El mercado de la carne de cerdo está relacionado con factores externos a la producción que modifican el precio de este producto. La eficiencia de la granja porcina debe garantizar los máximos rendimientos para reducir los costos de producción. Estos costos se relacionan con el costo de los insumos y el alimento, los costos asociados a tratamientos y enfermedades e incluso la cantidad de carne importada en cada país.
Por este motivo, el estrés ambiental es una condición que incide en la eficiencia productiva de los porcinos. El ambiente donde crecen los cerdos está compuesto por una serie de factores que deben mantenerse en equilibrio para garantizar el bienestar animal y la eficiencia productiva en los porcinos. De lo contrario, las alteraciones de ese ambiente disparan la respuesta fisiológica del estrés la cual tiene efectos diversos que si no se controlan a tiempo pueden afectar negativamente a la población de cerdos.
El estrés ambiental en porcinos tiene efectos en el rendimiento. Foto de mali maeder en Pexels
Estrés en porcinos: definición y fases de desarrollo
El estrés es una respuesta fisiológica de los animales frente a eventos que representan un riesgo o peligro para su vida. Esta condición puede ser iniciada por estímulos externos o cambios ambientales que generan una cascada de respuesta en el sistema nervioso, inmune y endocrino que busca generar respuestas frente a esos estímulos para proteger la vida. Las respuestas del estrés pasan por la vía del eje hipotalámico-pituitario—adrenal. Por ello, se ha descrito que el estrés en los animales tiene tres fases de desarrollo:
Fase de alarma
La fase de alarma del estrés es la primera reacción que se produce en los animales frente a un peligro o cambio importante en el ambiente. Esta respuesta busca adaptar al animal al cambio a través de una serie de respuestas fisiológicas. La fase de alarma se caracteriza por ser de corta duración e iniciarse instantáneamente.
Los animales en fase de alarma del estrés tienen un aumento de las frecuencias cardiaca y respiratoria para mejorar la oxigenación de zonas de alta actividad como el sistema musculoesquelético.
Además, hay mayor eficiencia del gasto cardiaco y movilización de células del sistema inmune. Por otro lado, en los porcinos se pueden ver cambios como movimientos oculares rápidos, vocalizaciones, movimiento corporal nervioso, palidez de las mucosas y rigidez muscular. Estos cambios corporales son producidos a través de una cascada de reacciones mediadas por hormonas como el cortisol o la adrenalina producidas en la glándula adrenal de los porcinos.
Fase de resistencia
Durante la fase de resistencia el estímulo estresor se mantiene y el animal debe adaptarse a las nuevas condiciones para encontrar el equilibro. Por esta razón, en algunos momentos se considera que el estrés es necesario y un medio óptimo para adaptarse a condiciones del ambiente. En la fase de resistencia la cascada hormonal ha disminuido, por lo cual el cortisol y la adrenalina han disminuido. Por esto, los signos observados en los porcinos durante la fase de alarma han desaparecido.
Fase de agotamiento
En la fase de agotamiento del estrés, los porcinos han agotado la capacidad de adaptación frente a los estímulos ambientales, por lo cual esta fase también se denomina distrés. El agotamiento de la respuesta adaptativa de los animales ocurre porque el estímulo es prolongado en el tiempo o muy intenso.
Algunos de los signos observados en porcinos durante la fase de distrés son temblores, disminución en la ganancia de peso, alteraciones del comportamiento, comportamientos estereotipados, hiperventilación y taquipnea, sequedad de las mucosas y debilidad. Además, algunos signos gastrointestinales observados se relacionan con el incremento de diarrea e inflamación generalizada.
En esta fase del estrés los animales tienen efectos graves en sus órganos, sobre su eficiencia productiva e incluso genera predisposición a enfermedades y aumento de la mortalidad.
Las condiciones ambientales determinan el bienestar animal en porcicultura. Foto: Pexels.com
Estrés ambiental en cerdos: causas y consecuencias
Calidad del aire
El aire es un factor importante dentro del ambiente en el que viven los porcinos. Algunos elementos que permanecen en el aire como bacterias, contaminantes y polvo pueden afectar la función respiratoria y el sistema inmune local. De esta manera, la deficiente calidad del aire puede generar estrés en el sistema respiratorio lo cual predispone a la entrada de microorganismos.
Estos contaminantes causan irritación e inflamación que daña los mecanismos de defensa del sistema respiratorio. Si estos elementos nocivos permanecen en el tiempo o son intensos, se produce distrés respiratorio lo cual afecta a los animales también a nivel metabólico.
Dos de los contaminantes del aire más importantes son el amoniaco y el sulfuro de hidrógeno, los cuales se producen por excreciones de los porcinos.
Estas partículas son nocivas tanto para los animales como para los trabajadores de la granja, en el caso del sulfuro de hidrógeno es altamente dañino si las cantidades superan las 1000 ppm. En el caso del amoniaco, cantidades por encima de 50ppm ya tienen efecto sobre el sistema respiratorio de los cerdos. Este estrés generado por contaminantes del aire disminuye la ganancia de peso en cerdos y afecta el crecimiento de los lechones.
Alimentación
Los nutrientes aportados en la dieta de los porcinos deben suplir sus necesidades de acuerdo con la etapa productiva (lechones, cerdas gestantes, recría, levante). Por ello, cada grupo de animales tienen necesidades nutricionales diferentes que deben ser suplidas a través de la alimentación. De lo contrario, los animales pueden entrar en un estado de estrés por falta de nutrientes o en casos más graves un estado catabólico. De esta manera, los animales empiezan a gastar las reservas corporales en el mantenimiento metabólico lo cual disminuye la ganancia de peso, compromete la gestación e incrementa el estrés por malnutrición.
Por Jerson Andrés Cuéllar Sáenz