Con el objetivo de capacitar a los equipos técnicos y concientizar a la población previo a la temporada de carneo. A fin de tomar conciencia sobre la importancia de prevenir la triquinosis, contribuye a modificar ciertas prácticas culturales en la producción y el consumo de alimentos, para evitar riesgos y promover una alimentación responsable.
Al acercarse la temporada de invierno, se incrementa la elaboración de chacinados de forma artesanal utilizando carne de cerdo, entre otros. Por ello, el Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes desde Departamento Provincial de Enfermedades Zoonóticas y vectoriales, en conjunto con el Área de Zoonosis del Municipio de San Martín, llevaron a cabo el primer simposio provincial de triquinosis.
Con el fin de concientizar sobre esta problemática, las exposiciones tuvieron como objetivo tratar a la triquinosis con un abordaje interdisciplinario, generando nuevas estrategias de abordaje para prevenir el surgimiento de eventuales brotes en la provincia.
Este simposio tuvo la particular oportunidad de haberse celebrado al mismo tiempo en que se notificó desde el área del brote de focos en Córdoba, Buenos Aires y San Luis. Estos brotes han surgido de manera anticipada, ya generalmente los casos de triquinosis comienzan a aparecer a mediados de mayo, coincidentes con la época de carneo.
Estas capacitaciones son fundamentales para una mejora continua sobre el conocimiento de la enfermedad, de su biología, epidemiología, detección, manejo y tratamiento. Esto, para que este conocimiento se aplique a los factores que expliquen el aumento de su dispersión y mantenimiento de su ocurrencia.
Triquinosis
La triquinosis o trichinellosis es una zoonosis parasitaria cosmopolita, endémica en Argentina, la cual representa un problema tanto para la salud pública como para la sanidad animal y se asocia íntimamente a una realidad sociocultural. Afecta no solo al ser humano sino también a una amplia variedad de animales, que adquieren la parasitosis al consumir carne cruda o poco cocida infectada con larvas viables del parásito.
Si bien la triquinosis humana se asocia al consumo de carne de cerdo doméstico, el descubrimiento de nuevas especies ha desplegado nuevas alternativas y realidades epidemiológicas incorporando otras fuentes de infección, como carne proveniente de jabalíes y pumas, entre otros.
El estudio de las características propias de cada especie y genotipo de triquinella, así como el de la interacción del parásito con el hospedador, proporcionan herramientas útiles para conocer aquellos puntos sobre los cuales implementar medidas de control para evitar la infección en el ser humano y para minimizar el mantenimiento y la dispersión del parásito en el ambiente.
Recomendaciones para la prevención de la triquinosis en las personas
Se debe prestar especial atención antes de consumir carne de cerdo o de animales silvestres y productos como chacinados y salazones.
Se recuerda a quienes consuman carne y productos de origen porcino y de animales silvestres que deben tener en cuenta una serie de precauciones para prevenir el contagio de la triquinosis.
La triquinosis o trichinellosis es una zoonosis parasitaria endémica en Argentina. Las personas se enferman al consumir carne cruda o insuficientemente cocida o productos elaborados con carne de cerdo o de animales silvestres, principalmente jabalíes y pumas, que contienen en sus músculos larvas de parásitos del género trichinella. Por eso es también considerada una enfermedad transmitida por alimentos (ETA).
La faena doméstica y la carneada de cerdos en el campo, hábitos difundidos en la población rural y periurbana, promueven la distribución y comercialización de productos porcinos elaborados de forma casera o artesanal.
Como en este proceso se utilizan carnes sin cocción, los chacinados y salazones resultantes pueden contener larvas de los parásitos que producen la enfermedad.
Una vez que las personas ingieren productos que contengan larvas de Trichinella spp., se liberan en el estómago, continúan su ciclo en el intestino y, luego de reproducirse, migran por el torrente sanguíneo hacia los músculos, donde se alojan y pueden provocar fiebre, diarrea, hinchazón de párpados, vómitos, picazón en la piel, y dolores y dificultades motrices.
Esta enfermedad tiene un fuerte impacto en la salud humana. El cuadro clínico es muy variable y puede ir desde una afección asintomática hasta una enfermedad mortal, dependiendo del número de larvas ingeridas y del estado inmunológico del huésped.
Por ese motivo, se recomienda a las personas adquirir productos elaborados con carne de cerdo o de animales silvestres (principalmente de jabalíes y pumas) que posean una etiqueta rotulada, ya que permite conocer su origen y saber que fueron producidos en establecimientos habilitados, con carne que ha sido analizada previamente y, en consecuencia, que son productos aptos para consumo humano.
En este mismo sentido, se recomienda consumir chacinados y salazones obtenidos en establecimientos habilitados y no en lugares informales, en los que no se puede demostrar la inocuidad y el seguimiento del producto adquirido.
La prevención también debe trasladarse hasta los hogares: para evitar contraer triquinosis, es importante cocinar correctamente la carne hasta que su interior pierda el color rosado. Esta cocción nos indica que se alcanzó una temperatura suficiente para eliminar larvas de trichinella. Las personas deben saber también que la salazón de la carne, su congelamiento en un freezer común, ahumado o cocción en microondas no son métodos seguros para la destrucción del parásito.