Luego de mucho sacrificio, tanto de los pequeños productores de animales, la Agencia de Extensión Rural del INTA, el veterinario asesor y la minera que los apoya, oficialmente se lanzó esta iniciativa.
Esta metodología busca optimizar fundamentalmente la alimentación y la sanidad de los animales, el grupo se constituyó en cooperativa y tiene el asesoramiento técnico de un médico veterinario y recibió equipamiento de empresas nacionales.
El proyecto elaborado por el INTA, lleva 3 años de trabajo. Reúne a 11 pequeños productores ganaderos, que se nuclearon en una cooperativa luego de cumplir con todas las normas y solicitudes legales, denominada "San Gabriel".
Los mismos están ubicados en los distritos de Niquivil, San Roque, El Fical, Bella Vista, Tamberías, San Isidro, Pampa Vieja, El Médano y Villa Mercedes.
Palabras de inicio
"La idea del proyecto es ir de a poco abasteciendo de carne magra de cerdo al mercado jachallero y luego poder extenderse a los cuatro vientos", especificó a este medio la ingeniera agrónoma María Teresa Fernández, del INTA zonal.
Es una actividad basada en la producción de cerdos para comercializar lechones y capones en pie, algo que hacen hace más de una década, pero en condiciones precarias, algunos incluso, comenzaron a producir diversos embutidos, como chorizos, morcillas y salames.
El veterinario Jorge Rodríguez detalló "la cría de cerdos con el sistema de camas profundas permite al ganadero ganar en sanidad y bienestar animal. Es una gran mejora respecto al corral tradicional, de palos, alambre y chapa, da mayor resguardo ante inclemencias climáticas y un menor impacto ambiental debido a que los desechos no son líquidos, y le permite al productor generar un compostaje para usar como abono en sus campos".
El productor Juan Ontiveros, de Niquivil, donde se instaló el primer equipo de camas profundas, hace varios meses, mencionó que "se puede tener una gran cantidad de madres, superior a 100, mejora el porcentaje de preñez en la temporada de verano. El suelo está recubierto con una capa de unos 50 cm de alfalfa, chalas de maíz o restos de trigo y los cerdos no están en contacto directo con la tierra".
Eric Rojas, de la AER Jáchal del INTA agregó que se vienen haciendo capacitaciones en pariciones, lactancia, alimentación, sanidad, pasturas y otros temas vinculados. También "Bum Bum" Hernández, conocido ganadero del lugar, dijo que "es un orgullo que antes de las fiestas hayamos vendido más de 3.000 kilos de carne de cerdo al mercado".
Se van a ir haciendo otras mejoras, como las de zootecnia. Por ejemplo, además de la raza Landrace, la blanca que utilizan, se van a probar otras alternativas, como la Hampshire, los fajados, de buen comportamiento también. Ensayos de variedades de alfalfas, trigos, sorgos, maíces, y otros alimentos vegetales están previstas a futuro.
La producción apunta a más de 175.000 kilos de carne porcina, dados los animales ya existentes, el avance del proyecto, la capacidad instalada, las programaciones del veterinario y la idea de la ingeniera agrónoma zonal.
"Creo que es un orgullo haber montado esto, que debe crecer y buscar aumentar el mercado de carne magra, que es muy sana y ofrecerá una nueva oportunidad para el usuario de Jáchal", finalizó la profesional.
"Este es un proyecto muy serio, hay productores comprometidos, veterinarios asesorando, el INTA acompañando todo el proceso. Va a permitir que estos productores mejoren su producción y su rendimiento económico y generará, también, beneficio a las familias de Jáchal, quienes podrán contar con carne de buena calidad y a mejor precio", agregó Marcelo Agulles, Superintendente de Relaciones Comunitarias & Comunicaciones de Minas Argentinas SA.
Inventario
La empresa que lleva varios años de trabajo intensivo en Gualcamayo, entregó a los productores 9 instalaciones para cría de cerdos con el sistema denominado de "Camas Profunda", de una dimensión de 8 x 12,42 metros; 11 comederos secos: cada uno de ellos puede alimentar 50 animales, cuentan con una capacidad de almacenamiento de 200 kilogramos de alimento; 11 comederos secos llamados "redondos": almacenan 60 kilogramos de alimento y permiten atender a unos 40 animales cada uno; 2 silos de chapa galvanizada para almacenar granos con una capacidad de 20.000 kilogramos cada uno y también 2 botiquines sanitarios completos, con insumos para el seguimiento del proyecto durante un año.
Esto se suma al proyecto que lleva adelante la empresa familiar jachallera La Otomana, con pequeños productores agrícolas del departamento, que trabajarán juntos para desarrollar un programa de producción e industrialización de tomate triturado. Son 6 hectáreas totales, de ellas, 3 se destinarán para conservas, con la empresa La Otomana y otras 3 para comercialización directa por parte del productor. Serán unos 20 los productores beneficiados con este proyecto. La minera compró 132.000 plantines de tomate variedad Harris Moran 7883.
Fuente: Diario de Cuyo
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