Entusiasmo. La doctora en ciencias veterinarias Melisa Tumini coordina el programa porcino.
Neuquén ahora cuenta con un laboratorio que se encarga de innovar y beneficiar a la producción porcina de la región de Patagonia Norte. Se trata de una iniciativa tomada por la Fundación Familia.
Contó con el apoyo de Centro Pyme-Adeneu de Neuquén y obtuvo el financiamiento a través de la línea de los Proyectos Federales de Innovación (PFI) del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación.
Esta innovación consiste en un laboratorio de mejoramiento genético porcino, que fue el primero instalado en la zona. Se ubica en un predio situado en Valentina Norte Rural de la ciudad de Neuquén capital, un lugar donde trabajan 25 personas.
La doctora en ciencias veterinarias Melisa Tumini dirige el proyecto y en diálogo con Diario Río Negro contó los detalles sobre cómo se conformó y qué se hace. En este sentido explicó que la iniciativa surgió a partir de una notable demanda por parte de los productores, quienes ante la disposición de la barrera sanitaria habían manifestado que la calidad en la producción de cerdos había bajado.
Desarrollo propio
“Esta barrera sanitaria que se ubica a la altura de Río Colorado impidió el ingreso de animales en pie, la cual era la forma más utilizada en la producción porcina para mejorar la genética”, señaló. Esta decisión se tomó para prevenir el ingreso de enfermedades.
A su vez explicó que los centros de genética están distribuidos mayormente en las zonas donde hay mayor producción de cerdos como Santa Fe, Bs. As. y/o Córdoba. Por lo cual vieron necesario crear un laboratorio que aporte a la producción de la región de Patagonia norte.
“Era necesario porque la genética siguió mejorando para aquellas zonas, pero no para la nuestra. La producción de carne fue cada vez más baja, igual que su calidad. El productor se vio en desventaja respecto a la producción del norte”, sostuvo. Así fue que entonces Fundación Familia comenzó a proyectar el laboratorio de mejoramiento genético porcino y también la instalación de un criadero de cerdos.
Ese criadero aporta los vientres receptores de las diferentes técnicas reproductivas que se vayan desarrollando en el laboratorio.
La experta detalló que dentro del laboratorio se producirán embriones mediante fecundación in vitro y se buscarán óvulos y espermatozoides para lograr la fecundación fuera del animal.
¿Cómo se trabaja?
“Desde ahí van a estar en una incubadora hasta los siete días que se desarrolla un embrión y después esos embriones van a ser implantados en los vientres de las cerdas que están en el criadero”, indicó.
Con el propósito de mejorar la genética señaló que los óvulos y los espermatozoides se proveerán de otras zonas para luego hacer la implantación en los vientres de las cerdas ubicadas en el criadero.
“De esta forma mejoramos la genética de la región sin la necesidad de traer animales que puedan modificar el status sanitario del lugar”, informó y agregó que se pensó en la posibilidad de que en un futuro se pueda traer material genético de otro país.
Por otra parte, Tumini explicó que ahora se encuentran en la etapa de producción de embriones con material genético de la zona.
Eso se debe a que al ser una técnica que no se desarrolla normalmente en el país más allá de fines investigativos, se necesita ponerla a prueba para determinar que la producción se pueda realizar con fines comerciales.
“El proyecto aún está en desarrollo. La intención es que a futuro se pueda vender el animal con el 100% de la mejor genética”, explicó. Se está pensando en la implementar de un plan canje en la que el productor pueda entregar una cerda vieja a cambio de una joven.
El tratamiento de efluentes
Tras lograr elaborar el proyecto del laboratorio, Tumini agregó que se presentó una nueva iniciativa relacionada con la producción porcina que consiste en una planta de tratamiento de efluentes porcinos.
Se pensó al tener en cuenta que los cerdos producen muchos efluentes que no son tratados y simplemente son desechados afectando de alguna forma al ambiente.
“No tenemos una legislación que regularice el tratamiento de efluentes. Tampoco hay un método que se le brinde al productor para que cuando instale su criadero, se tenga en cuenta el tratamiento”, puntualizó la doctora. En ese sentido se proyectó un tipo de tratamiento que se hará a través de un biodigestor especialmente creado para soportar el clima de la región patagónica.
“Nosotros propusimos instalar los biodigestores dentro de los galpones de crianza para que tengan una temperatura constante todo el año”, detalló.
Esos biodigestores no serán los que son comúnmente utilizados en los campos, sino que son continuos que hacen que el tratamiento de los efluentes sea más rápido y constante a la hora de generar un producto que se pueda utilizar como fertilizante.
“El tema de no verter los efluentes al ambiente ayuda a la no contaminación porque se está reutilizando y se transforma en un producto que también tiene una rentabilidad”, concluyó.
Apoyo provincial
La Fundación Familia decidió ir por más. Recientemente, presentó la creación de un banco de germoplasma nativo y de la planta de tratamiento de efluentes porcinos mediante biodigestor ante la Agencia Neuquina de Innovación para el Desarrollo (ANIDE), que promueve la ciencia y la tecnología en la provincia.
Desde cerdos a plantas nativas: el impulso de la economía social y solidaria
La Fundación Familia trabaja con jóvenes en situación de vulnerabilidad e impulsa iniciativas relacionadas a la economía social y sostenible, como la porcicultura, la reforestación con especies nativas y la producción de compost a partir de residuos orgánicos.
Inclusivo. La iniciativa forma parte de la economía social. Foto Gentileza.
Tiene como objetivos formar en valores y prácticas de la economía social y solidaria en jóvenes emprendedores de los barrios más vulnerables de la ciudad de Neuquén, resolver el problema de la colecta y conservación de semillas de las especies nativas en espacios físicos adecuados y ofrecer in situ áreas de capacitación para productores y estudiantes.
Se conformó para que chicas y chicos de la Escuela Nuestra Señora de la Guardia hagan sus prácticas y talleres. Sin embargo, con el transcurrir de los años, empezó a vincularse con productores porcinos de la Provincia del Neuquén y conocer cuáles eran las problemáticas que enfrentaban a diario.
La Fundación está a cargo del Vivero Pensamiento Nativo, con 15.000 plantas nativas. Recientemente se brindó capacitación, que fue impulsada por Copade con la asistencia del Consejo Federal de Inversiones.
Ese curso sirvió para que los participantes conozcan sobre las semillas, dónde deben ser colectadas y cómo debe ser su tratamiento para generar plantas. También la Fundación tiene una planta de compostaje, a partir de grandes volúmenes de deshechos orgánicos. Se genera abono natural.
Por Keila Giles