•Los procesos infecciosos causan el 30-40% de los fallos reproductivos. La etiología bacteriana está tomando importancia y probablemente aumentarán los casos por las circunstancias que rodean a las nuevas formas de producción porcina.
•Dentro de la etiología bacteriana nos centraremos en las cuatro principales patologías: Leptospirosis, Brucelosis, Mal Rojo y Clamidiasis porcina.
Fallo reproductivo: Etiología bacteriana
Los procesos infecciosos son los causantes del 30-40% de los fallos reproductivos en porcino y dentro de estos, los virus son los agentes más importantes. Sin embargo, la etiología bacteriana, que siempre ha estado en un segundo plano, no hay que desestimarla, ya que en los últimos años está tomando más importancia. Probablemente aumentarán estos casos por las circunstancias que rodean a las nuevas formas de producción porcina, fundamentalmente en dos aspectos: la norma de bienestar animal y la reducción en la utilización de antibióticos.
La norma de bienestar animal influye positivamente en la transmisión directa de las bacterias entre cerdos por el contacto con heces, orina, restos de abortos, etc.
La reducción en la utilización de antibióticos afectará directamente a aquellas bacterias que, por la presión de estos tratamientos, estaban silentes y podrán manifestar signos clínicos, fundamentalmente porque los animales portadores tendrán mayor capacidad de excreción de estas bacterias y por tanto, más capacidad de infección a otros cerdos.
Puntos comunes de las enfermedades reproductivas bacterianas:
• Las infecciones bacterianas generalmente necesitan un contacto directo para la transmisión de la enfermedad, lo que va a condicionar las formas de presentación y la diseminación por la granja, a diferencia con los virus que son más contagiosos y con gran capacidad de diseminación de manera muy rápida.
• Los signos clínicos son los habituales, como repeticiones, abortos en diferentes estadíos de gestación, presencia de momificados, nacimientos débiles y cerdas sucias. Otros signos clínicos más característicos de cada enfermedad los trataremos de manera específica en el apartado de cada enfermedad.
Dentro de la etiología bacteriana nos vamos a centrar en cuatro patologías que son las que en nuestra casuística en laboratorio y por su importancia, creemos que tienen más relevancia:
• Leptospirosis
• Brucelosis
• Mal Rojo
• Clamidiasis porcina
Leptospirosis
Es una enfermedad con gran repercusión a nivel reproductivo, con elevada distribución en España, alrededor del 85% de las explotaciones son positivas, pero tenemos que tener en cuenta que lo son a nivel serológico. Lo característico de esta enfermedad es su dificultad para llegar a un diagnóstico laboratorial claro.
Los puntos críticos de la leptospirosis son fundamentalmente la taxonomía y la relación hospedador-serovares-medio ambiente-bienestar animal. El conocimiento de estos puntos nos dará una visión más clara para poder llevar a cabo un correcto control de la enfermedad.
Taxonomía:
Nos interesan las leptospiras patógenas con capacidad de infectar a los animales, que pertenecen a la especie L. interrogans dentro de la cual existen más de 200 serovares (clasificación antigénica). También hay una clasificación por técnicas moleculares de hibridación de ADN.
Es una parte compleja, pero nos puede aportar información a la hora de tomar medidas inmunoprofilácticas.
Relación hospedador-serovares-medio ambiente-bienestar animal:
•Hospedador de mantenimiento (cerdo): es el que tiene la capacidad de perpetuar los serovares adaptados. Con gran influencia por el contacto directo entre cerdos e influenciado secundariamente por el medio ambiente.
• Hospedador accidental sería el cerdo cuando se infecta con serovares no adaptados que proceden de otras especies animales (roedores, rumiantes, cánidos). En estos casos son necesarias unas condiciones de humedad óptima en el medio ambiente para que se produzca la infección.
-Serovares adaptados son aquellos que infectan al cerdo de forma natural (L. pomona y L. bratislava)
-Serovares no adaptados tienen capacidad de infectar al cerdo (hospedador accidental) y producen una clínica más exacerbada, pero también más puntual. Los roedores juegan un papel muy importante como hospedador de mantenimiento de estos serovares (L. icterohaemorragiae y L. gryppotyphosa).
• Medio ambiente, las leptospiras son muy sensibles a la desecación, por lo que el mantenimiento de humedad es un factor fundamental en la trasmisión de las leptospiras, sobre todo de los serovares no adaptados.
• Bienestar animal y tipos de explotación: desde hace unos años las explotaciones extensivas e intensivas se han asemejado en la posibilidad de infección por leptospiras. Desde que se puso en marcha la ley de bienestar animal se ha favorecido la trasmisión directa por el contacto de las cerdas entre sí por el alojamiento en grupo. Bien es cierto que en extensivo existe más probabilidad de contagio con serovares no adaptados por el contacto con otras especies como roedores, rumiantes y cánidos. En intensivo, el contacto con otras especies sería sobre todo con roedores y esporádicamente con cánidos.
Transmisión:
• La transmisión directa se produce fundamentalmente entre cerdas a través de la orina, fetos, placentas y exudados vaginales.
• La transmisión indirecta de otras especies al cerdo es a través de alimento y aguas contaminadas por orina, favorecido por un medio ambiente húmedo.
Diagnóstico:
Es el apartado más complejo de la leptospirosis porque ninguna de las técnicas habituales nos aporta los datos suficientes como para ser concluyentes. Por tanto tendremos que tener en cuenta los datos clínicos y los laboratoriales utilizando distintas técnicas de estos últimos.
• Clínicamente vamos a observar lo que en otras enfermedades de carácter reproductivo, pero aparte podemos observar como más característico la presencia de fetos con tinte ictérico y camadas más cortas de lo habitual.
• Laboratorialmente contamos con técnicas directas e indirectas, que detectan las primeras leptospiras o parte de ellas, y las segundas anticuerpos.
Como técnica directa destacamos la PCR de la proteína LipL 32 común a la mayoría de las leptospiras patógenas. Hay algunas PCR que pueden detectan, algún serovar en concreto. El resto de técnicas directas, como cultivos (muy complicados), microscopía de campo oscuro, inmunofluorescencia e inmunoperoxidasa, son de uso reducido.
En cuanto a las indirectas, la técnica de referencia es la microaglutinación en placa (MAT). Nos permite la diferenciación entre serovares así como titulaciones por diluciones de sueros pudiendo diferenciar casos clínicos crónicos de agudos. El mayor problema de la serología es la débil respuesta a los serovares adaptados y la alta respuesta humoral de los serovares no adaptados, pudiendo dar reacciones cruzadas.
Otras técnicas como los ELISAs, son poco utilizados porque tienen una mala relación de resultados con la MAT.
Control de la Leptospirosis
Debemos hacer presión sobre los puntos críticos de esta enfermedad que eran el hospedador, serovares y medio ambiente.
A nivel de hospedador (cerdo) y serovares nos basamos en medidas inmunoprofilácticas (vacunas y autovacunas) y terapia antibiótica.
La inmunoprofilaxis es serovar específica y de corta duración, no detiene la leptospiruria aunque si las leptospiras eliminadas son más lábiles en el exterior.
La antibioterapia que se utiliza de manera mas habitual son las tetraciclinas y la estreptomicina.
Sobre los serovares accidentales debemos hacer un control exhaustivo en la lucha de roedores y evitar el contacto con otras especies de producción, domésticas y salvajes.
Sobre el medio ambiente las medidas higiénico-sanitarias van encaminadas a evitar la humedad y la utilización de desinfectantes.
Brucelosis
Se trata de una enfermedad que ha tenido mucha importancia en explotaciones de ibérico extensivo, e incluso intensivo hasta hace pocos años. Sin embargo, en el porcino intensivo de capa blanca es una enfermedad con menor incidencia o al menos poco diagnosticada o poco declarada.
Etiología:
El agente causal es Brucella suis, aunque se han descrito otras especies de brucela. El cerdo es su hospedador natural, aunque puede infectar otras especies.
Epidemiología:
La vía de entrada en una explotación es fundamentalmente por la introducción de animales infectados o por semen contaminado.
En extensivo y en sistemas con monta natural, el verraco juega un papel fundamental con dos formas de transmisión, una mecánica, es decir pasa la enfermedad de hembra enferma a hembra sana, y la otra activa de verraco infectado a hembra sana.
La infección madre-hija no se produce en el útero, pero sí por exudados vaginales y también por leche, aunque la eliminación por esta vía es en baja cantidad y de forma discontinua.
La transmisión por ingestión de fetos, placentas y exudados tras abortos es muy importante por la cantidad de bacterias que se eliminan por esta vía.
Una vez que el animal se ha infectado Brucella suis pasa a linfonodos locales. No hay una respuesta inmune por su localización intracelular en neutrófilos y macrófagos. La bacteriemia se produce entre una y siete semanas post infección y el consiguiente paso a diferentes órganos y sistema linfático, pero sobre todo se multiplica en grandes niveles en aparato genital. A partir de la bacteriemia empieza la respuesta inmune.
Esto ocurre así de manera general, pero no siempre es de esta manera. Si por ejemplo se hace un seguimiento serológico de animales para reposición infectados vía leche de la madre, la seroconversión de estos animales es muy variable en el tiempo, por lo que la serología presenta muchos fallos a la hora de detectar estos animales infectados.
Clínica:
A parte de los problemas habituales en los fallos reproductivos, lo más característico es la orquitis y epididimitis en verracos que suele ser bilateral. En cerdas nos podemos encontrar mamitis e inflamación de articulaciones, llegando a producir abscesos en ambos casos.
Diagnóstico:
Clínicamente, excepto la sintomatología en machos, el resto de síntomas es compartido por otras enfermedades y nos da pocas pistas.
A nivel laboratorial contamos con métodos directos e indirectos que nos pueden aportar mucha información.
Métodos directos
• Tinción de Stamp sobre placentas, fetos y exudados vaginales: La imagen de las formas Stamp positivas son muy características y fáciles de identificar.
• Cultivos: son fáciles de realizar. Solo podemos tener algún falso negativo sobre muestras muy contaminadas (placentas y exudados vaginales).
• PCR: es una técnica con una capacidad de detección de niveles muy bajos de Brucella, pudiendo ser perfecta para detección de semen contaminado con estas bacterias.
Las muestras ideales serían placenta, fetos, exudados vaginales y también podemos detectar las brucelas en leche y semen.
Sobre el diagnóstico directo debemos de tener en cuenta que no todos los fetos están infectados e incluso en algunas ocasiones no habrá ningún feto infectado pues la placentitis producida por la brucela provoca el aborto y no llega a pasar a fetos. En secreciones vaginales nos la podemos encontrar hasta 30 días post aborto.
Métodos indirectos
• Aglutinación: se suele utilizar el Rosa de Bengala. Brucella suis posee el mismo antígeno A inmunodominante que B. abortus.
Hay técnicas de serología ELISA para porcino y también se puede realizar Fijación de complemento.
La detección de anticuerpos por estas técnicas pueden darnos falsos positivos por interferencia con algunas cepas de otras bacterias como E. coli, Salmonella, Yersinia, etc.
• Intradermorreación: es la inoculación de una proteína que se localiza de forma exclusiva en el citosol de las brucelas frente a la que se desarrolla una respuesta de hipersensibilidad de tipo IV.
La inoculación se realiza en la oreja a nivel craneodorsal o en el párpado inferior. Mide respuesta celular y tiene una elevada especificidad, evitando así los falsos positivos de las técnicas que detectan anticuerpos.
Control
El control y, sobre todo, la erradicación de la Brucelosis puede ser difícil o por lo menos conlleva unos riegos importantes en el caso de que decidamos hacer erradicación sin vacío sanitario.
Habitualmente, lo que se había hecho hasta ahora era tomar decisiones por prevalencias, así con prevalencias superiores al 10% se decidía el sacrificio y vacío sanitario.
En granjas de alto valor genético se pueden plantear erradicaciones independientemente de las prevalencias. El planteamiento de serología positiva y sacrificio tiene los inconvenientes de los falsos positivos y también, por supuesto, de los animales infectados y que aún no han seroconvertido porque no hay un patrón típico de seroconversión.
En la actualidad los planteamientos de erradicación se basan en diagnóstico y tratamientos antibióticos prolongados basándonos en los tratamientos que se utilizan en medicina humana.
Los tratamientos antibióticos más utilizados son las tetraciclinas y macrólidos de nueva generación. Las tetraciclinas las utilizaríamos vía oral de manera prolongada (incluso superior a 100 días), y los macrólidos de nueva generación inyectables, que aunque tienen actividad prolongada, deberían utilizarse varias dosis por animal.
Mal rojo
Es otra enfermedad muy común, en las formas de presentaciones más clásicas, en ibérico y sobre todo en extensivo.
Etiología
El agente causal del Mal rojo es Erysipelothrix rhusiopathiae. Se han descrito hasta 26 serovariedades, siendo las serovariedades 1 y 2 las más importantes a nivel patológico.
Es una enfermedad persistente, de carácter exógeno y endógeno. Exógeno por su capacidad de persistencia en el medio ambiente, sobre todo en el suelo (bacteria telúrica), y endógeno por la presencia de animales portadores a nivel de tejido linfático (tonsilas, placas de peyer, etc.).
La transmisión de la enfermedad es directa por vía oral, por los portadores y por las erisipelas existentes en el medio, sobre todo en los suelos de tierra, aunque también puede darse a través de heridas o abrasiones en la piel.
Las formas de presentación de esta enfermedad son las agudas que provocan septicemia, las subagudas que provocarían las lesiones cutáneas y las crónicas que nos darían lesiones de artritis proliferativa y endocarditis valvular. Nos faltaría la forma reproductiva que no existe como tal, porque el aparato reproductor no es diana de las erisipelas. Los problemas reproductivos son una consecuencia de los cuadros febriles de las septicemias.
Diagnóstico
• Clínicamente los síntomas a nivel reproductivo son muy semejantes al resto de enfermedades. Solamente podemos fijarnos si en cebos de la misma explotación o de mismo origen presentan síntomas compatibles con el resto de presentaciones del Mal Rojo, incluso si hemos tenido decomisos en matadero por las formas cutáneas.
• Desde el punto de vista laboratorial y a nivel reproductivo las técnicas directas no tienen utilidad, porque al no ser el aparato reproductor un órgano diana no vamos encontrar erisipelas en los restos de abortos.
Por tanto, nos quedarían casi como herramienta exclusiva de diagnóstico en los casos de problemas reproductivos las técnicas indirectas basadas en la detección de anticuerpos por técnicas Elisa de la que debemos de hacer una interpretación de resultados adecuada para llegar a un “buen” diagnóstico.
Como sabemos los anticuerpos se producen después del contacto con la bacteria o con vacunas y de manera indirecta adquiridos por la inmunidad maternal.
La diferencia entre infección y vacunación mediante serología es clara. Las vacunas son inactivadas por lo que la respuesta humoral es baja, incluso en animales multivacunados, y vamos a obtener resultados serológicos desde negativos a positivos bajos. Sin embargo, en infección el contacto es con la bacteria viva con gran respuesta humoral y por tanto vamos a obtener resultados serológicos positivos altos.
En brotes de problemas reproductivos, para hacer un diagnóstico mediante serología podemos actuar de dos formas.
• Una serología amplia de más animales de los involucrados en el brote, para intentar coger animales que ya hayan tenido contacto hace tiempo con la erisipela y haya dado tiempo a seroconvertir.
• Una serología pareada de los animales que hayan sufrido el brote con una separación temporal de 4-6 semanas, para ver la seroconversión o evolución de los títulos tras ese tiempo.
Control:
• Antibioterapia: las erisipelas son sensibles a muchos antibióticos, pero los más utilizados son los betalactámicos. Los tratamientos son muy eficaces en los brotes de Mal Rojo, incluso los tratamientos de corta duración, pero debemos hacer tratamientos durante el tiempo necesario no solo para cortar el brote, sino para intentar disminuir al máximo la presencia de portadores asintomáticos tras el brote.
• Profilaxis vacunal: se utilizan bacterinas inactivadas donde la eficacia nunca llega al 100%, por lo que en casos de especial incidencia debemos aumentar la presión vacunal.
En brotes persistentes debemos utilizar de manera conjunta la profilaxis vacunal y la terapia antibiótica.
Un punto importante a tener en cuenta es la duración de la inmunidad maternal que puede llegar hasta las 12-14 semanas de vida, a tener en cuenta a la hora de empezar con las primovacunaciones.
Clamidiasis
Enfermedad de distribución mundial, típica de pequeños rumiantes, con una gran incidencia contrastada y que secundariamente puede afectar a otros animales como el cerdo.
En mi opinión, es una causa de problemas reproductivos de carácter puntual y en ocasiones sobredimensionada debido a la falta de otros diagnósticos, por la utilización de técnicas no concluyentes o por el contacto con rebaños de pequeños rumiantes.
El ganado porcino alberga de forma habitual en el intestino diferentes especies de clamydias lo que nos puede dar una interferencia diagnóstica con técnicas serológicas.
Etiología
Se han descrito problemas reproductivos por Chalmydia suis, Chlamydia pecorum y Chlamydophila abortus.
En nuestro laboratorio, durante tiempo, utilizamos una PCR para estas tres especies, no obteniendo ningún resultado positivo a C. pecorun. Los positivos fueron mayoritariamente a C. suis y un pequeño porcentaje a C. abortus. En la actualidad realizamos C. suis y C. abortus rutinariamente.
Clínica
A parte de los síntomas comunes a todas las enfermedades reproductivas podemos ver descargas vaginales y en verracos orquitis, vesiculitis y epididimitis.
Transmisión
La forma más común de transmisión es por vía oral (restos de abortos, por alimento o agua contaminada). En menor proporción se puede dar por vía venérea o semen contaminado.
Diagnóstico
La clínica no es concluyente por lo que debemos basarnos en técnicas laboratoriales que pueden ser directas o indirectas.
Las técnicas indirectas de detección de anticuerpos por técnicas ELISA tienen el inconveniente de los positivos por reacciones cruzadas con otras especies de clamydias que están en el intestino. La forma más correcta de utilizar la serología ELISA es realizarla de manera pareada para ver seroconversiones o evolución de títulos positivos.
Las técnicas directas que se realizan de manera rutinaria serían las PCR y las tinciones de Stamp. Los cultivos, al ser bacterias intracelulares, requieren medios especiales de líneas celulares, inviables en el diagnóstico habitual.
Las tinciones de Stamp, al contrario que en pequeños rumiantes, son difíciles de visualizar, por lo que dejaríamos muchos positivos sin diagnosticar.
Por tanto, la técnica de elección es la PCR con posibilidad de identificar diferentes especies. En la actualidad, por casuística,estamos realizando una técnica que detecta y diferencia Chlamydia suis y Chlamydophila abortus.
Las muestras ideales serían placentas, fetos y exudados vaginales.
Control
No existen vacunas comerciales para porcino, por lo que la inmunoprofilaxis no se puede realizar. Aunque sí hay vacunas para otras especies y hay inmunidad cruzada, no hay experiencia fundamentada en la utilización de estas vacunas.
La terapia antibiótica es la herramienta más utilizada y se basa fundamentalmente en la utilización de tetraciclinas y macrólidos.
Sobre el autor: Víctor Fernández es Licenciado en Veterinaria por la Facultad de Veterinaria de Cáceres, Universidad de Extremadura (1987-1992) en la especialidad de Producción Animal. Desde 1994 hasta la actualidad, Director Técnico de laboratorio de diagnostico veterinario: Zootecnia, Análisis Clínicos Veterinarios, S. L. P. También desde 1994 ha realizado trabajo en campo, gestión y sanidad animal en porcino y rumiantes. Ha realizado ponencias en diferentes congresos, y ha participado mediante cursos en la formación de grupos veterinarios.