Horacio Campana, ese maravilloso personaje que cada año recorría muestras y exposiciones para mostrar sus logos en machos y hembras que ayudaron a mejorar los planteles, ya no nos acompañará con su querida presencia. Desde la Sociedad Rural de Jesús María se hizo saber de su deceso y se abrazó a la familia del joven criador.
Si bien su cabaña San Agustín estaba en Bouquet, en la provincia de Santa Fe, la relación de Horacio Campana con Córdoba era intensa, como también lo era su compromiso con la mejora genética de diversas razas porcinas.
Hace unos años, arrasó con varios premios en la Rural de Córdoba y así describió su tarea diaria: “Trabajamos con genética porcina de todas las razas. Nuestro trabajo es a campo con 50 madres, pero hemos logrado eficiencia en reproducción y destete lo que ha mejorado nuestra producción”,
En la Cabaña San Agustín, la familia Campana trabaja con las seis principales razas porcinas argentinas (Durock Jersey; Hampshire; Landrace; Pietrain; Spotted poland y Yorshire), y la excelencia de su trabajo lo ubicaron como uno de los principales referentes de la actividad. En la cabaña crían a los cerdos a campo, con un plantel de 50 madres de todas las razas. A su propio y buen entender rescataba como una de las mejores razas porcinas a la Spotted Poland, ideal para llevar adelante diferentes cruzamientos.
“En materia genética, todos los años estamos mejorando para no quedarnos atrás, pero a un costo muy alto. Si nosotros aflojamos en esta época, nos perjudicamos todos”, describía Campana a su tarea de mejora genética.
De alto porte, de trato amigable, con una vocecita queda y reflexiva, así lo recuerdan quienes tuvieron la fortuna de conocer su trabajo y su modo de socializar su experiencia productiva.
Redacción TodoCerdos