con una reducción de los niveles de evasión.
Oficialmente se reconoció que "este análisis se hace por dos motivos: para controlar la evasión y a la vez para ver si se puede lograr un impacto en los precios al consumidor". La teoría indica que si desaparecen 10,5 puntos de IVA, debería haber un descuento semejante en los precios finales pagados por la gente. Pero en el emrcado local hay múltiple evidencia de que esto no siempre sucede.
Hay otro elemento que lleva al gobierno a analizar una posible rebaja del IVA en estos sectores. Muchos analistas esperan para los próximos meses una retracción de la oferta de ganado bovino que podría presionar fuerte sobre los precios de las carnes rojas. Por eso se busca tener una buena oferta de carnes alternativas, en especial pollo y cerdo.
En la Argentina se consumen actualmente unos 60 kilos anuales per cápita de carne vacuna, contra algo más de 40 kilos de pollo y 12 kilos de carne porcina.