La peste porcina africana está diezmando millones de cerdos en China, el mayor consumidor de carne de cerdo del mundo. Para llenar su vacío de proteína, el país podría reducir su impuesto de importación sobre la carne sudamericana, aumentando así la competitividad de la región en el comercio mundial, dijo Fernando Galletti de Queiroz, director ejecutivo de Minerva, en un evento de la compañía en Sao Paulo.
Las acciones de JBS SA, el mayor proveedor de carne del mundo, ganaron 9,6%, la mayor cantidad en un año. Minerva alcanzó el nivel más alto desde octubre de 2015. Marfrig Global Foods SA subió 5,3%, mientras que BRF SA agregó 5,9%.
Aunque la carne de res de Brasil, Argentina y Uruguay está sujeta a un impuesto de 24% para ingresar a China, rivales como Australia y Nueva Zelanda están libres de aranceles. A medida que los precios de la carne en el país asiático se disparan, hay indicios de que Pekín ha permitido que las empresas estatales importen carne de res de Suramérica sin aplicar el arancel, dijo De Queiroz. Además, las autoridades de la nación sudamericana y China han estado discutiendo sobre la exención arancelaria.
Se pronostica que los suministros mundiales de carne caerán aun más el próximo año, cuando las reservas de carne de cerdo en China disminuyan, y aún se desconocen los impactos de la enfermedad porcina fuera de China. La semana pasada, Polonia reportó la peste porcina africana en jabalíes en una provincia a 80 kilómetros de Alemania, el principal productor de cerdos de la UE.
Por Tatiana Freitas, Vinicius Andrade y Fabiana Batista
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