Dinamarca ocupa una gran península al norte de Alemania, escoltada por más de 400 islas en el mar Báltico. En este territorio de 43.000 kilómetros cuadrados, más pequeño que la provincia de Jujuy y a más de 12.000 kilómetros de Buenos Aires, se encuentra el 8% del stock de cerdos de la Unión Europea (UE). Además, es uno de los principales exportadores a nivel mundial.
Sin embargo, entre 1980 y 2019 el número de granjas porcinas se redujo drásticamente de 69.000 a “solo” 2.890, al mismo tiempo que la producción escaló de 13,2 millones a 31,8 millones de animales.
Dinamarca experimentó un fenomenal proceso de intensificación que llevó el promedio de producción por granja desde 192 cerdos por año a más de 11.000 en la actualidad. ¿Cómo lo hizo? ¿Qué rol juega el Estado? ¿Qué pasa con el impacto ambiental?
¿Cuál es la repercusión en la opinión pública? ¿Piensan seguir creciendo?
Estos son solo algunos de los interrogantes que vamos a develar en este artículo de MOTIVAR de la mano del Embajador de Dinamarca en la Argentina, Søren Vøhtz y su consejero comercial, Jonas Christiansen.
¿Crisis u oportunidad?
El mero rumor de una avanzada de mega granjas porcinas chinas sobre el territorio nacional puso sobre el tapete una serie de debates en torno al impacto de la actividad sobre el bienestar de los animales y el medio ambiente.
Sin embargo, en la práctica, los tratados bilaterales firmados incluso en la gestión anterior aún están lejos de materializarse. Más allá de la escala que puedan alcanzar estas inversiones o los plazos definitivos para su desarrollo, este hecho abre el debate y permite discutir cómo se produce en el resto del mundo.
Es por esto que desde MOTIVAR contactamos a la Embajada de Dinamarca en Argentina para conocer de primera mano cómo hicieron intensificar la actividad porcina hasta alcanzar cinco veces la producción de cabezas de cerdos por año de nuestro país, en un territorio 62 veces más pequeño.
En este sentido, el embajador Søren Vøhtz destaca que, en los últimos 25 años, se logró aumentar la producción porcina danesa y, al mismo tiempo, reducir considerablemente las emisiones de CO2. Además, destacó que Dinamarca ha hecho hincapié en un nivel cada vez mayor de bienestar animal y una reducción del consumo de antibióticos. Pero advierte que hay margen para mejorar aún más los estándares.
En la estrategia de la Danish Agriculture and Food Council, una organización empresarial para la agricultura, la alimentación y la agroindustria, se buscará priorizar los esfuerzos de innovación para el sector porcino.
“Se busca garantizar que Dinamarca siga estando entre los más eficientes en el futuro y entre los tres primeros en Europa en términos de costos de producción. Al mismo tiempo, se promoverá el aumento de la calidad del cerdo a un nivel aún más alto de bienestar animal y una huella ambiental mínima”, afirmó Vøhtz a MOTIVAR.
Más allá de esto y al ser consultado en relación al rol del Estado danés en el fomento de la actividad, Søren Vøhtz fue contundente: “Parte de la solución son las condiciones marco en Dinamarca, que están a la par con otros países de la UE. Pero también debemos hacer un esfuerzo y seguir trabajando con las recomendaciones del panel de crecimiento del sector porcino”.
Y agregó: “Todavía hay una serie de oportunidades para fortalecer la competitividad de la producción porcina danesa. Una de las piedras angulares de un mejor resultado es el trabajo de mejoramiento eficiente con el mayor progreso de mejora posible”.
Datos estratégicos
Tal como le informaran a MOTIVAR desde la Embajada de Dinamarca en Argentina, la producción porcina danesa está cambiando y se concentra en menos granjas, pero más grandes y especializadas (Ver Cuadro N° 1).
A su vez, se exportan más cerdos vivos, mientras que el número de faena disminuye desde 2004. En este sentido, prácticamente la mitad de la producción porcina danesa se exporta como animales vivos y es así como la faena creció alrededor de un 20% desde 1980 (Ver Cuadro N° 2).
En 1974, había 54 centros de procesamiento de cerdos de la empresa Danish Crown, una sociedad anónima que tiene sus raíces en el movimiento cooperativo y, hoy, es la empresa más grande dentro del sector porcino. Además, hay otros más pequeños, de los cuales solo siete faenan más de 10.000 cerdos por año.
Más allá de esto y a la hora de destacar los avances que permitieron dar el mencionado salto, se destacó que la producción porcina funcionó durante muchos años con el sistema de cría DanAvl (DanBred), y esto propició un progreso positivo en los últimos años, a punto tal que es una de las piedras angulares para garantizar la competitividad de los productores de cerdos daneses.
En particular, la cría para una mayor supervivencia y fertilidad de los lechones proporciona un aumento muy visible de cerdos por año.
Parte de los excelentes resultados se debe al hecho de que se introdujo la selección genómica completa en el trabajo de mejoramiento.
En los próximos años, se pondrá aún más énfasis en la capacidad de cuidado de la cerda y en la producción de leche, para que deje de tener cerdos robustos.
También se está trabajando en las posibilidades de una mayor reducción de la mortalidad.
Como parte de la estrategia, el Danish Agriculture and Food Council ha querido fortalecer las ventas de genética DanBred en todo el mundo. La ambición es ser fuertes en genética no sólo como un jugador nacional en términos de ventas, sino también una de las empresas de cría líderes en el mundo.
Producción en alza
Según Søren Vøhtz, la industria alimentaria danesa debe ser climáticamente neutra para 2050. En estrecha colaboración con el resto de Dinamarca y de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, se mostrará al mundo que existe una manera económicamente sostenible de producir alimentos climáticamente neutrales. “La mejora continua de la productividad reducirá las emisiones de efecto invernadero”, sostuvieron.
Además, desde la Embajada de Dinamarca le explicaron a MOTIVAR que la sostenibilidad es un punto central muy importante desde hace muchos años para el sector de la carne de cerdo y sus miembros, como la firma Danish Crown.
Estás son las iniciativas verdes vigentes:
• Aplicación de objetivos de reducción (50% en 2030 y neutralidad en 2050 (sin emisiones netas), certificación climática de los productores y soja “responsable”).
• Proteínas alternativas (hierba, mejillones, etc.).
• Enfoque continuo en la eficiencia de los recursos (energía, agua, etc).
• Blockchain.
En cuanto al desarrollo estructural, este sector no solo se caracteriza por un menor número de granjas, sino también por una especialización cada vez mayor.
Hace casi 50 años, aproximadamente el 75% de las explotaciones eran tanto bovinas, como porcinas.
Hoy, en cambio, hay un grado de especialización tan alto que solo el 1,6% de todas las granjas tienen tanto ganado vacuno, como porcino.
En particular, una mayor utilización de las economías de escala impulsa el desarrollo estructural de la agricultura.
Ese desarrollo contribuyó a que los agricultores daneses sean competitivos en un mundo donde la globalización y la competitividad internacional son cruciales.
Mirando más de cerca el desarrollo estructural de la agricultura en los últimos años, también se caracteriza por cambios en la estructura de propiedad.
Las empresas unipersonales continúan dominando la escena, con un 85% de participación en 2019. Hoy, el 8% de las granjas danesas son sociedades y el 6% corporaciones. El desarrollo con formas cada vez más alternativas de propiedad en relación con la agricultura tradicional se deben, entre otras cosas, a la creciente demanda de capital inicial o al deseo de ampliar las explotaciones agrícolas existentes.
Requisitos sanitarios en las granjas
“El sistema de calidad danés tiene un nivel alto de seguridad alimentaria con un muy buen estado de salud de los animales”, nos explicaron desde la Embajada, destacando un nivel 0 de salmonella; un uso mínimo de antibióticos (sin residuos), sistemas basados en el Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control implementados al 100% y trazabilidad desde la granja para una total transparencia.
“El cerdo sostenible es un concepto de certificación sobre impacto ambiental”.
En este sentido, se espera contar con la documentación de la sostenibilidad sea un importante parámetro de ventas a nivel mundial.
Por lo tanto, aseguran se debe trabajar para establecer un concepto de certificación común para todo el sector porcino; que el productor puede utilizar independientemente de dónde entregue los cerdos y si vende lechones en Dinamarca o para la exportación.
El estándar de producto danés es una documentación del bienestar animal, pero en el futuro se deberán incluir en la certificación elementos como la trazabilidad, la seguridad alimentaria y el impacto ambiental.
Más allá de esto y después de años de enfoque en el olor, la evaporación del amoníaco, así como el nitrógeno y el fósforo del estiércol, existe un enfoque creciente en el impacto climático de la producción de carne. Por lo tanto, un método estandarizado para documentar el impacto ambiental será cada vez más importante.
La Danish Agriculture and Food Council está trabajando con determinación para desarrollar un modelo sostenible y al mismo tiempo, no burocrático.
A corto plazo, la reducción de fósforo en el estiércol es un área de acción importante, ya que ahora se han establecido límites máximos para las emisiones de fósforo por hectárea.
“Hay que buscar soluciones para que el fósforo no sea el factor limitante a la hora de aplicar 170 kg de nitrógeno por hectárea”, agregan.
A su vez, se trabaja en la eliminación progresiva del óxido de zinc y reducción del consumo de antibióticos. En la UE, se ha decidido que el uso de óxido de zinc para el tratamiento de la diarrea de los lechones debe cesar en junio de 2022.
Por lo tanto, Dinamarca prioriza importantes recursos para encontrar soluciones en los próximos años ya que es un gran desafío eliminar el óxido de zinc sin reemplazarlo con antibióticos.
En el próximo período estratégico, el trabajo también continuará el concepto “Mejora sin antibióticos”. Es la expectativa que habrá un mercado creciente para la carne de los cerdos daneses criados sin antibióticos.
¿Y el bienestar animal?
El bienestar de los animales es responsabilidad del agricultor y se están realizando esfuerzos constantes para garantizar y mejorarlo en la agricultura danesa. A través de la investigación y el asesoramiento, se crean y difunden nuevos conocimientos que pueden contribuir al desarrollo de, por ejemplo, una mejor gestión operativa.
“La producción porcina danesa tiene un alto nivel de bienestar animal y los ganaderos quieren mejorar constantemente”, explicaron desde la Embajada de Dinamarca a MOTIVAR. Y agregaron: “Es por eso que cada año los productores de cerdos daneses invierten en la investigación de la calidad, el bienestar animal y la sostenibilidad para estar siempre a la vanguardia del desarrollo”.
En 2020, el centro de investigación SEGES Pig Production lanzó un formulario de proyecto completamente nuevo. En estrecha colaboración con los investigadores del comportamiento animal, se está trabajando para desarrollar soluciones muy concretas que pueden ayudar a los granjeros a cuidar aún mejor, por ejemplo, de los animales enfermos.
Es solo un ejemplo de lo que se está haciendo en ese sentido.
Otro punto interesante a destacar a la hora de describir la vinculación de la actividad con la sociedad: desde la Embajada de Dinamarca se explicó que en 2014, el sector porcino firmó un acuerdo con el Ministerio de Alimentación, Bienestar Animal y organizaciones de consumidores, veterinarios y minoristas para mejorar el bienestar animal 2020.
Se realizaron diversos trabajos, entre los cuales se destacó la introducción de un Plan específico, con acciones concretas. Esto incluye que el sector porcino introdujo un requisito para el uso de anestesia local en la castración a finales de 2018, por ejemplo. La supervivencia de los lechones también es una de las áreas de interés en los próximos años.
La Danish Agriculture and Food Council avanzó en 2020, pero para impulsar aún más la producción porcina danesa en términos de bienestar animal, algunas áreas de enfoque fueron designadas como principales prioridades:
• Rutas de peligro para las cerdas lactantes sueltas.
• Detener la castración.
• Mayor supervivencia de los lechones.
La ambición es que estos objetivos de bienestar animal, a largo plazo, se cumplan y formen parte del concepto de producción del cerdo estándar danés.
Una mejor imagen ocupa un lugar destacado en la lista de deseos de la mayoría de los productores de cerdos.
La producción agrícola y alimentaria porcina también está orientada en ese sentido, y el aumento de los esfuerzos de comunicación son parte de la estrategia.
Lazos comerciales entre Dinamarca y Argentina
El consejero comercial de la Real Embajada de Dinamarca en la Argentina, Jonas Christiansen, asegura que los lazos comerciales entre Dinamarca y Argentina son importantes. Según cifras oficiales del INDEC, en 2018, el intercambio entre las naciones alcanzó los US$ 576 millones. Mientras que Dinamarca exporta genética porcina a Argentina, este último es el mayor proveedor de soja del país escandinavo.
“La eficiencia y calidad en la producción de cerdos como también los procesos en los frigoríficos es la visión danesa para aumentar la competitividad en toda la cadena de valor. Con esta visión estamos trabajando con actores en Argentina para ayudarlos en aumentar y agregar valor a la producción porcina en Argentina para ser más competitivos y que también puedan exportar”, afirma Christiansen en diálogo con MOTIVAR.
Y cierra: “Es el interés de la Embajada de Dinamarca en Argentina seguir profundizando el intercambio comercial y la cooperación para generar valor agregado a los dos países”.
Facundo Sonatti
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