En Cataluña hay unos seis miles de explotaciones de porcino, un sector que genera, de manera directa o indirecta, el 35% de los puestos de trabajo de los municipios de menos de 5.000 habitantes. Con la voluntad de mejorar la eficiencia productiva de granjas y mataderos, el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) ha promovido el último año y medio la utilización de una tecnología basada en rayos X que permite determinar la composición de los cerdos vivos a lo largo del engorde, y de los canales y piezas una vez los animales han sido sacrificados. Se trata de la Tomografía Computerizada (TC), muy conocida en el diagnóstico por la imagen en humanos. La IRTA ha adquirido un aparato instalado en un tráiler para poderlo trasladar a pie de granja o de industria si es necesario.
La demostración de esta tecnología se ha llevado a cabo en el marco del proyecto Demotac: La tomografía computerizada como herramienta para mejorar la eficiencia en la producción porcina, y una decena de empresas del territorio catalán han participado activamente. “Los hemos demostrado el potencial de la TC como herramienta no invasiva para la mejora de la producción, y con esta información podrán decidir en qué fase de sus procesos productivos los puede ser útil aplicar esta tecnología”, explica Albert Brun, investigador del programa Calidad y tecnología alimentarias de la IRTA.
Conocer la composición de manera no invasiva
La Tomografía Computerizada hace posible determinar la composición de todo el cuerpo del animal o de una zona concreta de manera no invasiva. En el caso de los animales vivos, esto permite evaluar un mismo cerdo a lo largo del engorde, evitando así los sacrificios en varios momentos del proceso y el derroche de estos animales. Tal como detalla Maria Font-i-Furnols, investigadora del mismo programa, “con la TC podemos evaluar la composición corporal de los animales a lo largo de su crecimiento, para ver si hay diferencias entre genéticas, sexos o en función de la alimentación que han recibido. En concreto, podemos cuantificar la cantidad de grasa, músculo o huesos y su densidad. Al tener un equipo móvil, podemos ir a las granjas in situ”.
Por otro lado, esta tecnología es interesante para las plantas procesadoras. “Con la TC también podemos trabajar en la sala de despiece, escaneando los canales o sus piezas para determinar la composición. Es una información que podemos utilizar como referencia para calibrar otros equipos, para analizar lotes de producción concretos o para tomar decisiones para la mejora del despiece y el rendimiento de los canales. Además, al tratarse de un equipo móvil, nos permite acercarnos a las plantas de producción sin necesidad de mover los canales y las piezas arriba y abajo”, reitera Brun.
Así mismo, la aplicación de la TC puede ser muy útil en programas de mejora genética de los animales, para seleccionar los mejores ejemplares según el producto deseado.
Ocho animales y varias jornadas
El proyecto se ha desarrollado a través del seguimiento de un grupo de ocho cerdos de diferentes orígenes genéticos y sexos aportados por diversas de las empresas participantes al proyecto DEMOTAC.
Los animales fueron engordados a las instalaciones de la IRTA Monells y escaneados con el equipo móvil de tomografía en tres momentos de su crecimiento. Así mismo, se escanearon sus canales después del sacrificio. Las imágenes obtenidas fueron analizadas con softwares específicos para poder determinar la composición de los animales en cada punto de muestreo. Paralelamente, se organizaron tres jornadas donde las empresas del sector pudieron conocer de primera mano el escaneo de animales vivos y canales y los principales resultados que se pueden obtener.