Textil Calchaquí es una empresa familiar argentina que comenzó su actividad de servicio en 1966 en la ciudad de Quilmes, en la provincia de Buenos Aires. Desde entonces produce tejidos para diversas industrias, y dentro del sector agropecuario, con cortinas Calchaquí, es un referente del mercado. Todo comenzó con Don Juan Tschudnowski, quien junto a sus hijos, comenzaron las actividades comerciales.
Ricardo Tschudnowski, junto a su hermana Lidia, están al frente de la empresa pero avizorando los tiempos que vienen ya están integrando a la tercera generación familiar en la conducción de la empresa. “Por supuesto, estamos haciendo el camino junto a ellos pero estamos comprometidos en acompañarlos y asistirlos en lo que sea necesario”, promete Ricardo, orgulloso de que su hija Julieta esté atendiendo el stand de la Textil en Fericerdo 2023.
Además, los hijos de Lidia (Julian y Hernán Ramundo) se encuentran al frente de la producción y el departamento de ventas, respectivamente.
“Creo que en nuestra empresa hemos sabido reconocer las diversas realidades y momentos que debe sortear el productor, muchas veces apremiado por las adversidades que vienen de las políticas de gobiernos, de la situación del sector o bien, su propia situación productiva”, apunta Tschudnowski, un poco honrando lo que señala la web de la empresa al prometer “atención y servicio personalizado que ofrece a todos los rubros, desarrollando la variedad de productos acorde a las necesidades particulares”.
El productor de cerdos es percibido como alguien que elige un camino de trabajo y agregado de valor, y que desde hace varias décadas no detiene su proceso de crecimiento. “El productor de cerdos es noble, y busca aprender y mejorar todo el tiempo. En cualquier evento de capacitación lo vas a reconocer, está allí, firme, tratando de mejorar su producción”, asevera.
“Chancho que come, chancho que engorda, es chancho que se vende, y nosotros debemos ayudar a hacerlo posible. Debemos ayudar a que esa cadena no se corte, y nosotros necesitamos ayudarle. Nuestras cortinas están diseñadas para una producción inteligente, deben proteger pero también dar posibilidad de aumentar la aireación y favorecer la ventilación, elementos esenciales en la granja”, describe Tschudnowski.
Trabajar a medida, entregar la cantidad que el productor necesita. “Hace unos meses fuimos a Tierra del Fuego a visitar una granja, un lugar duro para producir, con temperaturas bajo cero en todo el invierno. Charlamos con los dueños, con los hijos o con sus asesores, les dimos algunos tips para mejorar el ambiente y hacer más eficiente la calefacción. Así entendemos nuestro trabajo”, concluye el empresario.