La Cámara de Productores Porcinos de Córdoba (Cappcor) nació en 2016, ante la necesidad de contar con un organismo que los agrupara y los representara frente a las problemáticas que enfrenta el sector en la provincia y toda la región.
Su actual presidente, José Arrieta, analizó los logros alcanzados por la entidad durante este año, explicó la gestiones que están en marcha y habló acerca de las expectativas que tienen para el 2023.
Cambios que hacen falta
“Desde hace dos años, venimos trabajando en transformar la antigua Asociación Argentina de Productores Porcinos en la Federación Porcina Argentina”, contó Arrieta, quien explicó: “Esto no es sólo un cambio de nombre, sino que implica convertirla en una institución de segundo grado, en la que participen las cámaras sectoriales de Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe, junto con otros organismos, como el Grupo de Intercambio Tecnológico de Explotaciones Porcinas (Gitep) y la Asociación Pormag”.
“La asociación es una entidad que tienen muchos años y no ha logrado adaptarse a los cambios y la evolución del sector, que han sido muy vertiginosos en el último tiempo y, muchas veces, han perjudicado a los productores por no contar con las reglas y las leyes necesarias o correctas”, agregó.
En este sentido, ya se realizó la primera asamblea para conformar la federación, instancia que está pendiente de aprobación por parte de IPJ para darle un marco de legalidad al nuevo ente.
“Necesitamos abandonar la fragmentación actual para generar un espacio de representatividad federal, que aporte soluciones a las circunstancias a nivel nacional”, indicó Arrieta, quien aseguró que en Córdoba desde hace años se abrió el juego al trabajo conjunto con otras cámaras e instituciones, para que el sector porcino se proyecte como un bloque unificado, con mucha más eficacia y con mayor masa crítica.
Gestiones que prometen soluciones
A nivel provincial, Cappcor viene gestionando frente a las secretarías de Ganadería y de Ambiente la posibilidad de abrir una mesa única de tramitación de las licencias ambientales para las granjas porcinas.
“Actualmente, es una burocracia que involucra a cuatro o cinco mesas de entrada, lo que genera un cuello de botella que produce retrasos en la obtención de un documento tan importante para el desarrollo de nuestra actividad”, explicó Arrieta.
El presidente de la Cámara asegura que hay buena predisposición de los organismos estatales, por lo que prevé una pronta respuesta favorable al planteo.
Por otra parte, la entidad viene sponsoreando desde hace cinco años, junto al Inta Manfredi, los ensayos de uso de los efluentes porcinos como fertilizantes para la agricultura. Estas prácticas implican mucho rigor científico, análisis de todo tipo y estudios muy específicos para garantizar una buena práctica.
“Estas campañas han demostrado resultados positivos a nivel productivo y económico, al mismo tiempo que significan una solución para lo que antes era un desecho de la producción, generando así una nueva faceta de la economía circular”.José Arrieta, presidente Cappcor.
Punto de encuentro
El 29 de noviembre, se llevó a cabo una nueva edición de la Jornada Cappcor en el Campus de la Universidad Siglo XXI. Cerca de un centenar de asistentes participaron de este evento, que tuvo como temática principal los desafíos de la actualidad porcina y las oportunidades del sector.
Durante el encuentro, José Dodds habló sobre los avances de la Federación Porcina Argentina; la secretaria de Ganadería de Córdoba, Catalina Boetto, resaltó la importancia de la producción provincial a nivel nacional; y los representantes de Porgam, Cristian Sitto y Alejandro Gariglio, junto a Juan Manuel Garzón de Fundación Mediterránea, mostraron un panorama completo sobre los mercados y la actividad porcina para Argentina y el mundo.
Todos coincidieron en que la profesionalización ha sido un factor importante en el crecimiento del sector y resaltaron el potencial productivo para los próximos cuatro años.
Por su parte, el ingeniero agrónomo Nicolás Sosa, que conforma el equipo del INTA Manfredi, contó los resultados de los ensayos con efluentes porcinos; y la licenciada Pilar Maure habló sobre la dinámica de las empresas familiares y su rol en la economía de nuestro país.
“A pesar de que en Córdoba no hay una ley que regule el bienestar animal, nos pareció importante tocar este tema porque hay muchos productores que están aplicando esta filosofía en sus granjas”, expresó Arrieta.
Durante la jornada, esta temática estuvo a cargo del médico veterinario Roberto Becerra Olmedo, presidente de la Asociación Chilena de Bienestar Animal.
La jornada cerró con dos mesas redondas, que fueron un excelente espacio de interacción y aprendizaje entre los asistentes. Los temas analizados fueron los sistemas de gestación grupal en granjas de Córdoba y los modelos de integración, cooperativismo y asociativismo.
Mirar más allá
“Córdoba es la primera provincia productora de cerdo del país, gracias a que hemos crecido en escala y tecnología para el nivel primario de la actividad”, explicó Arrieta, aunque advirtió que esto no se refleja en la siguiente etapa del proceso productivo.
“Muchos kilos de carne cordobesa se faena en otras provincias y estamos dejando que se escape una gran oportunidad de desarrollo económico, que generaría muchos puestos laborales e ingresos para nuestra región”.José Arrieta, presidente Cappcor.