Las autoridades de China han reconocido finalmente que el brote de peste porcina africana detectado inicialmente el pasado mes de agosto es "muy grave", tras extenderse a 17 provincias y provocar que cientos de miles de cerdos infectados hayan sido sacrificados, según publica el portal de información económica Caixin.
"La situación de la prevención y control de la peste porcina africana es muy grave. La epidemia se ha extendido a 17 provincias y ha llegado a las vastas áreas de cría de cerdo en la zona interior de la China meridional", indicó un comunicado publicado anoche en la página oficial del Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales.
El documento, firmado también por los ministerios de Transporte y Seguridad Pública, explica que el resultado de las investigaciones apunta al transporte de animales entre provincias como causante de la expansión de la enfermedad, y pide a las autoridades locales que refuercen la supervisión de los envíos interprovinciales de cerdos para evitar que el virus se siga extendiendo.
Asimismo, señala que se establecerán puntos de control para "inspeccionar de manera estricta" todos los vehículos que transporten animales vivos, con el objetivo de acabar con la "distribución ilegal".
"Los departamentos de Ganadería y Veterinaria deben reforzar la investigación y los castigos sobre actos ilegales como el transporte de cerdos sin certificado de cuarentena (…) y romper decididamente la cadena del tráfico ilegal", agregan los ministerios.
La peste porcina africana, de alta mortalidad entre cerdos y jabalíes -la tasa puede alcanzar el 100 %, según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE)- pero inofensiva para humanos y otros animales, es una enfermedad hemorrágica altamente contagiosa que puede causar la muerte entre dos y diez días tras haber sido contraída.
El cerdo es una de las principales fuentes de alimentación del país asiático, que se sitúa como principal productor y consumidor mundial de carne de este animal.
Según el portal de noticias económicas Caixin, en China existen unos 700 millones de cerdos. Por tanto, este brote -declarado el pasado 3 de agosto- ha supuesto una contracción del negocio de muchas cárnicas debido a las restricciones impuestas a la venta de productos porcinos.
De hecho, algunas regiones como Sichuan (centro) han prohibido la importación de carne fresca de cerdo para evitar que se extienda la enfermedad.
A principios de septiembre, las autoridades chinas revelaron que se habían sacrificado unos 40.000 cerdos debido al brote y, aunque no se han ofrecido nuevas cifras oficiales al respecto, Caixin asegura que el número ahora sería de "cientos de miles" de animales. JEC – Efe
Fuente: La Vanguardia
Foto: Greg Baker / AFP