“Tenemos un potencial enorme para crecer: somos terceros exportadores de maíz a nivel global y primeros en harina de soja que son los dos componentes más importantes para producir carne, y quien nos compra maíz y soja no lo hace para consumo sino para producir distinto tipo de proteínas animales entre las cuales el cerdo tiene un rol predominante”, describe Vilella, quien disertará en la muestra Fericerdo, en el mes de agosto.
Anticipa además que “habrá que generar estrategias de inversión que tienen que ver con la producción tanto en los criaderos como en la parte industrial aprovechando esa mayor eficiencia en la producción de grano. Una primera aproximación a las demandas globales es transformarlo localmente en proteínas y que eso ocurra en un contexto de crecimiento territorial armonioso del país, que ese agregado de valor se realice en los territorios donde se producen los granos sería relevante”.
En relación al consumo interno de carne de cerdo, Vilella apunta que en nuestro país no ha crecido más por la muy barata carne vacuna, lo cual ha sido un obstáculo. “El hábito de consumo viene siendo creciente en carnes frescas, yo tengo 60 años y cuando era chico en las carnicerías lo que había eran costillitas de cerdo donde la mitad era carne y la mitad grasa, hoy eso cambió sustantivamente: en la mayoría de los restaurants hay platos que tienen distintos cortes de cerdo que se van incorporando al consumo de la gente”. Precisa Vilella que hacia adelante “lo que va a haber es un incremento cada vez mayor de consumo interno de carne de cerdo que va a acompañar a los valores internacionales. Esta carne por su conversión de alimento balanceado es una carne mucho más barata a nivel global que la vacuna y la suma de todas estas situaciones van a hacer que el consumo interno y externo la perspectiva es de grandes oportunidades”.
Cambios
Investigando desde la FAUBA sobre las grandes tendencias de los consumidores globales, Vilella privilegia un cambio en el consumo y el cambio en la gente del mundo que pasa de clases pobres rurales a clase media urbana específicamente en China y que implican cientos de millones de platos de comida: “esto va acompañado con cambios de dietas donde las carnes juegan un rol importante, las proteínas animales en general y dentro de ese contexto el cerdo sigue siendo y lo va a ser la carne más consumida producida por el hombre”, analiza Vilella enfocando en un cliente potencial de las carnes de cerdo argentina como es China, agregando que “esto genera una demanda de proteína de alta calidad. En los lugares más desarrollados ya aparece claramente, sumado a la incorporación de las carnes, la de cerdo por sus cualidades propicias para la salud, al revés de lo que tradicionalmente se decía, tiene una cantidad de virtudes que hoy están siendo destacadas por los nutricionistas que hacen que este tipo de carne se posicione como de alta calidad”.