Desde el sector se pone de manifiesto la necesidad de buscar alternativas para extremar los cuidados y controles, sin la necesidad de interrumpir por completo las actividades de los establecimientos.
En medio de la situación crítica que vive el país y la provincia por el avance de la pandemia, desde la Capper se ratifica el compromiso de toda la cadena de continuar trabajando bajo estrictos protocolos para garantizar el abastecimiento de alimentos esenciales. Por ello, paralizar una industria toda vez que se detecta un caso de Covid-19, también atenta contra la sustentabilidad de todo el sistema.
Las empresas que conforman la entidad coinciden en la importancia de dar prioridad a la salud y es por ello que desde el primer momento se reforzaron los cuidados con estrictos protocolos al interior de las granjas, que llegaron para sumarse a las medidas de higiene y seguridad que todo el sector viene implementando desde hace varios años para garantizar el status sanitario de los alimentos que consumimos los argentinos.
En este sentido, los establecimientos también aúnan esfuerzos junto a su personal para implementar capacitaciones que permitan aplicar de la mejor manera las medidas de distanciamiento, sectorización y desinfección. Es clave por ello continuar por el camino de la concientización en todos los ámbitos laborales y sociales, máxime cuando la proyección de esta “nueva normalidad” se extiende en el tiempo y resulta vital seguir produciendo para vivir.
Desde esta perspectiva, la Capper apuesta por buscar la manera de que las industrias, tanto de la cadena porcina como de otros sectores, puedan seguir trabajando con todos los cuidados necesarios. La paralización de las actividades productivas esenciales supone no sólo afectar la elaboración de alimentos básicos, sino también miles de empleos que hoy resultan primordial sostener.
Fuente: Capper