En la comparación, se relacionan los precios mayoristas comparando la media res vacuna, la media res porcina y el pollo eviscerado. Los porcentajes los observamos en la siguiente tabla.
Observamos una baja muy importante en la ½ res porcina y una suba en las otras especies en el período mencionado. Cuando hacemos el análisis de los valores de tres productos de venta de las distintas carnes lo vemos expresado en la siguiente tabla.
El pechito de cerdo fue el único que tuvo una baja en el período analizado, que en la comparación con la
Tabla N° 1 debería haber sido de mayor incidencia. Es muy notorio ver como una suba mayor de los precios mayoristas del vacuno y del pollo, es absorbido por el último eslabón de la cadena de valor que son las carnicerías y supermercados. Todo lo contrario que pasa con la carne de cerdo.
La última comparación que queremos realizar en este trabajo es ver la capacidad de compra de los consumidores en las tres carnes. Por tal motivo comparamos los precios de cada uno de los productos con el salario básico y la cantidad de kilos que representaba en diciembre y en marzo.
En el período analizado vemos que, si bien el pollo es el que permite comprar mayor cantidad de kilos que las otras carnes, bajó un 6% la cantidad de kilos comprados. El asado a pesar de los aumentos, permite que los argentinos puedan comprar un 5% más que en diciembre. La gran diferencia se da en el pechito de cerdo, que permite comprar un 35% más en marzo que en diciembre.
La carne de cerdo sigue afianzándose en una opción accesible para los consumidores en momentos donde le poder adquisitivo de los mismos está siendo muy erosionado. Sería importante tener el acompañamiento del último eslabón de la cadena, la comercialización minorista, para ser aún más baratos.
Ing. Zoot. Juan Luis Uccelli
jluconsultora@gmail.com