Con la llegada de cada período de las fiestas de fin de año, el consumo de carne de cerdo crece en la Argentina. El fenómeno, no obstante, se produce en un contexto en el que la demanda para con la producción del sector se supera año tras años, al menos, desde hace una década.
"La carne de cerdo es una alternativa importante, saludable y sabrosa, que la gente está adquiriendo. Se está generando un verdadero cambio cultural", consideró al respecto Alejandro Lamacchia, referente de la Asociación de Productores Porcinos bonaerense (Aproporba).
En diálogo con el programa ATR de 0223 Radio, Lamacchia decidió rememorar lo que sucedía en el rubro tiempo atrás a fin de analizar el presente de la actividad: "Normalmente el argentino fue consumidor de carne vacuna, y poco a poco, estas carnes complementarias como el pollo y el cerdo, van ganando cada vez más consumidores. Prácticamente está aumentando el consumo de carne de cerdo un kilo por año por persona. Se cree que para el 2025 podremos estar en los 25 kilos por año por persona", detalló.
Consultado por si el alza de precios de la carne vacuna favoreció al sector porcino, el dirigente entendió: "Son ambas cosas, este cambio cultural que vino para quedarse y también el tema del aumento de la carne vacuna", reconoció.
"Históricamente la carne de cerdo era para chacinados, ahora el 80% es para carne fresca. Siempre estuvo por debajo del valor de la carne vacuna. Eso hizo que a través de los años el cerdo fuera ganando terreno. Este 2019 ha sido particular, porque por momentos ambos tipos de carne han tenido una equivalencia de valor. Con la crisis que hubo en China, la carne de cerdo se ha ido mucho para afuera. Ahora volvió a quedar por debajo de la carne vacuna, que es lo que realmente le conviene al cerdo", explicó.
Lo que viene
Luego de que en el 2018 -según cifras de Lamacchia-, al menos el 60% de los productores pequeños de cerdo tuviera que dejar la actividad, el rubro vivió una suerte de repunte en 2019.
"A veces se habla del campo, que dice esto o lo otro. El campo yo entiendo que son los grandes productores, que son los que tienen la posibilidad de exportar. A mí me gusta hablar de las economías regionales.
En 2018, el 60% tuvieron que dejar la actividad por la crisis. El precio del cerdo no se movió y en 2019 empezó a moverse, pero muchos ya habían fundido. Esta actividad es rural y es algo que le da vida al interior. El consumo aumentó, el productor empezó a tener un poco de rentabilidad, pero la mitad de los productores había dejado la actividad", reflejó el referente del sector.
"Ahora vino el problema de China y eso hizo que toda la carne se exportara. China llega a pagar entre 4 y 5 veces más que el mercado interno. Eso es algo bueno para el productor, pero lo aprovecharon un conjunto de 12 empresas, que hace años trabajan en el tema. El pedido de carne era tan grande que algunos medianos productores se pudieron incorporar a esos equipos de producción", contó Lamacchia.
Respecto al 2020, el titular de la Asociación de Productores Porcinos bonaerense analizó: "El 70% del costo del cerdo es alimento. El maíz, la soja y los nucleos de alimentación. Ahora viene el tema de las retenciones. El cereal se cotiza a nivel internacional. Si uno vende maíz a China, Europa o Centroamérica tienen un valor internacional. En este momento hay mucho cereal, y el margen que les queda a los productores que exportan es bajo. Hay incertidumbre. Es un juego de mercado en donde habrá que ver como el Estado actúa con una visión proteccionista. Acá el pequeño y mediado productor tiene que conseguir el cereal un poco más económico"