El sector porcino, desde hace casi dos décadas comenzó a escribir una historia propia en la ganadería argentina. El coronavirus trajo una nueva adversidad que introdujo problemas que a poco van encontrando salida pero hay preocupación por la caída en el consumo.
“La realidad del sector porcino es la misma que la de todas las cadenas productivas pasando por una situación de mucha incertidumbre y tratando de acomodarse en este contexto de cuarentena total, un escenario nunca antes visto”, dijo Brunori.
Quizás, lo más desafiante viene de lo abrupto de la medida que impidió tomar algunos recaudos. Esto generó problemas logísticos de circulación de alimentos, transporte de animales y otras cuestiones. Inclusive hubo provincias que limitaron pasos, otras, como es el caso de Córdoba, publicaron una certificación provincial de tránsito. “La cuestión comenzó a solucionarse a partir de que el gobierno nacional oficializó una autorización que posibilitó que la cadena no se cortara”, precisó el especialista.
A medida que se fue extendiendo la cuarentena los problemas se fueron solucionando y en esto han ayudado mucho las redes sociales. Los contactos entre productores y con las autoridades fueron liberando escollos.
Luego, el problema está en la caída en el consumo interno. “El hecho de que la gente no se pueda mover y la restricción en los ingresos ha hecho que el consumidor se muestre con cautela. Las instituciones que se dedican al estudio del impacto de esta situación señalan que la caída en el consumo estará en torno al 20% y va a depender de la duración de esta situación”, dijo el referente del Inta Marcos Juárez y cerró:
“Esto hay que seguir monitoreándolo cada día a sabiendas de que la salud es el principal factor a resolver, tratando de no sumar otros inconvenientes para ir acomodándonos a la dinámica que muestran los mercados”.
Redacción TodoCerdos
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