De las seis mil explotaciones de porcino que existen en Cataluña, menos de un 1%, 18 en total, son ecológicas, es decir, buscan obtener productos de alta calidad mediante técnicas que respeten ampliamente el medio ambiente y el bienestar animal. Dada la necesidad de potenciar este pequeño sector para contribuir a las demandas sociales de producir bajo estándares de menor presión ambiental, el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) y la empresa ampurdanesa Llavora han colaborado, entre la primavera de 2022 y la de 2024, para hacer frente a la mortalidad neonatal, uno de los principales problemas de la porcicultura ecológica. Lo han hecho mediante el proyecto Ecoporcdemo, que ha analizado la eficacia de un nuevo estilo de edificio para mejorar el bienestar de la cerda y su prole. Los resultados muestran que confinarlos en los nidos un tiempo limitado poco después de nacer en mejora la temperatura corporal y parece reducir sus muertes por aplastamiento, a la vez que no afecta al comportamiento de las madres.
En la producción ecológica, no se restringe el movimiento de las cerdas, lo que favorece que antes del parto tengan conductas como la de anidar. En contrapartida, un mayor movimiento puede representar un aumento de la mortalidad neonatal por aplastamiento, entre otras causas. Por eso, el diseño de las instalaciones es clave para asegurar el bienestar de las madres y sus lechones y para favorecer la productividad de las empresas.
“Hace tres años, conjuntamente con el IRTA, ensayamos varios diseños de paridoras que permitieran a la cerda reproducir al máximo sus comportamientos naturales, y concluimos que lo que ahora hemos utilizado en el proyecto Ecopordecmo es el mejor. Tiene una zona interior, que es donde la cerda ha parido y amamanta a los lechones, y una zona exterior, que es la sucia, donde está el punto de agua, el comedero y donde la cerda defeca. Después, para realizar Ecopordecmo, hemos innovado con el sistema de claustro, que consiste en descubrir una parte del tejado para que los patios exteriores estén, de hecho, en el interior del edificio. Esto nos permite ofrecer un ambiente muy agradable y controlado, tanto de temperatura como de corrientes de aire”. Lo explica Lluís Vila, veterinario, ingeniero agrícola y ganadero en la granja Llavora.
En el marco de este sistema de claustro, los investigadores han estudiado qué ocurría si confinaban los lechones recién nacidos durante 30 minutos, sin interferir los momentos de amamantamiento. “Se trata de cerrar los lechones después del parto dentro de los nidos, para que se acostumbren a su uso”, detalla Marc Bagaria, técnico del programa de Bienestar Animal del IRTA.
Y los resultados fueron positivos en tres sentidos. Primero, aumenta su temperatura corporal, lo que es importante porque la hipotermia favorece el aumento de la mortalidad. Segundo, parece que los lechones confinados dentro del nido mueren menos por aplastamiento de las madres una vez han salido. Y tercero, esta medida no ha impactado de forma negativa en la conducta de las cerdas.
Así pues, tal y como explica Emma Fàbrega, responsable de Ecopordecmo e investigadora del programa de Bienestar Animal del IRTA, “el confinamiento temporal en el nido parece una estrategia muy interesante para aumentar la vitalidad de los lechones y, de esta forma, disminuir su mortalidad en los primeros días de vida. No sólo por el aumento de la temperatura, sino porque también hemos observado que los lechones vocalizan menos, lo que indica menos alarma o mejor descanso, y que presentan una mejor respuesta de movimiento en un test de vitalidad”.
Fàbrega subraya que esta estrategia puede exportarse a otras granjas ecológicas o de producción intensiva, siempre teniendo en cuenta la genética de los animales utilizados: los de Ecopordecmo tienen una buena conducta maternal y están adaptados a la maternidad sin jaula. Asimismo, la investigadora avanza que futuros proyectos de investigación en porcicultura ecológica “podrían mejorar aún más el bienestar a través de sistemas como la lactación en grupo o la socialización de los lechones antes del destete”.
Fuente: IRTA (Cataluña)
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