La eficiencia en la producción porcina puede marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso de la empresa. Los costos de inversión de los sistemas confinados tradicionales, que contemplen el tratamiento de efluentes y el bienestar animal, son limitantes ya que requieren de grandes inversiones para el inicio y el sostenimiento. El engorde de cerdos en cama profunda surge como una alternativa para mejorar la eficiencia de producción.
En el artículo Eficiencia productiva del sistema de cama profunda, publicado en la Revista de Tecnología Agropecuaria (RTA), se asegura que este sistema “permite alcanzar resultados productivos similares a un sistema confinado”, además de implicar una menor inversión inicial, la generación de efluentes sólidos y otros beneficios para los animales.
La “cama profunda” es un sistema de túnel orientado en el sentido de los vientos predominantes, que asegura la ventilación, temperatura y eliminación de gases. En un extremo con piso de material concreto se ubican comederos y bebederos, y en el resto, una abundante cama con material vegetal voluminoso.
Con el objetivo de generar información para el sector productivo del norte de la provincia de Buenos Aires, la Estación Experimental Pergamino cuenta con una Unidad Demostrativa Porcina con instalaciones de sistema de cama profunda. Allí se evaluaron cinco ciclos de engorde, generando valiosa información sobre la eficiencia productiva en este tipo de sistemas.
Entre las conclusiones del trabajo, se resalta que la superficie óptima por cerdo es de 2,06 a 2,31 metros cuadrados. En estas condiciones, no sólo se verificó una conversión alimenticia eficiente, sino un menor desgaste de la cama.
El engorde de cerdos en cama profunda (CP) surge como una alternativa para mejorar la eficiencia de producción sin incurrir en los costos que implica un sistema de producción confinado tradicional o «full stat». Los túneles de CP son estructuras sencillas. Gracias a su orientación, que siempre debe ser en el sentido de los vientos predominantes de la zona, se asegura una correcta ventilación. Esto permite el recambio de aire interno para mantener la temperatura y eliminar el exceso de gases (CO2, NH3, CH4, H2S) (Brumm et al.2004).
Las dimensiones pueden ser variables, aunque siempre respetando ciertas proporciones: su largo no debe ser más que el ancho multiplicado por tres, y su alto debe ser la mitad del ancho. En un extremo, sobre piso de concreto, se ubican los comederos y bebederos. Sobre la superficie restante del túnel se coloca una abundante cama de algún material vegetal voluminoso que cumple distintas funciones (Brumm et al., 2004; Spinollo y Campagna, 2017):
• Absorbe las excretas de los cerdos, disminuyendo la volatilización de amoníaco y otros gases, mejorando la calidad del aire y disminuyendo la incidencia de enfermedades respiratorias (disminución de más del 50% de emisión de amoniáco en comparación con los sistemas de piso concreto).
• Permite regular la temperatura interna del túnel.
• Promueve el comportamiento exploratorio natural de los cerdos, reduciendo el estrés de los animales y repercutiendo favorablemente sobre los indicadores productivos.
• Evita el descolado (práctica comúnmente utilizada nadas para evitar la caudofagia).
• No se generan efluentes líquidos, lo que evita incurrir en gastos de infraestructura (llegan a representar más del 50% de la inversión inicial) y disminuye el riesgo de contaminación de aguas subsuperficiales. El residuo final es efluente sólido (cama + orina + heces) que luego de un correcto compostado y estabilizado podría utilizarse como enmienda para agricultura.
De lo anteriormente mencionados resaltan que, en este sistema de engorde de cerdos, la cama de paja es fundamental y cumple múltiples funciones. Sumado a las ya dichas, permite alcanzar resultados productivos similares a sistemas de engorde confinados incurriendo en menores costos de infraestructura (Spinollo y Campagna, 2017).
Para consultas técnicas sobre el artículo, puede dirigirse a stoppani.constanza@inta.gob.ar.
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