La genética avanza a pasos vertiginosos y es importante que estos avances se vean reflejados en la productividad de la granja. Por tanto, es crucial tener reemplazos que garanticen el avance genético.
Para las granjas que mantienen su núcleo interno y que producen sus propios reemplazos, es recomendable seguir estas recomendaciones:
Producción de reemplazos
-Tener entre el 8 y 12% de Inventario de hembras de genética.
-Realizar el 10% de las inseminaciones en Pureza, para reemplazar el hato genético.
-En muchas granjas, debido al tamaño del rodeo, estos servicios se realizan en Bandas, habitualmente de 4 semanas.
-El restante 90% de las Inseminaciones deben realizarse con hembras de alta genética, y utilizar semen de machos Landrace (LD), para producir hembras de punta.
-Ajustar la cantidad de servicios con la Tasa de parición, los Nacidos Vivos, y la Mortalidad Pre-destete MPD; ya que, si no se toman en cuenta estos factores, se corre el riesgo de no tener la cantidad de reemplazos necesarios cada semana.
-Para las Inseminaciones en pureza, deben considerarse los índex más altos.
-Para garantizar el avance genético, el semen seleccionado para las inseminaciones en pureza (LW), debe tener un índex más alto que las hembras.
En las hembras GGP el índex es la prioridad y debe combinarse con los mejores resultados productivos. Es importante que estas hembras también tengan buena conformación, tetas, vulva, tren motriz y talla (capacidad uterina).
-Mantener la condición corporal entre 2.5 a 3.5.
-Verificar que la alimentación en gestación siga las 3 fases recomendadas por tercios.
Garantizar 970 kg de alimento por año.
La selección
Con la finalidad de tener la cantidad suficiente de hembras de reemplazo, de excelente calidad, existen diferentes etapas de selección de las futuras madres. Con estos manejos tendremos la oportunidad inseminar solamente lo mejor, y no tener que inseminar “lo que tenemos”. Esta diferencia nos permitirá garantizar el avance genético y productivo de la granja.
1.- Selección al nacimiento, es la primera oportunidad para realizar la selección.
No debe seleccionar hembras con menos de 1 kg de peso al nacer.
Detectar anomalías físicas, especialmente en tetas, vulva, tren motriz, hernias, o cualquier otro defecto.
2.- Selección al destete, es la segunda oportunidad para realizar la selección, o para eliminar a las hembras consideradas NO viables.
Hembras con menos de 4 kg a los 21 días.
-Hembras clínicamente enfermas, diarreas, tos, o con cualquier otra patología.
-Revisar tetas dañadas o perdidas, vulvas deterioradas, o tren motriz afectado, por manejo o instalaciones.
3.- Selección en cada cambio de fase de alimento.
En cada cambio de fase de alimento, es recomendable realizar pesajes para verificar el crecimiento y los consumos de alimento.
Las hembras que no estén consumiendo suficiente alimento, o que estén retrasadas en su crecimiento, NO deben ser consideradas para continuar en el sistema.
Las hembras que presenten signología clínica de enfermedad, tampoco deberán considerarse.
4.- Selección en corral, esta selección deberá realizarse a las 24 semanas de edad,
Detectar a las hembras con alteraciones físicas no aceptables, hembras que no logren el peso deseado, con signología clínica, anormalidades en el tren motriz y de conformación.
5.- Selección Individual. Esta selección preferentemente debe realizarse a las 25 semanas.
Se recomienda tener un área específica, donde el seleccionador tenga fácil acceso a revisar las características de la vulva, las tetas una por una, así como todo el tren motriz, por delante, por detrás y vista lateral.
Además, se recomienda tener una báscula, para verificar el peso.
En esta jaula, se puede tatuar, aretar y hacer la tarjeta individual de cada primeriza que pase la selección.
6.- Selección durante el período de adaptación
A partir de las 25 semanas de edad, la estimulación de calores debe ser intensiva, para identificar a las hembras que no sean aptas, que no presenten celo a las siguientes 6 semanas, o que sus órganos reproductivos sean infantiles o inmaduros.
En esta adaptación deberán ponerse las vacunas necesarias.
También deberá considerarse la aclimatación a jaula por 21 días.
7.- Selección al servicio
Previo al servicio, el inseminador tiene la opción de inseminar o no a cada hembra,
Si sangra al momento de introducir el catéter, si no se inserta el catéter adecuadamente, si no da el peso, si presenta descarga purulenta o presencia de sangre, si presenta cojera marcada, o alguna anomalía física.
La alimentación
Cada fase de alimento es importante para garantizar el correcto desarrollo de las nulíparas.
La recomendación es tener una hoja de grupo desde el destete, donde se anote el número de grupo, edad al destete, peso promedio, los presupuestos de consumo de cada fase de alimento y los pesos promedio esperados.
Se deberá anotar al final de cada fase, el alimento consumido y los pesos promedio del grupo, para saber si el crecimiento y los consumos son acordes a los presupuestos, y en caso contrario poder realizar las acciones correctivas necesarias.
Recomiendo pesar al menos 10 % de cada grupo, pudiendo utilizar una báscula convencional o el sistema de cinta métrica en el perímetro torácico, o usar el “sistema de la manguera.”
Lo que no podemos medir, no lo podemos mejorar.
Estimulación del celo
La estimulación de calores debe comenzar a las 25 semanas de edad.
Debe quedar claro que se trata de estimular la pubertad, no de detectar calores.
La meta es que a la semana 29 se tengan 95 % de nulíparas con al menos un celo registrado.
De esta manera, se garantiza que a la edad de 35 semanas todas las nulíparas estarán en su tercer celo.
Se recomienda utilizar sementales hermanados, en múltiplos de 3.
Debe haber al menos 1 semental por cada 100 primerizas, con edades de 25 semanas o más, para obtener el mayor estímulo posible.
Los sementales deberán ser alojados en un edificio diferente al de las nulíparas.
Es recomendable tener sementales de 3 edades diferentes, jóvenes, maduros y viejos, para incrementar la variedad de estímulos a las nulíparas.
Se debe colectar a los sementales semanalmente, para mantener el interés y una buena libido.
El semen y la tapioca, pueden colectarse, y esparcirse en los corrales de las nulíparas que aún no presenten calores, para aumentar el estímulo.
La estimulación consiste en
Introducir a los sementales al corral de las primerizas.
Permitir que los sementales comiencen a olfatear y perseguir nulíparas.
Colocar a una nulípara frente a un semental, para que esta pueda verlo, oírlo, olerlo y tener contacto físico con él.
El operario deberá masajear la vulva utilizando el puño cerrado, haciendo presión y girando su mano.
El operario deberá entonces friccionar enérgicamente los flancos de la primeriza.
Finalmente, el operario deberá hacer presión en el lomo de la primeriza.
Repetir el procedimiento un par de veces y marcar con un crayón en el lomo de la nulípara trabajada.
Una vez que se marcaron “todas” las nulíparas de ese corral, pasará al siguiente corral.
Cambiar a los sementales cada hora o cada 100 primerizas trabajadas.
Anotar los calores registrados en la tarjeta individual.
Anotar la fecha de disponibilidad en la tarjeta (17 a 21 días posteriores).
Importante: las nulíparas en su primer ciclo, a veces por miedo o estrés, no permiten la monta, pero si presentan comportamiento de apareamiento con sus compañeras, la vulva está aumentada de tamaño y tiene secreción, podemos afirmar que está en pubertad y ha iniciado su primer ciclo.
Recomendaciones para manejo de nuliparas
-Comenzar la estimulación a las 25 semanas de edad.
-Aclimatar en jaula al menos por 21 días previos al servicio.
-Inseminar a los 150 kg de peso
-Inseminar a las 35 semanas de edad.
-Inseminar al tercer calor
-Reducir el estrés al máximo.
-Colocar a la nulípara en la jaula de servicio al menos 5 días antes del servicio.
-Protocolo de inseminación de primerizas debe ser 0 – 12 – 24.
-Utilizar catéter de primerizas. De preferencia utilizar sistema tradicional de inseminación.
Tomado de Hypor de México