El estudio, elaborado por el Med. Vet. MSc. Jorge Brunori del Grupo Porcino del INTA Marcos Juárez, destaca la necesidad de fortalecer el mercado de exportación como una vía para aliviar la presión sobre el mercado interno y aprovechar las ventajas competitivas del país en el ámbito agroecológico.
Participación en el mercado mundial
Durante el período analizado, se exportaron un total de 208.314 toneladas de carne porcina, con un promedio anual de 14.880 toneladas. Este volumen representó aproximadamente el 3.1% de la producción anual de carne de cerdo en Argentina, que alcanzó un promedio de 474.918 toneladas en el mismo período. China, Hong Kong y Rusia se destacaron como los principales destinos de las exportaciones argentinas, absorbiendo el 61.9% del total exportado entre 2011 y 2022.
En cuanto a los rubros exportados, la carne congelada, menudencias y vísceras, así como despojos comestibles, fueron los más significativos, representando conjuntamente más del 75% del total exportado durante el período analizado. Sin embargo, a pesar del potencial productivo de Argentina en el sector porcino, el país ha mostrado una baja participación en el mercado de exportación mundial, alcanzando solo el 0.18% del total de las exportaciones porcinas a nivel global entre 2011 y 2022. https://socialagri.com/agriFM/p-canal.php?canal=69
El informe también destaca la subutilización de materias primas en el país, como el maíz y la harina de soja, que podrían ser transformadas en productos con mayor valor agregado para su exportación. De los 59 millones de toneladas de maíz producidas en la campaña 2021-2022, solo el 33.8% se destinó al consumo interno, mientras que el resto se exportó sin transformación. Una situación similar se observa en el caso de la harina y el expeller de soja.
Conclusiones y perspectivas futuras
En conclusión, el informe subraya la necesidad urgente de fortalecer el mercado exportador porcino en Argentina como una estrategia para diversificar los mercados, aliviar la presión sobre el mercado interno y aprovechar el potencial agroecológico del país. Se hace hincapié en la importancia de políticas que promuevan la transformación de materias primas en productos de mayor valor agregado para su exportación, lo que podría generar un impacto positivo en el crecimiento económico y la generación de empleo en el país.