Por eso resulta muy útil y práctico disponer de una escala que aporte información cuantitativa sobre el estado corporal de las cerdas para usarla como herramienta o referencia en el ajuste de pautas de manejo o alimentación que apunten a mejorar la función reproductiva, puesto que el número de partos por cerdas al año es uno de los componentes más gravitantes de la productividad; más, aunque no parezca que el tamaño de la camada al nacimiento o al destete.
La evaluación del estado corporal de las cerdas brinda información valiosa para el análisis de los índices reproductivos del plantel, ya sea entre tandas, a lo largo del año o en años sucesivos, y ayuda a interpretar y evaluar pautas de manejo o alimentación.
1-Extremadamente flaca.
Las apófisis espinosas de la espina dorsal prominentes, los huesos de la pelvis son muy notorios. Nada de grasa de cobertura.
2-Flaca
Los huesos visibles, aún prominentes cuando se los palpa, huesos de la pelvis apenas cubiertos.
3-Regular
Tiene adecuada cobertura. Los huesos de la columna y pelvis se sienten cuando se los palpa con moderada presión.
4-Buena
Los huesos pueden palparse sólo con una presión firme. La cerda está redondeada con buena cobertura de grasa. Pelo brillante y piel en buen estado.
5-Gorda
Los huesos son difíciles de palpar. Arrugas arriba de la base de la cola. Las cerdas son muy gordas, perezosas y letárgicas.
El estado óptimo del destete sería entre el grado 2 y el grado 3, más cerca del 3. La mayoría de las cerdas deberían estar entre estos dos grados, sólo unas pocas podrían caer en el grado 4 y ninguna en el grado 1 y 5 .
Antes del parto las cerdas en grado 5 serán problemáticas, sumamente proclives al síndrome MMA (Mastitis, Metritis, Agalactia); a la hipogalactia, con partos lentos y mayor incidencia de lechones nacidos muertos. El exceso de alimentación durante la gestación conduce a este estado, y se asocia con un menor consumo de ración en la lactancia, momento en el que conviene que las cerdas tengan mucho apetito.
A la entrada del parto el estado óptimo sería entre los grados 3 y 4 acercándose más a este último, considerando que en la lactancia, en términos generales se pierde un punto en las primíparas y secundíparas y 0.5 en adultas. Las cerdas que ingresan a parir con grado 2 merecen un tratamiento especial, como el acortamiento de la lactancia o la transferencia de los lechones para que amamanten un camada pequeña.
La evaluación de la evolución corporal es un requisito de manejo especialmente recomendable en las cachorras de primer y segundo parto, pues estas categorías de animales jóvenes que aún no han completado su crecimiento, son más proclives a la falla reproductiva y a ser descartadas prematuramente del plantel.
Fuente: Universo Porcino